Se marchó Raúl Castro Ruz. Ratificó a Díaz-Canel en la dirección del Estado y del Partido. La estructura se mantiene intacta, con algunos cambios sin trascendencia.
La relación del gobierno cubano con el venezolano también perdura, faltaba más. Dagoberto Rodríguez, embajador desde octubre de 2019, continúa asiduo al consejo de ministros de Maduro. El jefe de las Misiones –Julio César García Rodríguez- también sigue, con menos visibilidad pero con mayor poder.
La gran diferencia entre uno y otro funcionario es que el primero forma parte del servicio exterior, a la sombra del canciller Bruno Rodríguez, mientras que el segundo es un cuadro político formado en la inteligencia y contrainteligencia del ministerio del Interior cubano (MinInt).
Dagoberto también ha sido embajador en México, jefe de la sección de intereses de Cuba en Washington, viceministro de Relaciones Exteriores, pero no es una figura del Partido Comunista. Su antecesor, Rogelio Polanco Fuentes, sí lo fue.
Julito, no. Cuando en 2016 fue designado miembro del Comité Central del PCC en el VII Congreso, se le identificaba como “funcionario del CC”, que ya lo era desde el VI Congreso (2011). No es militar, médico, deportista o educador, sino egresado de una la escuela del MinInt.
En el VIII Congreso, recién finalizado, fue ratificado en su posición partidista. Hace un quinquenio su nombre ocupó la casilla 101, de 146 integrantes de la nomenclatura. Ahora aparece en el puesto número 34 del CC. Un ascenso importante.
En la actualidad dirige en Venezuela 13 Misiones distintas, con más de 22 mil personas a su cargo.Se ufana de que esas misiones practicaron el año pasado 112 millones de pesquisas y un millón 600 mil pruebas de diagnóstico (PDR y PCR) covid-19.
