ELIZABETH ARAUJO –
Miguel Villarroel apuesta al talento de sus compatriotas que incursionan lejos de casa y se atreven a llevar su propio negocio. Hablar de ello es una de las razones de los encuentros mensuales de Venezuelan Business Club Barcelona, organización de desarrollo empresarial, donde la comunidad venezolana se reúne para ayudarse entre sí, contándose sus éxitos pero también sus fracasos.
“Nunca verás un venezolano mendigando en una calle de Nueva York, Madrid, Houston, Barcelona, Bogotá o Miami”. La frase suena a proverbio inventado por alguien en plan de vender un manual de autoayuda. Pero Miguel Villarroel, abogado penalista, 43 años, podría citarla con propiedad, porque desde que empacó sus 30 años para salir del país no ha hecho más que conocer a gente útil. Un profesor que montó una arepera en Madrid, o el ingeniero petrolero que ha obtenido éxito como community manager en Miami o el médico que se dedica hacer mudanzas en Houston, mientras se paga los cursos de actualización en su especialidad.
Villarrroel es en sí mismo ejemplo de ese entusiasmo. Egresado de derecho penal en la UCAB (Summa Cum Laude), cinco maestrías y dos doctorados. Fue además profesor de esa universidad. Hoy está frente a otro desafío.
DE LAS EXPERIENCIAS A LAS LECCIONES
Los argumentos y relatos suelen variar, pero estas experiencias de vida que intercambiaron una treintena de jóvenes y no tan jóvenes emprendedores, reunidos en la primera Limonada de 2017 en Barcelona, sirvió para mostrar la Venezuela que se prepara en el exilio para volver, aunque algunos obtengan la residencia y opten por continuar sus vidas lejos de casa.
-¿Cuál fue la razón de fundar Venezuelan Business Club?
-Esta organización nació en EEUU. Ocurrió hace 14 años, y te voy a ser franco: yo salí de Caracas a Miami, con ánimos de incursionar en los negocios; pero observé que los emprendedores cubanos se ayudaban entre sí, mientras que los venezolanos nos manteníamos desunidos, sin comunicación como grupo. Y eso que todavía no se había emergido el fenómeno de la emigración en masa. Entonces pensé que no debíamos vernos como rivales sino como socios, como parte de un equipo, y surgió la idea de incursionar en la actividad empresarial, apoyándonos unos a los otros. Asumimos la oportunidad de darnos una visión diferente de hacer negocios. La idea era que la gente se orientara. Nos reunimos con empresas importantes, realizamos desayunos de negocios. Muchos desconocían cuáles eran los beneficios del negocio. Yo lo palpitaba y creía que había que hacer algo. Fue, en mitad de estos desayunos de negocios, charlas sobre emigración o temas legales, o de cómo emprender o crear una empresa que nació Venezuelan Business Club.
-¿VBC está dirigido solo a empresarios?
-No necesariamente. Pueden pertenecer a VBC tanto empresarios como educadores, jóvenes que buscan emprender. Se trata de una organización abierta a la comunidad venezolana, de gente que busca hacer negocios e intercambiar ideas de cómo triunfar en esta actividad. Tampoco es necesario tener un negocio para integrarte a VBC. Aquí se reúne gente que quiere crecer y tiene ideas de desarrollo para los negocios y hacer su networking. La organización los orienta a través de charlas de negocios, de bienes y raíces, entre muchas áreas para ser empresario Esta es la clave de por qué nuestras reuniones son exitosas: hay un flujo de ideas de personas emprendedoras que te dicen cómo o no hacerlo. Un venezolano que emprende aquí es un punto a favor del futuro de nuestro país. Nuestra sede en España tiene 4 años. Funcionamos en Madrid, Barcelona y estamos por abrir una sede en Canarias. El equipo de VBC es de primera: gente muy entusiasta que trabaja por la organización. Hoy VBC tiene un programa de radio en Venezuela y otro en la televisión en Miami: VBC informa, noticiero semanal.
-¿Resulta difícil integrarse a otro país y, más aún, emprender un negocio, incluso sin tener la experiencia?
