«No creo que haya claves para fracasar, sino aprendizajes para el éxito»

 

ELIZABETH ARAUJO –
Hasta este año, la arquitecta venezolana Andrea García estuvo al frente del FuckUp Nights Barcelona, suerte de “club de los fracasados”, con sesiones de coworking donde la gente se para frente al público y al grito de “¡I fucking up!” narra sus fiascos como emprendedor

 

“Mi nombre es Miguel y confieso que la he cagado”. Con esta frase, directa, franca y expresada con cierto miedo escénico, un ingeniero madrileño de 27 años se ha subido al podio instalado en Cloud de Barcelona para narrar su experiencia de emprendedor, o de cómo los sueños de crear un portal de apuestas on line para deportes se estrelló contra la realidad. Miguel está ahí porque, al contrario de los socios que le abandonaron y andan en otro proyecto, insiste en indagar en qué se equivocaron.

Como ven, no es una agrupación clandestina, ni mucho menos. Se trata del Club de los Fracasados, singulares sesiones de coworking que reúnen a no pocas personas, de las cuales algunas se paran frente al público y al grito de “¡I fucking up!” narran sus meteduras de pata, bajo el postulado de que –Thomas Alva Edison, dixit– “se aprende más de los errores que de los éxitos”.

“En mi caso, todo empezó con dos amigos de infancia y de universidad… nos fuimos los tres a Valencia, montamos un portal de apuestas por internet, pero como no acertábamos buscamos un asesor IT quien aconsejó mudarnos a Barcelona”, explica Miguel, un chico delgado, gafas graduadas, jeans y suéter azul que se atrevió a contar su revés. Bañado por la tenue luz que proyecta en la penumbra su silueta, lo vemos gesticular como si fuese un titiritero, mientras el público sonríe con la benevolencia de haber recorrido el mismo puente con iguales resultados al final de la travesía.

Estos eventos surgieron en Ciudad de México, cuando 6 amigos, reunidos al ritmo de mezcales, compartieron sus errores profesionales y optaron por dignificar el fracaso organizando las Fuckup Nights.

¡FRACASADOS DEL MUNDO, UNÍOS!
“No te preocupes… nadie viene aquí a llorar sino a aprender”, advierte Andrea García cuando indagamos de qué van las sesiones de FuckUp Nights Barcelona. “Son encuentros para emprendedores que comparten sus historias de fracasos profesionales en un ambiente relax e informal. A mi me gusta definirlas más como la combinación de las TED talks y el show de stand up comedy”, explica esta arquitecta venezolana, 35 años y organizadora por dos años de esta suerte de espacios de coworking.

De hecho, Andrea organizó la última FuckUp Night de este año, y aprovechó para contar sus descalabros personales y de trabajo. En son de no tomarse en serio, menciona sus dos fracasos, aparte de su divorcio. “Es lo que pasa cuando te casas con tu socio”, revela y se encoge de hombros. Y antes de que el desaliento le gane a la risa, ella misma advierte: “Pero siempre hay una luz al final del túnel”. En voz alta, García se pregunta por qué fracasó, si a los 6 años alquilaba el sacapuntas a sus compañeros de clases. Por eso durante dos años estuvo en plan de convencer a los demás para que compartieran las historias que nadie quiere contar. Muchos disimulan, carraspean la garganta, miran al otro lado, hasta que alguien sube y habla. ¿Y por qué contar los fracasos? “Porque es aprendizaje”, sostiene Andrea.

«A los speakers les sirve para desahogarse y reflexionar sobre sus errores y a los asistentes para aprender de sus historias de otros emprendedores, que son las que más enseñan».

EN BARCELONA ES LA COSA
García cuenta que las FuckUp Nights surgieron hace cinco años en Ciudad de México, cuando seis amigos, reunidos al ritmo de mezcales, compartieron sus errores profesionales… y optaron por dignificar el fracaso organizando las Fuckup Nights que, a partir de entonces, se han extendido en todo el mundo convirtiéndose en el movimiento de emprendedores más grande a nivel mundial, con presencia en 200 ciudades. En las FuckUp Nights Barcelona han desfilado más de 40 speakers en 13 ediciones.

-¿Pueden tomarse estas actividades como terapia, al estilo AA, o es un foro de diagnóstico y apoyo para desarrollar proyectos?
-Creo que a los speakers les sirve para desahogarse y reflexionar sobre sus fallos profesionales, y a los asistentes para conocer y aprender de las historias de fracaso de otros emprendedores, que son las que más enseñan.

En las FuckUp Nights Barcelona han desfilado más de 40 speakers en 13 ediciones.

-¿Cuál es el perfil de las personas que acuden a las FuckUp Nights?
-Es muy variopinto… Hay muchos emprendedores y público joven que les llama la atención el nombre FuckUp (Jódete) y que buscan conocer cómo otros han emprendido. Admitir que ha fracasado en un proyecto requiere de quien lo confiesa cierta dosis de humor más que un acto de pesimismo.

-¿Cómo hacen para que las reuniones no se conviertan en una lloradera?
-Se buscan speakers que hayan superado el “trauma” de su fracaso, que tengan muy buen humor y que sean conscientes de que los desaciertos son el mejor aprendizaje.

-¿Sirven los encuentros para salvar a alguien al borde del precipicio?
-Más que salvar al borde del precipicio, han servido a los asistentes para que se planteen un par de veces más sus objetivos a la hora de abrir su propio negocio… y a otros, a reflexionar si van por el buen camino.

-¿Hay nombres famosos de gente que salió directo del fango al éxito?
-Para mí desde el momento en que un speaker pone un pie en el escenario de FuckUp Nights Barcelona se vuelve famoso. Pero, no me malinterpretes: no es porque el evento sea súper importante y conocido en la ciudad. Se hacen famosos por la valentía de reconocer sus errores y su coraje de compartirlos en público.

-¿La clave está en presentarse, contar su fracaso y después triunfar?
-La gran mayoría de los speakers, por no decir todos, han seguido emprendiendo o se han reinventado después de sus fracasos, lo que los convierte en personas exitosas.

El Club de los Fracasados, son sesiones de coworking que reúnen a gente que se paran frente al público y al grito de “¡I fucking up!” narran sus meteduras de pata.

-¿Es normal ver gente que fracasa sistemáticamente, como si ese estado fuese su condición natural?
-Yo diría que no. Después de un fracaso profesional de este tipo, generalmente las personas suelen reflexionar y aprender de sus errores. Si tienes vena emprendedora tu verdadera condición natural es levantarte, sacudirte el polvo, aprender y seguir emprendiendo.

-En su caso ¿cuál serían las tres claves para no fracasar?
-No creo que haya claves para fracasar. Simplemente hay que fracasar para ser exitoso. No hay éxito sin aprendizaje.

-¿Pasó usted por la experiencia de subirse a la tarima y decir “he fracasado”?
-Si, de hecho ya dejé de organizar las FuckUp Nights Barcelona en la última sesión de este año, y no podía despedirme sin compartir mis fracasos profesionales. Para mí ha sido cerrar dos capítulos muy importantes en mi vida: las FuckUp Nights Barcelona y mis emprendimientos fallidos. Ahora tengo mi propia empresa.


 

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