VÍCTOR SUÁREZ –
Julio Borges llegó el martes en la tarde a Estrasburgo. Antonio Ledezma lo hizo el lunes. Borges rondaba Roma, donde habló con el secretario de Estado vaticano Pietro Parolín y con el ministro de Relaciones Interiores Angelino Alfano y también participó en un foro organizado por el Congreso italiano. Ledezma le había sacado un día de ventaja en Francia, con la inauguración de una exposición callejera conmemorativa en el centro cultural Lieu d´Europa, ofreciendo entrevistas por doquier, abrazando venezolanos que asistían a las jornadas especiales que el Parlamento Europeo había preparado con motivo de la ceremonia que se celebraría el miércoles 13 a las 12 del día. A partir del martes en la tarde, Borges y Ledezma estuvieron juntos todo el tiempo, apegados al protocolo oficial. Ambos eran las estrellas principales en la entrega del Premio Sájarov 2017, otorgado, en su 30ª edición, a la Asamblea Nacional y a los presos políticos venezolanos «en reconocimiento de la lucha por la libertad de conciencia, los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela».
La plenaria del Parlamento Europeo, que discurrió entre el 11 y el 14 de diciembre, tenía en agenda decenas de temas por discutir. Cada uno reclamaba urgencia, según los intereses nacionales, económicos, políticos o culturales que le asignaban los 28 países de la Unión Europea. Desde las condiciones que finalmente deberá cumplir el Reino Unido antes y después de ejecutar su salida de la UE (Brexit), hasta si autorizaba o no el uso de fosfatos como aditivos en la carne de kebab, tanto de cordero, ternera y pollo. Desde la discusión de propuestas para evitar y combatir las prácticas bancarias reveladas en los Papeles de Panamá, hasta la situación de los migrantes y solicitantes de asilo libios, que están siendo sometidos a tratamiento inhumano e incluso esclavizados. Pero el punto destacado de la plenaria, única actividad que realiza en la sede de Estrasburgo el Parlamento Europeo, era Venezuela.
Por eso estaba allí una buena barra de venezolanos, entre ellos invitados oficiales y periodistas (también invitados).
EXPLICACIÓN DE UN CONSENSO
-No es un premio -insistía Leopoldo López Gil al secretario general del partido español Ciudadanos Albert Rivera y al eurodiputado Javier Nart en las afueras del hemiciclo-, es un reconocimiento a la lucha de los venezolanos.
La eurodiputada española Beatriz Becerra, la primera en impulsar el caso venezolano como merecedor del galardón anual, considera que el Sájarov es mucho más que un reconocimiento, «es el alma del Parlamento Europeo y es un arma del activismo político. Quiere decir que los ciudadanos europeos están al lado de los venezolanos y de todos los presos políticos. Y era importante otorgarlo rápido, este año, pues en Venezuela todo va a peor, donde no existe una sola cosa que haya mejorado.»
Inicialmente había tres propuestas, cuenta el eurodiputado José Ignacio Salafranca: La nuestra (Partido Popular Europeo y Alianza de Liberales y Demócratas) y otras dos, la del periodista-dramaturgo-escritor sueco-eritreo Dawit Isaak, encarcelado desde hace 18 años, y la de la activista guatemalteca por los derechos humanos Lolita Chávez. Sometidas a votación, ganó con mucho la candidatura venezolana. Los otros dos candidatos resultaron finalistas.
Eso lo explicaban a cada momento, en todas las sesiones de seminarios y ruedas de prensa, como una manera de contrarrestar las opiniones contrarias, que aducían que el premio no debía ser otorgado a «políticos». Elena Valenciano, eurodiputada española (PSOE), integrante de la bancada de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, aseguró que ello «solo fue un comentario al margen» que no hizo mella a la candidatura venezolana: «Fue seleccionado por consenso de todos los presidentes de los grupos políticos y así se acordó, nadie se opuso».
Sin embargo, a la ceremonia de entrega, que comenzó con 20 minutos de retraso, no asistió el grueso de los 52 diputados del Grupo Confederal de la Izquierda Unida, comúnmente llamada «la Ultraizquierda Europea», aunque sí los cinco parlamentarios del partido español Podemos, que sí calentaron sus asientos, sin decir palabra, puesto que al parecer han decidido ponerse de perfil y pasar agachados, escondiendo su rabo de paja.
EL DESTINO DE LOS EUROS
¿Y los 50.000 euros? El destino del premio «en metálico» no era tema de discusión entre los europeos, pero sí entre los venezolanos. Tal cifra, vista desde un país en bancarrota y con una moneda hiperdevaluada, es considerada una enormidad. Pero esos 50 mil euros representan apenas la mitad del valor del pedido de 18 botellas de vino rojo marca Pomerol Petrus cosecha 1990 que hizo en 2012 el extravagante corrupto Diego Salazar Carreño, primo del exministro de Energía de Venezuela Rafael Ramírez Carreño, según reveló el jueves el diario El País. Esas bolibotellas formaban parte de un lote de otras 676 que por un monto de 493.573 euros fueron abonados a la tienda Lavinia en París.
