El gobierno de Venezuela tiene plazo hasta el 24 de marzo para responder las 274 preguntas y recomendaciones que se le hicieron tras el Test Periódico Universal de los Derechos Humanos en noviembre del año pasado. El Alto Comisionado para los DDHH de la ONU reiteró su petición de que se permita la entrada al país a sus expertos.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el jordano Zeid Ra’ad al Hussein, exigió ayer miércoles en Ginebra la liberación de todos los presos políticos en Venezuela y solicitó que el Gobierno de Nicolás Maduro respete las libertades fundamentales de los ciudadanos de su país.
En su informe anual ante la 34 sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el dignatario hizo un recorrido a la situación imperante en los diversos países en los que está trabajando. Casi al final, poco antes de referirse a Estados Unidos, en Alto Comisionado enfrentó el tema de Venezuela.
«Estoy cada vez más preocupado con la extrema polarización en Venezuela, (caracterizada por) continuas restricciones de la libertad de movimiento, asociación, expresión y protesta pacífica», aseguró Zeid.
Apoyaba sus afirmaciones en el informe de conclusiones y recomendaciones del grupo de trabajo del Test Periódico Universal realizado a Venezuela en noviembre del año pasado y en documentos y testimonios que, según dijo, continuamente llegaban a sus oficinas.
Venezuela recibió en ese entonces un total de 274 recomendaciones sobre derechos humanos, comenzando por la de Portugal en el sentido de que el país ratifique el protocolo facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Ese conjunto de recomendaciones debió ser examinado por el gobierno venezolano en un plazo perentorio, y sus respuestas deberán ser entregadas no más allá del actual 34 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el cual funcionará hasta el 24 de marzo de este año.
El alto comisionado denunció que sigue recibiendo alegaciones de detenciones arbitrarias e intimidación de líderes de la oposición y repitió su llamamiento para «que todos los detenidos políticos sean liberados, muchos de los cuales fueron detenidos de forma arbitraria».
El máximo responsable de DDHH de la ONU mostró también su inquietud por «la falta de independencia de la ley y el orden y de las instituciones de derechos humanos» en el país.
“A medida que la crisis económica y social en Venezuela se profundiza, hemos recibido informes de un marcado aumento de los venezolanos que llegan a los países vecinos. Insto a las autoridades a que les garanticen el apoyo adecuado. La escasez de medicamentos y alimentos en todo el país y la escalada de los precios están afectando gravemente los derechos económicos y sociales”, subrayó.
Destacó que a pesar de sus reiteradas solicitudes, su oficina no ha obtenido acceso a Venezuela y reiteró su petición de que se permita la entrada a los expertos de la ONU.
-Acojo con beneplácito -dijo finalmente el Alto Comisionado- los esfuerzos de mediación por parte del Vaticano y aliento al respeto de los derechos humanos como un terreno común para reanudar el diálogo político.