-Las emigraciones son totalmente diferentes en todos los países. Se sabe que somos más de 2 millones de venezolanos en el mundo, casi el 7% de la población nacional. Y la gran mayoría de estos compatriotas son profesionales, lo que ha facilitado su adaptación y desarrollo para crear sus propias empresas. El venezolano emigra porque no hay seguridad jurídica ni política en el país. Buscan nuevos horizontes. Quizás no trabajan en su propia rama, pero cuando comienzan a experimentar en otra actividad, descubren la clave del éxito. Ahora ¿por qué España? Venezuela ha sido país de acogida de muchos españoles, y por eso ahora España lo retribuye. Hoy BVC tiene cinco sedes: Houston, Washington, Barcelona, Panamá, Bogotá y Caracas, y estamos en conversaciones tanto en Italia como en México. El futuro es seguir creciendo en otras ciudades del mundo. Existe una globalización y tienes acceso a todo. Hay reglas que hay que cumplir pero hay libertad de acción. Y así empezó llegar a más gente. En EEUU hay más de 1.200 empresas de venezolanos. Todas son exitosas.
ESPAÑA, LAS IDEAS BROTAN A MONTÓN
Por su parte, Mariella Díaz Blanchart, presidenta de Venezuelan Business Club Barcelona, destaca no sin asombro el éxito que ha alcanzado la organización en Madrid y Barcelona, entendiendo que ha sido España el destino de muchos profesionales venezolanos que han emigrado en los últimos años.
“Esperamos que estas reuniones sean tan motivadoras como hoy, porque cada día vemos más emprendedores en España. El emprendimiento y la voluntad del venezolano a superarse vienen juntos. No emigramos de forma confortable sino que lo hacemos para emprender y ayudar a toda la comunidad”, explica esta periodista que llegó a la capital de Cataluña y la adoptó como su ciudad.
-¿Cómo califica el ambiente de emprendimiento en Barcelona?
-De muy prometedor. En Barcelona desarrollamos eventos en los cuales integramos también a los catalanes, y aprendemos y aportamos ideas, valores y nos contagiamos mutuamente las ganas de emprender. Es que además, Barcelona favorece el crecimiento y es la segunda ciudad española de gran presencia venezolana, con grandes oportunidades de invertir. Hemos elaborado un calendario de actividades en networking. Siempre hay innovación. Hay un plan estratégico de innovación con todo el potencial que somos los venezolanos, que yo reitero que somos un caldo de cultivo de talentos.
-¿Cuáles son las áreas en Cataluña donde más se destaca esta actividad de emprendimiento?
-En el sector industrial y de servicio. Casi el 100% de las empresas donde están involucrados inversores venezolanos tienen sedes en Barcelona. Independientemente del nicho de trabajo que desarrollen. Toda empresa requiere servicios profesionales y esta actividad económica muy favorable es un escenario ideal para el venezolano profesional o con entusiasmo para trabajar y crecer.
LIMONADA, LLEGO TU OPORTUNIDAD
En el evento denominado La Limonada, que se desarrolló en enero pasado, en Barcelona, VBC brindó la ocasión ideal para conocer personas de alto perfil profesional y emprendedores exitosos en la ciudad condal. En la cita, realizada en los acogedores espacios de Canvas Barcelona, en las Ramblas, se incorporaron nuevos miembros de Venezuelan Business Club Barcelona. El encuentro contó con la presencia del fundador y presidente del VBC International, Miguel Villarroel, quien agradeció el interés de los asistentes por constituir la sólida red de la comunidad venezolana empresarial en Barcelona. Villarroel anunció la visión del Club para 2017 en cuanto a crecimiento de la red de chapters, miembros y la actualización tecnológica. Por su parte, Mariella Díaz Blanchard, presidenta del chapter Barcelona del VBC, mostró algunos datos sobre las favorables perspectivas económicas para España y Barcelona en 2017 y los beneficios de invertir. Asimismo instó a los asistentes a seguir creciendo en el desarrollo y diversificación de sus negocios, aprovechando el privilegio de vivir en una ciudad que ofrece innumerables oportunidades como lo es Barcelona.