PEDRO PACHECO RODRÍGUEZ –
La marca de un país muestra el valor, el reconocimiento o referencia que tenemos del mismo en forma positiva o negativa. En el pasado y durante muchos años hablar de Venezuela en el exterior, principalmente en Latinoamérica, era sinónimo de gente educada, bienestar en salud, educación pública y privada de primer nivel, mujeres bonitas, paisajes espectaculares, infraestructura moderna, buenos servicios, petróleo, y democracia, entre otros atributos.
Lamentablemente, la situación ha cambiado y muchas de estas referencias positivas han desaparecido y lo que podemos entender por Marca Venezuela está sufriendo consecuencias negativas. Sin embargo, esto no justifica que los propios venezolanos utilicemos expresiones que lejos de ser verdad resultan inapropiadas y en algunos casos irrespetuosas para nuestro país y para quienes vivimos en él.
Expresarnos mal de Venezuela no ayuda a solucionar la difícil situación que estamos atravesando. Por el contrario, la agrava, aportando elementos de pesimismo, rechazo social y desapego por nuestra identidad. Cuando calificamos al país con un adjetivo negativo indirectamente también se lo hacemos a los venezolanos, estén estos en el país o en el exterior.
Cuando generalizamos con base al comportamiento indeseado de un grupo o individuo en particular, estamos siendo injustos con la mayoría de los ciudadanos venezolanos que tienen una conducta cívica apropiada. Muchas veces no somos conscientes del daño que un comentario o chiste mal intencionado puede hacerle al país y por ende a la Marca Venezuela, desconociendo el poder que tiene una palabra negativa repetida injustamente
Estoy seguro de que la mayoría de los ciudadanos venezolanos, nacidos o no en este país, viviendo aquí o en el exterior, hemos recibido mucho más de Venezuela de lo que le hemos dado. Esto es razón suficiente para que no la maltratemos verbalmente. Cada uno de nosotros esté en Venezuela o en el exterior, desde su particular «metro cuadrado», puede hacer mucho en favor de los demás con el buen ejemplo, y trabajando en la dirección correcta para solucionar los complejos problemas que actualmente tiene el país
La construcción de la marca país requiere de una estrategia de Estado orientada a capitalizar la reputación y resaltar los atributos favorables del país
Históricamente la estrategia de posicionamiento de la marca país estaba orientada a la promoción por parte de los países para atraer turistas, posteriormente evolucionó con el propósito de cumplir los siguientes objetivos: estimular los planes de inversión en el país, lograr ventajas competitivas para las exportaciones de bienes y servicios, y, recientemente, atraer mano de obra calificada (talento humano) de otros países.
Además de la estrategia de Estado para la reconstrucción de la marca, se requiere también del acompañamiento del sistema educativo (la academia), de los empresarios, y la promoción de consciencia ciudadana (campañas educativas) en pro de resaltar los atributos y reputación del país.
Consciente del poder de la marca y en pro de contribuir a fortalecer la imagen de la Marca Venezuela, y en espera de contar con una estrategia de Estado de posicionamiento de marca, los ciudadanos venezolanos en general y los empresarios en particular, tenemos que contribuir a rescatar los valores fundamentados en el respeto por lo demás y por nuestra nación.
La idea es que, partiendo desde cada uno de nosotros, este propósito se multiplique y podamos influir cada vez en más organizaciones y/o venezolanos, tanto los que viven en el país como en el exterior, que quieran rescatar lo positivo implícito en el nombre de Venezuela y en el ser venezolanos.
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Pedro Pacheco Rodríguez es Socio Principal de PwC Venezuela, presidente de PwC Services y presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas @pachecorpedro