ZEUDY ACOSTA PAREDES –

Los medios digitales, los blogs, las redes sociales revolucionaron todo, incluso la manera de hacer periodismo. La importancia y amplitud de plataformas como Twitter, tienen además consecuencias que a veces no se pueden medir. En la coyuntura venezolana, es una herramienta que convierte directamente a la ciudadanía en fiscalizadora, en un canal de seguimiento y una agresiva tarima de denuncias de excesos autoritarios del régimen madurista. Pero como es de suponerse, en una red tan multidimensional, muchas son las voces que se pronuncian, pero sólo un reducido porcentaje tiene peso.

Consultamos, por tanto, a cinco tuiteros venezolanos que son referencia entre cientos a la hora de informarse y de encontrar en sus 140 caracteres opiniones, críticas y reflexiones en torno a los hechos noticiosos, la inmediatez, la censura y autocensura en la Venezuela de hoy.

Sus respectivos récords en número de seguidores en Twitter, son los siguientes:

Luis Carlos Díaz (@LuisCarlos) 166,474 seguidores

Andreína Flores (@andreina) 159,437 seguidores

Alberto Rodríguez (@albertort51) 115.000 seguidores

Elyangélica González (@elyangelicanews) 98.400 seguidores

Víctor Amaya (@victoramaya) 40.600 seguidores

“Es una lucha no caer en tentaciones ni divismos”

Los 5 tuiteros que dan jaque a la censura de Maduro“Sé que lo que posteo tiene influencia y que llega a mucha gente, pero mi intención es comunicar. Participo en las manifestaciones, grabando, haciendo fotos, videos, entrevistas, análisis”, de esta manera describe su trabajo periodístico vinculado al twitter, Andreína Flores, corresponsal de RCN Radio.

Cuando se refiere al rol de los medios tradicionales, explica que “aquellos canales que fueron referencia en el país, como Venevisión, Televen y Globovisión, no muestran lo que exactamente ocurre. Hay una desinformación importante, por ello la gente se ha volcado a redes sociales y canales digitales”.

Son 140 caracteres en los que generalmente las personas desmeritan su impacto, “por ello es importante tener cuidado y responsabilidad en cuanto a lo que comunicamos. Hay gente que cree en lo que uno publica”.

Sin embargo, hay un enemigo a vencer para un periodismo más eficiente, según Andreina Flores, “la velocidad de conexión, Venezuela tiene una de las peores en la región; no todos tienen un teléfono inteligente, además del desconocimiento que tiene la gente acerca de las tecnologías de información”.

Para dar soporte a su labor diaria, asegura que es vital contrastar fuentes como método tradicional del periodismo, “sabiendo cuáles son las fuentes con credibilidad; también los diputados regionales han servido para confirmar hechos. También están las fuentes oficiales (Ministerio Público, Alcaldía de Chacao o Baruta). Igual pueden presentarse confusiones y cometerse errores, pero en todo caso, lo correcto es reconocerlo públicamente”.

Es una lucha permanente para no caer en tentaciones ni divismos, “A veces uno siente la necesidad de lanzar la noticia rápidamente, pero hay que esperar y confirmar primero, el tiempo que sea necesario. Cuidar mucho las especificaciones de los términos adecuados en los acontecimientos, no es igual decir liberado, que arresto domiciliario, por ejemplo”, aclara.

Aunque cree en la imposibilidad de que desde el Gobierno se controle a la masa que hace presencia en Twitter, Flores destaca que “hay portales bloqueados, como NTN24, Sumarium, Dolar Today, Maduradas, que tiene su réplica en Twitter. También se ha encarcelado a tuiteros como Inesita Terrible (por publicar opiniones contra Maduro), que a nivel de lenguaje y contenido generó mucha molestia gubernamental.

Asegura que a través de todo lo que se publica (fotos, videos), está demostrándose que no estamos en democracia. “La represión le ha comunicado al mundo que Venezuela está atravesando una crisis. Twitter ha sido la vía”.

