TONY CITTADINO.- Lo mejor que podía pasarle a los Leones del Caracas fue terminar la ronda regular de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP). El desempeño del conjunto melenudo dejó mucho que desear en la campaña 2020-2021, en la que finalizaron en el último lugar de la división central con marca de 15-25. El Caracas cerró la zafra con par de derrotas ante Bravos de Margarita, para hilvanar una cadena de seis reveses, lo que provocó, a su vez, que también perdiera la serie particular ante el conjunto insular al caer en tres de los cuatro desafíos.

Esta versión de Leones, pareciera ser el colofón a una gestión que no da para más y el reflejo de un club que va a la deriva, que necesita una transformación urgente en todas sus líneas. Cuesta creer que un equipo de tanta tradición, tenga un presente así. Los melenudos fueron incapaces de ganar, al menos, una serie particular. Además de ceder ante Bravos, también perdieron contra Magallanes (1-3), Lara (1-3), Aragua (3-5) y Zulia (1-3). Sólo pudieron empatar ante La Guaira (4-4, perdiendo los últimos 4) y frente a Caribes (4-4). De acuerdo a la Guía de Medios de Leones 2018-2019, la única temporada en la que el equipo no había ganado ni una serie particular fue en la 83-84. Las perdieron todas: Magallanes (6-7), La Guaira (4-9), Lara (4-9), Aragua (5-8) y Zulia (6-7).

La última semana de campeonato, fue una pesadilla para el equipo. Perdieron todos los juegos y, lo que más llamó la atención, fue la forma. Le anotaron 90 carreras en los últimos 10 juegos. Perder, siempre es una posibilidad. Pero lo reflejado, es alarmante. Errores en jugadas de rutina y el cuerpo de lanzadores haciendo estragos. El lunes 4, recibieron una paliza de Lara (22-10), que significó la peor derrota del equipo con mayor carreras permitidas en su historia. Luego, entre viernes y sábado, Aragua le pisó el plato en 10 ocasiones por partido.

El equipo finalizó con la segunda peor efectividad colectiva (5.92). El trabajo de los abridores fue inestable. Terminaron con marca de 4-18 y 7.01 de efectividad. A medida que avanzó la campaña, fue más complicado cubrir los cinco innings. En reiteradas ocasiones no lograban pasar del primer tercio del juego, recargando a un bullpen que trabajó en exceso.

Los relevistas tuvieron mejor marca, con balance de 11-7 y un porcentaje de carreras limpias de 5.16. Loiger Padrón sacó la cara, con la mejor marca en el equipo. Ganó cinco juegos y perdió uno, con 2.70 de efectividad. La novena quedó eliminada por primera vez desde la 2016-2017. Terminó la última semana con una victoria en ocho juegos y con balance negativo en las últimas cuatro semanas. En enero, perdieron nueve de diez.

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LOS FANÁTICOS QUIEREN CAMBIOS
Luego de la derrota del sábado, el periodista Oscar Prieto Rojas (además, hijo y nieto de los ex propietarios del equipo) lanzó una reflexión a través del Twitter, que fue respaldada por la afición: “No puedo negar que me duele ver que de la franquicia que mi abuelo y mi papá construyeron queda solo el recuerdo. Hoy parece que Leones le duele solo a sus fanáticos. Es triste pero cierto. Y sí, el béisbol es un negocio, pero como cualquier negocio debes cuidarlo y hasta quererlo, hoy estos Leones solo tienen dolientes entre quienes no deciden y quienes si deciden no les duele ese nombre y su historia”.

Y pensamos que Oscar, tiene razón. Lamentablemente, la imagen que proyecta la organización en los últimos años, dista mucho de aquella que le llevó a ser el equipo más ganador del país. Este Caracas es irreconocible y no sólo por los resultados de esta temporada. El último título del equipo fue hace una década. Demasiado tiempo, si bien jugaron la final de la temporada 2018-2019.

La Organización Cisneros compró el equipo y se hizo oficial el 18 de abril de 2001. Eso significó un vuelco en el sistema e, incluso, un crecimiento en para la liga en general: explotó el marketing, se inyectó dinero y el equipo creció. Por ejemplo, Caracas sacó un álbum por los 50 años, pasó a tener tiendas propias con indumentarias, un mejor sistema de granjas y los abonos se dispararon. Ganaron dos títulos y una Serie del Caribe en los primeros nueve años.

A finales de la década del 2000, llegaron a tener un promedio de más de 8.000 abonos por temporada y lideraban las estadísticas de asistencia al estadio. Al menos, hasta que la LVBP las hizo públicas hasta la campaña 2015-2016.

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La situación del país se fue agudizando y los hermanos Cisneros dividieron sus proyectos. Ricardo se quedó con el equipo y, desde entonces, el camino ha sido tortuoso. Con altibajos. El panorama, no es nada alentador. La organización ha perdido el sentido de pertenencia y pareciera que las decisiones que se toman son para resolver en lo inmediato y no pensando en un proyecto, al menos, a mediano plazo. Sacar lo máximo, con lo mínimo, para mantenerse activos. Es lo que hay.

Reiteradamente decimos que es difícil volver a ver una generación de peloteros exitosa como la que tuvo en los 90, tanto por la calidad de jugadores que tuvo, como por lo que representaron. Con sinceridad y siendo realistas, ¿quiénes pueden ser hoy referentes en Leones, que tengan regularidad en la liga y se proyecten como los mentores de una generación de relevo, que, en la actualidad, no puede cargar con el peso que se le exige?

Los fanáticos han perdido la paciencia y con toda razón. No es algo nuevo. Basta darse una vuelta por las redes sociales o hablar con algunos en la calle, para tener una idea. El sentimiento general es de abandono y de un equipo que ya no existe. La gente pide a gritos la venta del equipo a Bob Abreu, información que comenzó a sonar desde el año pasado y que fue reconocida por el propio “Comedulce”, pero, sinceramente, dudamos que se concrete. Habría que mirar muy bien los números reales y saber, si en verdad, los actuales dueños estarían de acuerdo en vender, porque, al final de cuentas, es una empresa propia y si pueden mantenerla con márgenes de ganancias mínimos, lo van a hacer. No están obligados a hacerlo, por más críticas que reciban.

El último proyecto que parecía coger vuelo fue con Mike Rojas, pero el manager no regresó con el club y las relaciones no terminaron del todo bien. Y éste ha sido otro tema álgido. No ha habido continuidad con los dirigentes. Desde 2010, han desfilado entre managers oficiales e interinos, Dave Hudgens, Tim Teufel, Carlos Lezcano, Rick Sweet, David Davalillo, Frank Kremblas, Pedro López, Alfredo Pedrique, Yorvit Torrealba, Rojas, Harry Guanchez y Víctor Gárate.

Publicado en www.tonycittadino.com 

Tony Cittadino, periodista venezolano, especializado en Deportes. Residente en Mallorca, España

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