Cuando le preguntaron a Borges sobre el destino de los 50 mil euroáguilas, esbozó la posibilidad de crear una cátedra universitaria sobre derechos humanos. Cuando le preguntaron a Ledezma qué hacer con esa suma, respondió que debería ir para los familiares de los presos políticos. Cuando le consulté a José Ignacio Guédez, secretario general de la Causa R y abogado del exalcalde de Barquisimeto Alfredo Ramos, preso en El Helicoide, respondió que «se está conformando una base de datos que terminará en la formación de una asociación, no sabemos todavía en qué formato, pero se está consciente de que estará formada por todos los presos políticos censados por el Foro Penal, e incluye también a familiares de los fallecidos y algunas personas lisiadas o heridas que dejó la represión durante los días de protestas. Se estudia que sea bastante masivo y que pueda llegar a la mayor cantidad de gente posible».
-Tampoco es mucho…
-Claro, en ningún caso ese monto va a resolver el problema…
El Parlamento Europeo no quiere, ni por asomo, meterse en ese euro-peo. «Nuestro trabajo terminó al decidir y entregar el premio, el resto es un trámite administrativo», dice con sus manos muy lavadas el eurodiputado Salafranca.
BORGES EL IMPASIBLE
Borges pocas veces sonríe. Durante su estancia de 48 horas en la llamada «mole inútil» o «circo ambulante», un edificio gigantesco que solo se abre para las plenarias doce veces al año en sesiones de cuatro días, Borges porta una cara amarrada, camina apresurado mirando al suelo, como Maduro al bailar salsa. Cuando asiste a la inauguración de una exposición fotográfica en honor a la lucha universal a favor de los derechos humanos («They defend our freedoms«), se escapa a tomar agua de una copa que le procura Alejandro, su asistente de prensa, mientras habla el dignatario encargado de oficiar la ceremonia. Cuando va a la rueda de prensa posterior a la entrega del premio, saca un pañuelo (o una servilleta) para limpiar la pantalla del teléfono móvil y se pone a chatear, mientras el presidente del PE Antonio Tajani responde preguntas. Cuando en las redes sociales algunos escabrosos venezolanos empiezan el martes a discutir sobre el destino de los 50 mil euros y las negociaciones en Santo Domingo, Borges se desespera y deja colgados a nueve medios europeos que le habían solicitado entrevistas. Cuando Ledezma termina su discurso en el hemiciclo, se le acerca, le extiende la mano derecha y luego le abraza, pero ni siquiera sonríe, como si se tratara del «Abrazo de Santa Ana», en Trujillo, escenificado el 28 de noviembre de 1820 por el patriota Simón Bolívar y el realista Pablo Morillo.
El último en entrevistarlo antes de la veda del martes fue el periodista Rafael Panadero Carlavilla, jefe de la sección Internacional de la Cadena SER. En cena con periodistas en el restaurant La Fossile, Panadero contó: «No lo vi incómodo (ante las preguntas), solo que no le quitaba la vista al móvil».
Se le vio más distendido cuando estuvo con Tajani y el resto de los laureados en la firma del libro de actas del Parlamento Europeo, y mucho más sonriente cuando entró al foro y recibió los primeros aplausos, pero durante su poco emocionante discurso leído en la ceremonia oficial se mostró bastante frío, talante que muchos notaron y hasta reprobaron.
Borges habló al menos en cuatro ocasiones de las «elecciones (presidenciales) que se celebrarán en los próximos meses». ¿Cuáles elecciones? Estaba a dos días de viajar a República Dominicana, como cabeza opositora en la segunda ronda de negociaciones con el régimen de Maduro, en las que no se vislumbra acuerdo alguno, aunque en la primera ronda «hemos avanzado», según apuntan unos y otros.
Borges sabe pasar factura. Recordó que en marzo de este año se había reunido con la directiva del Parlamento Europeo en Bruselas. «Allí comenzó el tejido internacional (de la solidaridad mundial con la causa venezolana), y de eso estoy orgulloso». Nadie le quita lo bailado.
EL FUELLE DE LEDEZMA
Ledezma en cambio coge fuelle en el extranjero. Ajuar renovado, corbatas distintas cada día, trajes nuevos, porque su armario lo dejó en casa antes de salir al exilio con lo puesto. Se le nota chispeante y atento en todo trance. Su esposa Mitzy le asiste, le traduce al oído, le presenta gente importante que ha conocido en sus incansables travesías con Lilian Tintori, le aplaude desde las gradas del hemiciclo, es su principal animadora. El lunes concede una entrevista a Televisión Española (RTVE) y conversa con los periodistas venezolanos presentes, menos conmigo, que no llegué a tiempo. Se ve copado por los medios, aparte de las reuniones y encuentros oficiales. Borges cita a Andrei Sájarov, a Lech Walesa y a Rómulo Gallegos, Ledezma cita a Leopoldo López y a Rómulo Gallegos. Al término de las jornadas de Estrasburgo se dirige a Luxemburgo, donde visita el parlamento y se reúne con el jefe de Estado, Enrique de Nassau-Weilburg y Borbón-Parma, que es el actual Gran Duque de Luxemburgo. «Sus discursos son un mitin de pueblo», me dice una periodista, aunque resultó comedido en el análisis de la situación venezolana y sobre la conducción de la lucha para derrocar a Maduro. Pareciera que cuando se junta con María Corina Machado y Diego Arria se transformara. Pero también da la impresión en esta oportunidad de haber pactado una tregua, dada la circunstancia de «estar en casa ajena».