“La guerrilla digital desvirtúa la información”

Los 5 tuiteros que dan jaque a la censura de MaduroEntre los retos que describe Víctor Amaya, periodista y editor del diario Tal Cual, para el periodismo de estos tiempos, destaca que “no sólo es tratar de llegarle a ese público de las redes sociales, sino además combatir tanta información sucia, ruidosa e inexacta”.

Sostiene que la mayoría de la gente  ya no se informa por medios digitales, sino por redes sociales, que es aún más complejo. “La prensa que sigue manteniendo un compromiso por el periodismo, tiene ahora un trabajo más pronunciado, toparse con la ausencia de medios libres, pues los únicos que generan información son los canales del Estado y su gran maquinaria”.

Adicionalmente afirma que “en las redes se equipara todo el mundo. El proceso de verificación de la información que antes era posible, ya no funciona en estas plataformas”.

No obstante, Amaya advierte que el propósito debe ser  que “las informaciones necesitan ser contextualizadas, para otorgarle al público cada vez mayor comprensión de lo que acontece”.

Dentro de lo que viene describiendo, resalta que “en Venezuela hemos comenzado a formar auténticas redes de colaboración, uno de ellos es en grupos de periodistas en Whatsapp, de diferentes medios ubicados en diversas partes del país  y en otros países  con distintos accesos a recursos, que a través de esta conexión se busca la manera de confirmar la información antes de soltarla en las redes y medios”.

Amaya advierte que “no ahora, sino desde mucho antes, el Gobierno entendió que si bloqueas toda la plataforma Twitter te expones. Entonces, activó la guerrilla digital (chavezcandanga, por ejemplo), como un intento de tomar al Twitter, por parte del Gobierno, con información sesgada, y sumándose a campañas con información desvirtuada”.

“Las RRSS no sustituyen por completo el menú informativo”

Los 5 tuiteros que dan jaque a la censura de MaduroSi alguien disfruta con tumbar versiones oficiales es Luís Carlos Díaz, quien se describe como tejedor de redes, a quien además le gusta hablar de tecnología, política e infociudadanía. “Este es un Gobierno que sistemáticamente miente, es como una genética estructural, un lenguaje que narra un universo que no existe, de su propia distopía”.

Ha definido la situación en Venezuela como un ecosistema de medios “empobrecido, limitado, con problemas; para que la gente acceda libremente a la información, entonces las redes sociales son otra plataforma amplia con otras reglas de juego para que la gente pueda acceder a insumos informativos”.

Sin embargo, pese a reconocer que no sustituyen por completo el menú informativo que deben ofrecer los medios tradicionales, pues el acceso es restringido, “hay una élite privilegiada e hiperinformada que tenemos acceso. El resto está entrampado en oscuridad. Periodistas e infociudadanos tienen que ser bisagras que conecten a los que están desconectados con la información que fluye”.

Coincide con los demás colegas al afirmar que “no hay una fórmula mágica, o una receta, pero hay métodos para el periodismo en Twitter, buscar fuentes pertinentes y de primera mano, hacer contrastes, cultivar fuentes por ubicación o especialidad, e indagar elementos que puedan validar la información que se está recibiendo, como contextos o patrones”.

El especialista en redes califica a la inmediatez  y rapidez como ventajas. “En Twitter y Facebook, como son tan conversacionales, es válido preguntar, repreguntar, porque los sujetos entienden que están agregando valor en una cadena”.

Con vehemencia sostiene que frente a la clara dictadura que impera en el país “Conatel va a perseguir las redes porque hay ciudadanos que todavía tienen espacios de libertad, que se comunican con otros y aceleran sus modos de burlar la censura oficial, para sacarlos del juego de la conversación digital”.

A modo de reflexión sentenció “La verdad es más barata y sencilla, te ahorra esfuerzo. La mentira exige mucha más imaginación; los mentirosos necesitan talento y mantener la mentira por mucho más tiempo. Lo que está pasando en Venezuela no necesita exageraciones, basta con ir a los hechos  concretos y verificarlos y comprobar que es un desastre.

