EVARISTO MARÍN –

Con mucha audacia, bastante inteligencia y un optimismo indoblegable, Iván Cardozo Yánez y su esposa, también periodista, Mariela Contramaestre, convirtieron a Sol de Margarita en un extraordinario diario y excelente negocio periodístico. No es cualquier cosa recordar que su alta calidad tecnológica y estilo lo transformaron en pocos años en uno de los principales periódicos venezolanos, con el mayor liderazgo e influencia en circulación y ventas en Margarita y Coche. Con todos los elogios y admiración que eso merece, de ninguna manera esa pudiera definirse como una fácil proeza. No lo fue en absoluto.

En primer lugar, porque luego de vivir un esplendoroso comienzo con el famoso Ché Fernández Unseín, como editor jefe, y el apoyo financiero del Grupo González Gorrondona, asociado a la empresa editora, el periódico fundado por Iván Cardozo, en 1972, fue forzado a un intempestivo cierre seis años después. Su modernísima rotativa vertical, tan admirada por los ávidos compradores de las tiendas de Zona Franca del Centro Comercial Bella Vista de Porlamar, pues funcionaba a la vista del público, en un local protegido por grandes vitrales, formaba parte de los bienes embargados al ser intervenidos el Banco Nacional de Descuento y sus empresas filiales.

50 años de Sol de Margarita
-¿Cómo se convirtió el Grupo González Gorrondona en copropietario de Sol de Margarita?
-En realidad, nunca fue copropietario. Hubo un acuerdo en 1975 según el cual ellos ponían la maquinaria y nosotros poníamos el nombre del Sol de Margarita. Fue una combinación comercial.
-Cuando quiebran el grupo y sus empresas, ¿qué pasó con el Sol?
-Yo seguí con el periódico, con muchas dificultades, y lo edité en prensa plana, solo, enfrentado todos los problemas que me quedaron. Ese periódico había servido para intereses específicamente comerciales, y no sociales, que atendiera los problemas de la comunidad. Corregimos nuestros errores y comenzamos un proyecto editorial más independiente.
Entrevista de Eleazar Díaz Rangel a Iván Cardozo. En «La prensa venezolana en el siglo XX». Caracas 1994.

En estos momentos, por la imposibilidad de importar papel debido a las restricciones gubernamentales y a causa de la sistemática reducción del mercado publicitario venezolano –hoy en día una calamidad generalizada, incluso hasta para los medios de comunicación afectos al régimen chavista– cuando celebra sus 50 años, este sábado 7 de mayo de 2022, Sol de Margarita, bajo la responsabilidad total de Mariela Contramaestre, tras el fallecimiento de su esposo Iván Cardozo Yánez en 2009, como casi todos los diarios de nuestro país, está limitado en su edición al formato digital y el esfuerzo de su empresa periodística y del escaso personal a cargo de su publicación, está dedicado a sobrevivir en la Web, con la mejor presentación posible y sin perder su liderazgo en la noticia, como único medio de existencia.

Para Iván Cardozo el cierre del BND y sus empresas filiales, fue un momento de gran descalabro, pero el emprendedor periodista rescató legalmente el nombre de su periódico y optó por transformarlo en un semanario de 24 páginas y 1.500 ejemplares, editado en los talleres del Diario de Oriente, en la avenida Intercomunal de Barcelona y Puerto La Cruz, con El Cojo Ebert J. Lira, de periodista diagramador. Por orden de su propietario, Fucho Tovar, la editora del Diario de Oriente le otorgó a Cardozo un crédito para imprimir el Sol. Al Cojo Lira le pagaba su trabajo con unas botellas de whisky y de vodka adquiridos en Rattan Plaza, por canje publicitario. «Caer es fácil, lo difícil es levantarse; pero con perseverancia y voluntad todo se puede lograr», me dijo Cardozo, con mucho optimismo, en una de esas ocasiones cuando se aparecía los viernes en la redacción del Diario de Oriente con un maletín repleto con carpetas de cuartillas y fotografías.

