ROBERTO GIUSTI –
“La impresión palpable es que Pdvsa está en manos de unos tipos que la han utilizado para lavar dinero procedente del narcotráfico mexicano, colombiano y venezolano”, asegura Pedro Mario Burelli, exmiembro de la Junta Directiva de la petrolera estatal.

Como a presa de perros los periodistas de la cadena CNBC le metieron los colmillos a una pequeña empresa ubicada en Oklahoma, estado petrolero por excelencia en Estados Unidos y en cuya universidad se han formado muchos venezolanos expertos en el negocio del “excremento del diablo”, como denominara el petróleo el ilustre fundador de la OPEP, Juan Pablo Pérez Alfonso.

Los periodistas vinieron a Oklahoma y se les cerraron las puertas con tal eficiencia que lo poco y magro que pudieron agenciarse como noticia, resultaría la mejor prueba de que “algo huele mal en Dinamarca”. Pero el aroma comenzaría a extenderse en julio de este año cuando Nicolás Maduro anunciaba con bombos y platillos la firma de un convenio con la empresa petrolera Horizontal Well Drillers, con sede en Purcell, Oklahoma. Convenio que se convertiría en contrato para, en teoría, perforar 200 pozos en la Faja del Orinoco, e incrementar la producción en 105 mil barriles, con una inversión de mil 300 millones de dólares.


CNBC Investiga: ¿Por qué una pequeña empresa petrolera de Oklahoma está invirtiendo en Venezuela, un país cuya economía está colapsando?

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Que un presidente como Maduro invite a unos petroleros procedentes del corazón del “imperio” ya de por sí llama la atención, que era precisamente lo que él quería. Acostumbrado como está a la censura no contaba, sin embargo, con que la ceremonia despertaría, más allá del impacto publicitario, la curiosidad de un equipo de investigación periodística que puso en claro lo que ya se comentaba en calidad de rumor.

Pedro Mario Burelli, ex miembro de la Junta Directiva de Pdvsa, fue parte del reportaje de CNBC y con él profundizamos en el tema, que resulta crucial para el futuro inmediato de todos los venezolanos: “Este es un caso estrambótico. Se trata de una mini empresa que se topa con un gran proyecto que le queda grande. No niego que puede haber desarrollado cierta especialización en perforación horizontal, pero transportar la maquinaria y disponer de capacidad gerencial, en el ambiente que reina en Venezuela, resulta un problema operativo y de experticia técnica que no creo pueda superar esta empresa”.

– Todo eso puede ser superado si se cuenta con una buena base financiera…

– Cuando una pequeña empresa suscribe un contrato de esa naturaleza, suele contar con un garante que le permite responder por lo que está firmando como obligación contractual. Y ahí también se cae este proyecto.

– ¿No acudieron a una firma canadiense, Callidus Capital, en busca de soporte financiero?

“PDVSA es muy buena lavando dólares del narcotráfico”
Pedro Mario Burelli, exdirectivo de Pdvsa

– Se descubrió que hubo una falsificación de firmas y me sorprendió que la empresa no diera respuesta a ese tema. Sin embargo, al observar el producto final del trabajo de investigación realizado por la CNBC, llegamos a la conclusión de que hay algo muy raro si consideramos que contratos como este se hacen bajo normas no aplicadas en este caso.

– ¿Qué busca el gobierno venezolano en todo esto?

– Creo que hay un intento desesperado por aparentar que todo está normal. Pretenden transmitir la idea de que no importa que el presidente Trump esté tomando posiciones frontales en su contra porque aquí (en EEUU) hay compañías dispuestas a hacer negocios con ellos. De allí el show, obligatorio, según la compañía, que montó el gobierno para anunciar el convenio con la Horizontal Well Drillers. Recuerdo que durante la apertura petrolera (años 90) vinieron empresas de todas partes y con ninguno se politizó montando un espectáculo en la que participara el presidente.

– ¿Qué sentido tenía montar el show si operativamente el proyecto es irrealizable?

