Gustavo Baüer, tras las huellas de la migración

La Ruta de Baüer
Foto: José López

 

Any Vargas/Veronica Ostos (Noticia al Día)

Con un estilo desaliñado como quien está feliz con la vida, llega el fotógrafo y periodista Gustavo Baüer a la sala de redacción del portal zuliano Noticia al Día. Toma asiento en un sofá y comienza a relatar los 3.077 kilómetros que recorrió en Colombia detrás de las dramáticas huellas de la migración venezolana que partió con anhelos de conseguir un futuro mejor.

La ruta comenzó en Maicao, pasando los mecates que detienen a los viajeros cada tantos metros para cobrar vacunas o despojarlos de sus pertenencias para llegar limpios a lo que sería su nueva vida.

El fotógrafo, con 30 años de trayectoria, iba con una meta planteada. Reflejar la realidad de la manera que a él más le gusta.  A través de fotos. Pero para esto no estuvo solo,  contaba con un equipo multidisciplinario de periodistas que lo apoyaban desde Maracaibo.

Este equipo está conformado por su pareja en el periodismo, profesor universitario y activista político Jesús Urbina, y los periodistas Sinar Alvarado, Jairo Lugo, Gustavo Valdivieso, Leydy Medina, José Luis Angarita, Hugo Delgado y Leonel López, quienes lo ayudaron a lo largo del camino.

De esta manera tomó su cámara y emprendió el viaje hacia las ciudades de Colombia que son destino cotidiano para los viajeros venezolanos.

La Ruta Baüer
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Nina refugiada en vertedero de Maicao
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Maicao es el primer lugar que pisan los venezolanos como parada para su errante destino; hay quienes lo usan de lugar de descanso, como trampolín para recargar los ánimos y seguir su camino, pero hay otros tantos que no cuentan con el dinero necesario y se quedan varados esperando poder mejorar su situación.

Baüer cuenta que en los límites de Maicao hay una considerable población de venezolanos que viven en situación de extrema pobreza en un vertedero de basura, donde algunos se rebuscan trabajando en lo que sea para poder comer ellos y sus hijos.

Por otro lado, vio la cara de una Colombia humanitaria, solidaria y humilde que ayudaba a los venezolanos en su travesía. Como es el caso de la iglesia católica, que socorre al éxodo de venezolanos.

A través de Cáritas, la iglesia católica colombiana brinda albergue y comida a más de 150 venezolanos que pasan por ese lugar transitoriamente; ellos permiten que los migrantes permanezcan hasta ocho días en sus instalaciones y disfrutando del comedor comunitario para que descansen y sigan su viaje, además de orientarlos para que se sepan mover en sus tierras.

Ya para el 22 de febrero el reportero se encontraba en Cúcuta inmortalizando el concierto Aid Live y tuvo la oportunidad de presenciar la reacción de los venezolanos que veían como sus esperanzas eran quemadas en los camiones de ayuda humanitaria en el puente Tienditas.

Luego de ese desgarrador momento, Bauer siguió su camino hacia Bucaramanga y se encontró con algo impresionante.

Los venezolanos que no tenían dinero para trasladarse caminaban casi ocho kilómetros soportando un frío de 12 grados dejando las suelas de sus zapatos en el camino. Sin embargo, comparó a los pobladores de esa zona con nuestros merideños, y los describió como gente humilde, colaboradora y servicial que ayudaban a los migrantes a seguir su sendero.

Las próximas paradas fueron Bogotá y Medellín, ciudades abarrotadas de venezolanos, en su mayoría profesionales ya graduados o estudiantes universitarios que dejaron sus estudios para vender golosinas,  tintos y cigarrillos en cada esquina de las calles de la capital colombiana.

Bauer entrevistó a más de 150 migrantes venezolanos en su ruta y con preguntas muy concretas cada entrevistado contestaba su nombre completo, lugar de origen, el motivo por el cual viajaron y las condiciones del trayecto. Comentó que en casi todas las ocasiones veía brotar las lágrimas de sus hermanos cuando les preguntaba ¿qué dejaste en Venezuela?

El común denominador en los comentarios de los migrantes venezolanos era su deseo de volver a su país ,pero cuando cambie el gobierno y mejore la crisis.

Los migrantes le afirmaron que a pesar de trabajar más de 12 y 14 horas diarias, durmiendo y comiendo mal, en una habitación con 8 o 10 personas, el dinero les alcanzaba para sobrevivir y enviarle a su familia que aun se encontraban en Venezuela.

Así mismo Bauer explicó que también coincidió con el ex canciller colombiano Camilo Reyes, quien en pleno ejercicio vio cómo sus compatriotas colombianos se aventuraban hacia Venezuela para mejorar su situación y ahora presenciaba el mismo fenómeno pero invertido. Además, le explicó que muchos de los migrantes que llegaban de Venezuela en su mayoría a las ciudades de la costa atlántica no eran del todo venezolanos, sino hijos de colombianos que emigraron a Venezuela y ahora regresaban empujados por la situación.

Infografía: Jairo García

Al igual que la preocupante cantidad de mujeres embarazadas que llegaban a tierras colombianas pensando que los niños que nacieran allá gozarían de los beneficios de la nacionalidad colombiana,  razón que resulta errada y solo deja a las mujeres desamparadas con sus hijos recién nacidos.

Este fenómeno se ve más que todo en las ciudades de Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, que son las últimas tres paradas en la ruta de Bauer.

El autor de la aventura expresó que con este proyecto busca documentar la verdadera situación de la diáspora venezolana y que fue inspirado por  La Grieta, un libro realizado por el fotógrafo Carlos Spottorno y el reportero Guillermo Abril, el cual relata en 25.000 fotos y 15 cuadernos de notas, lo que ocurre con la migración y la crisis de identidad en las fronteras de la Unión Europea desde África hasta el Ártico. Dio como resultado La Ruta Bauer, un portal digital que muestra la recopilación de fotos y testimonios de los protagonistas de estas historias; los migrantes venezolanos en Colombia.

Bauer desea continuar con esta ruta por el sur de Colombia, Ecuador y Perú, siendo los destinos con más migrantes venezolanos. Y a su vez afirmó que desea visitar Chile, Argentina y luego Centro América.

Con esta iniciativa los periodistas están participando por el premio iberoamericano de periodismo que otorga la Fundación Gabriel García Márquez. Al finalizar La Ruta, el fotógrafo quiere seguir fotografiando la realidad con fines de satisfacción personal.

Publicado en Noticia al Día el 4-7-2019

 

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