Cenar con Cardozo en algún restaurant del Paseo Colón y acompañarlo hasta la hora de verlo embarcar en el ferry de medianoche, con sus paquetes de periódicos rumbo a Margarita, se convirtió en una rutina semanal para nosotros. En esa época, yo era jefe de redacción del Diario de Oriente y el Cojo Lira, editor jefe, siempre apurado para cerrar la última página antes de las 10 de la noche. “Guitarristas, si no entregan las noticias temprano, me van a trasnochar sin un whisky”, gritaba, sin recato, en la sala de redacción. Un día una periodista joven y bella, recién incorporada y ajena por completo a la jerga del Cojo Lira, se le alzó y le gritó, endemoniada, “¡Respeto, Señor Lira, yo no soy ninguna guitarrista!”. La carcajada fue general.

En Punta de Piedras, antes del amanecer, un amigo y socio distribuidor, esperaba a Cardozo con una camioneta. Cada sábado en la mañana el Sol de Margarita estaba en los kioskos de la 4 de Mayo y en otros lugares de la isla, mientras el director, editor, reportero y único propietario se iba a dormir trasnochado a su apartamento de Porlamar. Recuerdo que en esa época, el Sol no tenía reporteros. Su único redactor y publicista era el director Iván Cardozo Yánez y su contenido era de pocos sucesos y mucho deportes y farándula. Cardozo se las ingeniaba para conseguir muchos avisos, pero gran parte de estos eran por canje. Eso ocurría con los anuncios de Aeropostal, Rattan y gran parte de los hoteles y restaurantes de Porlamar.

Sol de Margarita
Iván Cardozo (2009) y Mariela Contramaestre (2022)

Cardozo, quien nació en Caracas en 1932, se hizo periodista en México y se radicó en Porlamar. Al regresar a Venezuela desde el país azteca, fundó el Sol como semanario, en blanco y negro, el 23 de noviembre de 1972. El periódico, de muy reducida circulación, se imprimió primero en Caracas y luego en Puerto La Cruz, hasta 1975, cuando la asociación con el grupo bancario de J. J. González Gorrondona, lo convirtió en diario, con rotativa financiada por el BND y modernas oficinas en el Centro Comercial Bella Vista, en la calle San Rafael de Porlamar, muy cerca de una tienda de electrodomésticos propiedad del periodista y locutor Aquilino José Mata, quien acaparaba sintonía con su programa “La Opinión Ajena”, en Radio Nueva Esparta. En 1976, Sol de Margarita fue galardonado por primera vez con el Premio Nacional de Periodismo al mejor diario regional.

Tras el cierre forzado por la crisis financiera del grupo González Gorrondona, en diciembre de 1978, el Sol de Margarita estuvo fuera de circulación durante cinco meses y luego de imprimirse por aproximadamente tres meses como semanario en los talleres del Diario de Oriente, reaparece como diario el 7 de mayo de 1979, impreso en una vieja prensa plana y en una casa alquilada, que servía de oficinas y talleres, en el sector Toporo del Valle del Espíritu Santo. A partir de entonces, el 7 de mayo fue adoptado como el día del aniversario. Iván Cardozo y su joven esposa, también periodista, Mariela Contramaestre, aparecen como editores de la publicación.

Con el fallecimiento de Cardozo, el 4 de junio de 2009, luego de largos tratamientos a causa de leucemia, Mariela Contramaestre, quien estaba a cargo desde el 2007, se convierte en directora editora y única propietaria. Actualmente el periódico solo es publicado en edición digital y redujo notablemente su plantilla administrativa y de periodistas. Por decisión de su directiva, cinco de sus trabajadores están incorporados desde 2008 como socios de la empresa.

Luego de imprimirse durante dieciocho años en el Valle del Espíritu Santo, el diario margariteño fue mudado en febrero de 1997 a una moderna sede propia y dotado de modernas maquinarias y equipos de alta tecnología, en la calle Fermín, sector Genovés, de Porlamar. El edificio fue diseñado arquitectónicamente para el funcionamiento de administración, redacción y talleres, con espacios para dar a todos un lugar de trabajo cómodamente apropiado. El mejoramiento profesional y técnico de su personal está entre las prioridades.

Hoy trasciende todas las fronteras a través de Internet con su sitio web www.elsoldemargarita.com.ve


 

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