IÑAKI ANASAGASTI –
Sesión vespertina en el Parlamento Vasco. Se debate, entre otras, una moción sobre la situación de Venezuela, un tema que a Bildu y Podemos molesta. Se presentan enmiendas por parte de los Grupos al texto de Carmelo Barrio del PP. La discusión es acalorada. En la tribuna de invitados tres personas de la Asociación Vasco Venezolana siguen con angustia el debate. Dos lloran ante los argumentos de Podemos. Son venezolanas y lo que dice Íñigo Martínez Zatón, el portavoz del partido chavista, es mentira de principio a fin. Al finalizar, la presidenta Bakartxo Tejería tiene palabras amables con ellas. Lo han pasado mal.
Me informan que el portavoz de Podemos, un bilbaíno procedente de IU, me ha nombrado y dicho que apoyé el golpe que los militares dieron a Chávez en el 2002.
El tal Iñigo Martínez tenía cuatro años cuando el teniente coronel Chávez le dio el golpe de estado al presidente Carlos Andrés Pérez en 1992 y de Venezuela solo sabe lo que las consignas del chavismo le han pasado. Y son demoledoras por lo falsas y ayunas de sensibilidad hacia la gente que sufre, y sufre mucho en Venezuela. Cárcel, persecución, falta de medicinas y alimentos, cierre de la Asamblea, insultos, torturas. Se dan cuenta que este parlamentario vasco es un pequeño monstruo. Todo eso le da lo mismo. El repite lo que le dicen.
En cuanto a lo del golpe de estado me sobrevalora.
En primer lugar, repito, quien dio el golpe fue Chávez al presidente socialdemócrata en 1992. Lo repito y lo seguiré repitiendo, algo que no gusta a los chavistas. Y mató al hijo del delegado vasco, Gaizka Etxearte, crimen sin ser resarcido. Luego vino aquel golpe de 2002 combinado de militares y empresarios del que me acusa.
Lo único que sé es que se produjo y duró apenas dos días. En ese tiempo el cónsul de Venezuela en Bilbao Jabier Loyola me llamó. Había sido puesto en el consulado por el chavismo, aunque procedía de la democracia cristiana y, viendo que si prosperaba el golpe su puesto estaba en peligro, y, ante eso quería el muy insensato que yo hablara con quien pudo haber sido el Canciller de aquel gobierno, el político Rodríguez Iturbe. Le contesté que nada sabía ni del golpe ni de Iturbe y que bastante trabajo tendría Rodríguez Iturbe para que se ocupara de él. Y ahí quedó la cosa.
El lunes, Chávez había vuelto a Miraflores y el cónsul, en lugar de llamarme y pedirme que no dijera nada, convocó una rueda de prensa para decir que yo le había presionado y alentado el golpe. Mentía para protegerse.
Con las mismas conté públicamente la verdad. El quiso que Íñigo Urkullu, por entonces presidente del EBB, le recibiera. Urkullu se negó y yo le llamé al embajador de Venezuela contándole la verdad de lo ocurrido con el chaquetazo de Loyola. Al poco se lo llevaron, afortunadamente. Era un tipo muy poco recomendable. Un marrullero sin alma ni principios.
Esa es la historia a la que seguramente Martínez se refirió en el debate. Mentira sobre mentira. Eso es el chavismo.
Afortunadamente el PNV, el PP y el PSOE aprobaron la Moción por amplísima mayoría. Podemos y Bildu votaron en contra. Perro no muerde perro.
Y así quedó:
Debate y resolución definitiva de la proposición no de ley formulada por el grupo parlamentario Popular Vasco, relativa a la pronta liberación de los presos políticos en la República Bolivariana de Venezuela. [11\11\02\01\0145]
Aprobada la enmienda transaccional suscrita por los grupos EA-NV, SV-ES y PV-ETP. 61/2017 61/2017
«Eusko Legebiltzarrak: «El Parlamento Vasco:
– Exige al Gobierno de Venezuela la inmediata liberación de todos los presos políticos, incluyendo la de Yon Goicoechea, de origen vasco, a fin de facilitar un verdadero diálogo inclusivo y efectivo que permita la reconciliación entre venezolanos.
– Transmite sus condolencias a los familiares de los fallecidos en las manifestaciones y pide investigar en profundidad esas muertes.
– Demanda del Gobierno de Venezuela la restitución de todas las competencias detraídas a la Asamblea Nacional, y que la Constitución le atribuía, así como el respeto total e inmediato a los calendarios electorales previstos en la Constitución y en las leyes.
– Solicita al Gobierno de Venezuela que los organismos internacionales humanitarios del sistema de Naciones Unidas y regionales, puedan visitar el país para colaborar con las autoridades, determinar el alcance de la crisis humanitaria y establecer los medios precisos para revertir la carencia de medicamentos y alimentos esenciales.
– Exhorta al Consejo a mantener una posición común de la Unión Europea sobre Venezuela diseñando y planificando acciones concertadas que garanticen el respeto a los derechos humanos, la restauración de una democracia real y hacer frente a la grave crisis humanitaria del país.
– Apoya la mesa de diálogo y negociación entre el Gobierno de Venezuela y la
oposición, auspiciada por el Vaticano y UNASUR, como única vía de restauración del orden democrático y pide a la OEA su intervención decidida para posibilitar la vuelta de la oposición a dicha mesa.
– Denuncia la reciente maniobra del presidente Maduro de convocar una Asamblea Constituyente, decisión que busca una vez más evitar las elecciones y la expresión del voto democrático de la ciudadanía».