“Me gusta contar historias, en vez de datos”

Los 5 tuiteros que dan jaque a la censura de MaduroMás que como influenciadora en redes sociales, prefiere que se le conozca y aprecie como alguien con credibilidad, pues en su rol de periodista y corresponsal, Elyangélica González, “si no tengo acceso a la fuente directa, busco la manera de llegar a ella; de no ser así, dejo de publicar algo, básicamente para no caer en errores.

Como es evidente que la gente está emigrando a plataformas digitales y redes sociales buscando lo que no encuentra en medios tradicionales, ahora sigue a periodistas sobre todo en busca de lo que si bien en RRSS no está profusamente, en los otros ni se menciona, pero un riesgo altísimo, de que lo que se está manejando no muestre los hechos en su justa dimensión”.

Estima entonces que “es un asunto de suma responsabilidad, estamos obligados a buscar los datos, verificarlos, constatar que en efecto ocurrieron y en ese orden; desarrollar un poco el contexto. Al publicar algo que no esté bien soportado, se corre el riesgo a perder la credibilidad”.

Al evaluar la información que el Gobierno pretende tergiversar en redes sociales, González indica que “la gente es inteligente, va viendo los hechos y su desarrollo sin necesidad de edulcorarlos y saca sus propias conclusiones. Sabe si está en un sistema democrático, totalitarista, si tiene elementos de violación de derechos humanos, de censura; sabe distinguir en una Venezuela como la que vivimos qué está apegado a derecho o al margen de la ley”.

“El periodismo es anti-poder por naturaleza”

Los 5 tuiteros que dan jaque a la censura de Maduro“La situación de censura y autocensura en el país obligó a todos, sin importar en el lugar donde uno se encuentre, a cerrar filas y crear una red independiente que abarcara cada rincón de Venezuela: de norte a sur, de este a oeste. Además, la crisis en Venezuela, nos ha permitido crear espacios y mecanismos nuevos para informar”. De esta manera describe Alberto Rodríguez, periodista y productor de Telemundo51, la realidad informativa del país.

Al considerar que el periodismo “es anti-poder por naturaleza”,  afirma que en Venezuela hay muchos periodistas y colegas (incluyendo de medios que se censuran y autocensuran) con principios inquebrantables y comprometidos con los valores democráticos, que luchan desde cada una de sus trincheras.

La situación de los medios en Venezuela es compleja y difícil. Para nadie es un secreto que los dueños de muchos medios han puesto sus intereses económicos por encima a los intereses de la nación y, como colofón “ya el Gobierno anunció que pronto habrá noticias sobre el control de la información que se divulga en los medios y plataformas digitales. Eso demuestra el temor a que el mundo vea las atrocidades que se cometen en Venezuela”, enfatiza Rodríguez.

Recordó además que el Gobierno cerró a RCTV, 34 emisoras de radio, ha bloqueado páginas web, comprado medios, arrestado y enviado al exilio a periodistas, pero que “si mañana nos llegaran a bloquear Twitter, Facebook o cualquier medio digital, nosotros buscaremos la manera y el mecanismo para seguir denunciando e informando lo que ocurre en el país”.

Para cultivar su influencia como tuitero, Alberto Rodríguez  basa sus posts en investigación y verificación de fuentes y datos. “Es importante que quien tenga acceso a una información cuidada y curada, entre información y opinión, evite manejar información que no esté verificada y confirmada. Es un deber y corresponsabilidad periodística, atendiendo al hambre informativa de la gente. Y es que si hay algo que tiene un periodista es su compromiso con la verdad. A pesar de las adversidades, siempre buscamos la forma y el mecanismo para informar, lo que muchos no quieren escuchar. Nuestros principios no son negociables”.

Publicado en Venezuela al Día@venezuelaaldia @zeudyacosta

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