El citado José Ignacio Guédez, el secretario de la Asamblea Nacional que renunció por desacuerdos con la conducción política opositora, opina que durante los tres días en Estrasburgo «no hubo ningún tipo de diferencias. Los actores se comportaron a la altura, los voceros principales, Borges y Ledezma, se mantuvieron siempre en armonía, sus discursos fueron totalmente coincidentes, no hubo diferencias de ningún tipo. Ahora, que la oposición está viviendo en estos momentos una crisis, es cierto, pero el problema no es la Unidad, hemos ido juntos en todos los procesos, el problema sigue siendo la dictadura».
Aunque es un líder usualmente bien estructurado en sus discursos, Ledezma tiene problemas con algunos verbos, que al conjugarlos a veces se lanza por un barranco. Durante su intervención en la rueda de prensa con Tajani construyó una frase que incluía «las armas que blandean los militares». Son 28 países, decenas de idiomas distintos y diferentes. Quiso decir blanden, del verbo blandir, pero no le salió la jugada. Blandear puede ser cobija (blanket) en inglés; o también ondulación, en finés (heilutella); o techo en alemán (decke). Minucias, se dirá, nada comparables con las carencias, digamos, de Manuel Rosales.
LA SONRISA DE TAJANI
Antonio Tajani, en cambio, nunca perdió la sonrisa, ni se dejó vencer por el agobio. Manejar ese parlamento, con 751 voces distintas, es un paquete que Diosdado Cabello no resistiría un segundo. Este socialcristiano italiano lidia con cientos de temas mundiales urgentes que deben dejarlo exhausto cada jornada. Sus problemas son los de 743 millones de europeos. Seguramente no le fue demasiado tortuoso comprender lo que sucede en Venezuela. Empezó a hablar de ese caso cuando nadie en Europa se preocupaba por ella, acotó un periodista de la RAI, televisión italiana. Podría decirse que es el equivalente en América Latina y el Caribe a Luis Almagro, el de la OEA. O de Marco Rubio, en el Congreso de Estados Unidos.
La modestia de Tajani refulge: «las decisiones sobre Venezuela han sido del Parlamento Europeo, no mías», pero inmediatamente se sincera sobre las causas de su acompañamiento decidido a la lucha por el rescate de la democracia plena. Una, los miles de italianos que viven allí, en las mismas paupérrimas condiciones de los 30 millones de nativos, y dos, un hecho crucial: «la agresión verbal y casi física de que fui víctima de parte de un parlamentario de Maduro».
Se refería al diputado chavista Darío Vivas, quien durante un encuentro entre colegas europeos y latinoamericanos, celebrado el 17 de mayo del año pasado en Lisboa, insultó y se abalanzó sobre el entonces vicepresidente del Parlamente Europeo, en reclamo violento ante críticas que había hecho al régimen venezolano. Vivas le increpó: «Eres una desgracia». Tajani replicó: «Sei una vergogna, sei una dittatura e speranze carcere» («Eres una vergüenza, ustedes son una dictadura y los espera la cárcel»). Vivas, más atolondrado que de costumbre, persiguió al italiano e intentó golpearle. El diputado español Ramón Jáuregui se interpuso y evitó lo peor.
De allí en adelante Tajani es mucho más amigo de los demócratas venezolanos.
En el Sájarov, fue preciso en sus declaraciones sobre la crisis del país: apoya las sanciones de Europa contra personeros del gobierno, apoya la conformación de una misión de observación internacional que concurra a unas elecciones confiables y equilibradas, pero advierte que «deben ser los venezolanos quienes decidan cómo y quiénes les van a ayudar».
Y repitió varias veces: Este premio es para todos los venezolanos.
JOYEUX NOËL
En Estrasburgo había comenzado la Navidad, de la que presume ser su capital mundial… Brillaban las luces multicolores e intermitentes y los mercadillos incomparables en esta ciudad bimilenaria que ha sido francesa, alemana y de nuevo francesa, con su propia Notre Dame en el centro. También es multisápida y símbolo de la reconciliación europea, única excusa para que se haya enraizado allí una de las tres sedes del Europarlamento.
Fue cuna de un movimiento independentista en noviembre 1918 que declaró la «República social de Alsacia y Lorena». Solo duró 10 días, una eternidad comparada con los 8 segundos de vida de la última República Catalana y con las 48 horas de la República Plutocrática de Carmona Estanga en 2002.
Eres formidable Victor Suarez, el relato hizo como que si estuviésemos allí. AuraMayoral Dordy
Gracias por el piropo, querida Aura. Un abrazo!