Las mayores pérdidas de presencia global de Venezuela no se producen en el ámbito petrolero. Las variables que acusan las mayores pérdidas son los bienes primarios y los deportes.

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El Índice Elcano de Presencia Global muestra que la proyección exterior de Venezuela ha decrecido en los últimos años, desde un máximo de cerca de 55 puntos en 2013 a poco más de 47 en 2015. Hasta aquí, no hay nada sorprendente: el país caribeño habría visto afectada, al igual que otros latinoamericanos, su presencia global como consecuencia, sobre todo, de la caída de precios de las materias primas y bienes energéticos; teniendo en cuenta que el precio del barril de petróleo venezolano ha venido descendiendo en los últimos años desde 88 dólares en 2014 hasta menos de 45 en 2015, según datos del ministerio del Poder Popular del Petróleo de Venezuela.

Sin embargo, una lectura más detallada de la evolución del Índice revela algunos matices interesantes; y es que las mayores pérdidas de presencia global de Venezuela no se producen en el ámbito petrolero. El descenso del 14% en su presencia global en los últimos dos años se produce en paralelo a una caída de más de 18% en el valor de la variable de energía para el mismo período, cierto. Sin embargo, son otras las variables que acusan las mayores pérdidas: los bienes primarios y los deportes (38% y cerca del 35%, respectivamente).

Es más, si hay fuertes pérdidas de presencia en estas (energía, bienes primarios y deportes) y otras variables (hay descensos aunque menos acusados en servicios, ciencia y turismo), que la caída de la presencia global agregada se limite al 14% solo se puede explicar con el mantenimiento o incluso aumento de otras formas de proyección exterior. Y así es. A pesar de la caída de los precios del petróleo, de la crisis institucional y de una contracción del PIB de 3,9% y de 5,7% en 2014 y 2015, respectivamente (medida en bolívares constantes según datos del Banco Mundial), desde 2013 la proyección exterior de Venezuela en migraciones ha aumentado un 19%, el 18% en manufacturas, cerca del 11% en equipamiento militar y algo menos del 4% en inversiones. Como resultado, Venezuela logra mantener sus cuotas de presencia blanda y económica en los últimos años, siguiendo un comportamiento similar (o incluso algo más estable) que el conjunto de la región (gráficos 1 y 2).

Sin embargo, también debemos tener en cuenta que, por lo general, los efectos de las crisis económicas se toman algo de tiempo en llegar a afectar a los resultados de presencia global. Es posible que en las siguientes ediciones del Índice, las exportaciones de manufacturas o la población migrante afincada en Venezuela no logren mantener el pulso de la proyección exterior del país caribeño.

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Fuente: Real Instituto Elcano, Índice Elcano de Presencia Global

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