LISBETH CHOURIO –
A propósito de celebrarse 31 edición de la gala de los Premios Goya, realizadores de cine y actores de Venezuela y España se reunieron en Madrid para contar sus experiencias en la gran pantalla.
A solo horas de que se reconozca la labor de técnicos y profesionales del cine español en el galardón más importante del séptimo arte del país, los Premios Goya, Rodolfo Cova, productor venezolano de Desde allá, nominada a Mejor película iberoamericana; el director de cine español Ramón Margareto y el actor venezolano Doriam Sojo, ambos de la película Bollywood made in Spain, nominada a Mejor canción original, se dieron cita en la Universidad Complutense de Madrid para hablar de su pasión, el cine, y de cómo lograr hacerse un hueco en ese mundo.
Con su estatuilla de Goya en mano, otorgada al alzarse con el premio al Mejor corto documental por Memorias de un cine de provincias en el año 2011, Ramón Margareto compartió con el público asistente y con seis figuras destacadas del cine venezolano participantes en el encuentro, su visión del cine español y sus recomendaciones para insertarse en el medio. Demostrar lo que vales, humildad pero con determinación, y perseverancia, fueron tan solo algunos de los consejos que ofreció el cineasta oriundo de Valladolid.
Aunque está muy feliz por la aceptación que ha tenido su último largometraje y la nominación a los Premios Goya, afirmó que actualmente hay un problema en el cine español, y es la política que existe para financiar proyectos. “La política de subvenciones a posteriori me parece absolutamente equivocada, pues el gobierno y el ministerio de Cultura deben proteger el cine como un bien cultural. Esta política de subvencionar a posteriori de acuerdo al éxito en taquilla que haya tenido el largometraje, ha hecho que realicen películas vacías de contenido y banales”, dijo, por lo que le hizo un llamado al ministerio de Cultura de España a cambiar la política de apoyo al cine.
“A mí me gustaba más el cine de hace 15 años, ahora se están produciendo comedias costumbristas muy ligeras y muy superficiales; antes se protegía más la calidad, era un cine más de autor y con calidad de exportación”.
Doriam Sojo, protagonista de Bollywood made in Spain, es un dramaturgo venezolano que ha tenido que desprenderse de su acento, aprender a bailar –asegura ser disléxico con los pies– y hasta broncearse para parecer indio. Ésta ha sido su primera actuación para la pantalla grande desde su llegada a España en el año 2009 y sin duda ha sido un éxito, pues el film también obtuvo mención especial del jurado en el Festival Internacional de Cine de Bombay, en India.
Otra de sus pasiones es el teatro. En Madrid es dueño de un “El burdel a escena” donde presenta obras, una de ellas es La master class del burdel, escrita y dirigida por él y que presenta cada martes en este espacio ubicado en la calle de la Sombrería 3, en el popular barrio Lavapiés.
LA EMIGRACION VENEZOLANA Y EL 7º ARTE
Empezar de cero le ha tocado a miles de venezolanos que han decidido coger sus dos maletas y abrirse camino en el exterior, en busca de nuevas oportunidades. Estados Unidos, México, Colombia y España, entre otros tantos países, albergan a gran cantidad del talento con sello venezolano; y ese nuevo comienzo que implica hacer contactos, presentarse en castings, tratar de hacerse un lugar en la profesión y conseguir un papel o participación técnica en algún cortometraje, serie o película, cuesta, y mucho.
En el mundo del cine, la realidad de Venezuela es contraria a la de España en cuestiones de financiamiento, y más lo fue en la llamada “Venezuela saudita”, como la renombró el director venezolano Daniel Ruiz Hueck, cuando en ese país de las maravillas de hace cinco años, y unos cuantos más atrás, se presentaban proyectos al Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (Cnac) y prácticamente todo era aprobado. “A ti se te ocurría una idea, la escribías, presentabas un presupuesto más o menos decente, le ponías su portada y te daban la plata. Todo era muy fácil, pero por eso es que también se hicieron muchas malas películas”.
En España, cuenta, hay que crear el proyecto, pedir financiamiento en los bancos y presentar detalladamente todos y cada uno de los gastos que se vayan a tener, rendir cuentas de todos los gastos, “es estresante” asegura, pero también es parte del proceso de adaptación a un nuevo país.
Rodolfo Cova, productor de Desde allá, afirma que para abrirse campo en el cine fuera de Venezuela, hay que tener los pies bien puestos sobre la tierra y tocar las puertas en todos los lugares que sean posibles a fin de lograr conseguir el financiamiento para el proyecto. Él, quien tiene oficinas en México, recomienda quitarse la visión de que el Estado es el único ente que puede financiar.
Por su parte, la actriz Arlette Torres poco a poco ha logrado destacar en el mundo de la actuación en España. Ha participado en los ya conocidos microteatros, en obras como Pornocapitalismo y obtuvo un papel secundario la película El guardián invisible, que se estrenará el próximo 3 de marzo en las salas de cine de España, además de haber participado en la película Azul y no tan rosa, ganadora del premio Goya a la Mejor película iberoamericana en el año 2014.
Al igual que Ramón Margareto, enfatiza que la actitud de humildad debe ser esencial al momento de ‘cruzar el charco’, pues si en el país de origen tu nombre suena, cuando emigras eres un completo desconocido.
Todos coinciden en que la perseverancia y el empeño por alcanzar las metas no deben decaer a pesar de las adversidades.
El encuentro «Cine Venezolano en España: Experiencias de ambas orillas» fue organizado por la Asociación de Periodistas Venezolanos en España (@VenezuelanPress).