A los pensionados y jubilados venezolanos en España se les nota bastante abatidos. 22 meses han transcurrido sin recibir sus pagos, en muchísimos casos único ingreso. El gobierno de Maduro no responde a sus peticiones, hechas a través de embajada y consulados, y tampoco las solicitudes de explicación oficial que ha hecho la Seguridad Social española.
Pedro Ontiveros, presidente de la Asociación que les agrupa en Madrid (Asopejuvecma), también se muestra pesimista sobre el futuro inmediato. En concentración realizada hoy sábado 24 de junio en la Plaza de Callao, dijo «con toda responsabilidad» que no creía que el problema se resuelva mientras Maduro siga en el poder. Además auguró un futuro mucho más negro para Venezuela: «Si se impone la Constituyente, lo que viene es un comunismo permanente».
A esta concentración asistieron pocos de los afectados, que son más de 4.000 en Madrid, pero los presentes, a pesar de la incertidumbre, aún muestran la combatividad y la persistencia que les ha caracterizado.
Ontiveros, en entrevista con Actualy.es, señaló la cada vez más grave situación de los jubilados y pensionados. 22 meses sin cobrar es demasiado tiempo. Muchos no pueden soportar su situación de precariedad. Algunos han sido beneficiados con bolsas de comida solidaria. Ha sido cerrada definitivamente la ventana que existía en la página web de Cencoex en la que era posible tramitar el traslado a de las pensiones a cualquier parte del mundo en el que residan. La página web del IVSS es fuente de incertidumbre: en el registro de pensionados a veces sencillamente desaparecen personas sin explicación, en otras ocasiones aparecen como fallecidas. Ha habido corrección en algunos casos, aunque las autoridades no dan ningún tipo de respuesta directa.
-¿Ha sido declarado extinguido el convenio bilateral España-Venezuela?
-No, el convenio sigue vigente. El Instituto español de Seguridad Social (INSS) ha solicitado explicaciones sobre la falta de pago, pero el gobierno venezolano no ha respondido. en ninguna oportunidad.
La asociación ha acudido hasta en seis oportunidades al consulado en Madrid y en dos oportunidades a la embajada, con el fin de plantear el problema y sugerir soluciones.
-¿Qué han propuesto ustedes?
-Hemos planteado tres alternativas para resolver la situación, dice Ontiveros.
1.- Que el gobierno venezolano pida una línea de crédito al banco Santander (entidad que administra los pagos en España) para que se cumplieran los desembolsos a partir del mes de abril, y que la deuda de 16 meses fuera cancelada en cuatro trimestres consecutivos.
2.- Que el IVSS responda al INSS español, pues ese hecho permitiría a los jubilados y pensionados solicitar algunas de las prestaciones sociales existentes en España, como la Renta Mínima de Reinserción. Ello requiere que el gobierno venezolano deje constancia de que, por cualquier razón, no está pagando las pensiones en el exterior.
3.- Que a través del gobierno español se estudie la posibilidad de crear un Fondo de Ayuda Humanitaria para sufragar gastos mínimos (€ 400 mensuales).
-¿Cuál ha sido la respuesta?
-El planteamiento lo tomó el embajador Mario Isea en marzo, quien prometió llevarlo a las autoridades correspondientes. Pero, a estas alturas, no ha habido ni respuesta ni contrapropuestas. Esa es la realidad.
Mientras tanto se deteriora el estado de salud física y mental de los afectados. Aumenta la incertidumbre. «Se requiere ayuda humanitaria», clama Ontiveros, jubilado por la Universidad de Carabobo.
-Buscamos a través de la Seguridad Social y de la Comunidad de Madrid algún tipo de ayuda que nos permita sobrevivir.
Hasta los momentos han recibido ayuda del Banco de Alimentos de Madrid, que mensualmente ofrece 82 bolsas de comida. También han recibido auxilio de Cáritas y Cruz Roja.