Estuvo detenido en mayo de 2014. El mayor general Miguel Rodríguez Torres, ministro del Interior, lo incriminó por supuesto financiamiento a los grupos que intervinieron en las protestas de febrero de ese año, en las que fallecieron unas 40 personas y resultó detenido y posteriormente condenado el dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López. Diamanti fue liberado e inmediatamente salió del país por los caminos verdes, sin pasaporte.
Tres años después, el joven Rodrigo Diamanti ha obtenido su grado en la escuela George Kennedy de la Universidad de Harvard, en Boston, EEUU, y continúa enarbolando sus banderas a favor de los derechos humanos en las organizaciones #UnMundoSinMordaza y #SOSVenezuela, a través de las cuales ha realizado impactantes campañas que han recogido bastante aceptación en todo lugar donde la diáspora se encuentre.
«Estar preso en Venezuela es estar muerto en vida», dice Diamanti a la reportera de Telemundo en Boston.
Diamanti, que se vio acompañado por sus padres en el acto de graduación, forma parte de la 74 promoción del Colegio San Ignacio, en Caracas. «Nunca pensé que un programa en Estados Unidos me podría cambiar tanto», dijo.

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