– La pregunta es si alguien engañó a Maduro y montó un segundo contrato con otra empresa que sí tendría la capacidad de llevar adelante el proyecto. De hecho hay un acuerdo con Halliburton. Pero queda claro que la compañía de Oklahoma resultó confusa y evasiva ante la insistencia de los periodistas de CNBC. De manera que no sabemos si el show se montó para nada o si hay, detrás de esto, un grupo de venezolanos que se están beneficiando.

– ¿Te refieres a directivos de Pdvsa?

– La impresión palpable es que Pdvsa está en manos de unos tipos que la han utilizado para lavar dinero procedente del narcotráfico mexicano, colombiano y venezolano. Básicamente venezolano. En esa dirección ya dejaron de ser prioridad la producción, exploración, refinación y transporte de petróleo y toda operación que realicen estas personas puede ser una tapadera para lavar dólares.

– ¿En vez de petrodólares trabajan con narcodólares?

– Pdvsa es muy buena como lavadora de dinero porque tiene muchísimas relaciones, cuentas por pagar, cuentas por cobrar, relaciones de todo tipo, múltiples clientes, suplidores de toda naturaleza. Por su contabilidad pasan grandes transacciones y esa complejidad, si cae en manos criminales, se convierte en un sueño hecho realidad. Ese es el caso de Pdvsa, la única petrolera dedicada a tal actividad. Por eso el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sanciona al vicepresidente de Finanzas de la empresa y a otras personas que son clave para el manejo de operaciones de lavado.

– ¿Personas cómo quiénes, por ejemplo?

– Como Elí Malpica, extesorero de la República y exvicepresidente de Finanzas de Pdvsa, y Alejandro Fleming, quien maneja Cencoex, vale decir, la estructura de control de cambios. Todo ese mecanismo ilegal está sancionado por el Departamento del Tesoro. Luego vienen las sanciones que limitan las relaciones de CITGO con Pdvsa porque están tratando de cercenar la posibilidad de que la segunda sea utilizada para esos fines.

– ¿Cómo se vincula con esto el caso de Horizontal Well Drillers?

– Se sitúa en ese contexto. Sin decirte que es parte de esto, tú observas una serie de actividades turbias en una empresa pequeña destinada a cumplir un contrato tan grande que la desborda. Deduces, entonces, que se está tratando de montar algo que no tiene nada que ver con el deficiente manejo de los campos petroleros venezolanos. Aquí hay otra cosa. No te lo puedo asegurar, pero es obvio que está dentro del contexto de una hipercriminalización de la empresa.

– Se dice que vendrán sanciones, no ya a personas sino a instituciones.

– Cada vez es más intenso el ruido sobre la posibilidad de prohibir las exportaciones de componentes y productos de Estados Unidos a Pdvsa o incluso de prohibir la importación de crudo y productos de Venezuela a Estados Unidos. “Por ahora” es la respuesta cuando las instituciones financieras preguntan al Departamento del Tesoro sobre lo conducente de una determinada operación. Creo que le están dando un tiempo para que corten sus vínculos ante unas acciones más duras. Así tendríamos que plantearnos, los venezolanos, el problema de que nuestra principal empresa no solo está en el declive de su producción y en la caída de sus ingresos sino que ahora es clasificada como un ente criminal.

– ¿Podría, como lo reclamó el presidente argentino, Mauricio Macri, decretarse un embargo petrolero?

– La situación es tan grave que todas las opciones están sobre la mesa. Si se llega a un embargo petrolero o a una forma de bloqueo es porque el régimen lo llevó hasta ese punto. Los países de las Américas han venido siendo informados sobre los desarrollos políticos, económicos y sociales en Venezuela y el grado de preocupación que percibí en el Grupo de Lima se refleja en las declaraciones de los presidentes Macri y Santos. Para el colombiano la situación venezolana se ha convertido en una pesadilla a la que no se le encuentra solución. Macri, por su parte, está haciendo una propuesta que seis meses atrás no habría encontrado el apoyo que estamos apreciando hoy.

Roberto Giusti, periodista venezolano. Escribe desde Oklahoma, EEUU.

 

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