El canciller chavista Jorge Arreaza se ha topado con una diplomática contestona, que no le deja pasar ileso el mínimo suspiro. Julie Chung, Subsecretario de Estado interino para Asuntos del Hemisferio Occidental de EEUU, le ha respondido con firmeza un reclamo en el que manifestaba que para “aliviar las dificultades” venezolanas Estados Unidos debería levantar las “sanciones criminales”.
Nacida en Seúl, Corea del Sur, hace 49 años bajo el nombre de Jeong Ji-yun, le ha dado en la testa con este tuit:
«Señor @jaarreaza, si está realmente interesado en que se eliminen las sanciones, le sugerimos (a su gobierno):
• Realizar elecciones libres y justas
• Respetar los DDHH y libertad de prensa
• Liberar TODOS los 323 presos políticos
• Dejar de perseguir a la oposición
• Dejar de acosar a las ONG»
El servicio exterior estadounidense se ha caracterizado en las últimas décadas por su diversidad, tanto en género y especializaciones como en la procedencia de sus oficiales. El caso de Julie J. Chung podría considerarse modelo. Su familia emigró a EEUU en 1977, cuando Julie apenas contaba cinco años de edad. Una vez en California, su padre Jay H. Chung consiguió trabajo como dibujante en una empresa de ingeniería, con pago de $4.25 la hora, mientras su madre trabajaba en las noches como lavaplatos en un restaurante italiano.
-Veintidós años después, cuenta Julie, mi padre se convirtió en el director ejecutivo y presidente de esa empresa y diseñó un sistema de calefacción para evitar que se congelara la junta tórica de los transbordadores espaciales, lo cual había sido la causa de la tragedia del Challenger hace 35 años. Su invención permitió reiniciar las misiones espaciales tripuladas de la NASA, y pasó a desarrollar el sistema nervioso del brazo robótico del Mars Rover. Mi madre se convirtió en bibliotecaria senior, voluntaria comunitaria y diácono activo de la iglesia.
Julie Chung recibió una licenciatura en Ciencias Políticas de la Universidad de California, en San Diego, y una maestría en Asuntos Internacionales por la Universidad de Columbia. Ha aprendido cantonés, coreano, japonés, vietnamita, jemer, español y tailandés en sus 25 años de carrera diplomática, transcurrida en China, Japón, Vietnam, Tailandia, Camboya, Colombia e Irak, amén del trabajo en la sede del Departamento de Estado en Washington.
VIDA DE RIESGOS
En Colombia dirigió el programa de extradición más grande del gobierno de EEUU, incluidos los casos de paramilitares y narcotráfico. Como representante de Estados Unidos ante el G24 en Bogotá, Julie Chung lideró iniciativas centradas en el desminado y los derechos humanos. En Bagdad, se desempeñó como jefa del Estado Mayor que coordinó la asistencia exterior civil-militar con trece agencias y secciones, y dirigió el equipo de coordinación de Asistencia de Emergencia entre agencias en respuesta a los atentados suicidas.
No es la primera vez que el canciller chavista se enfurece con ella. En su gira sudamericana hace un par de semanas (Colombia, Argentina y Uruguay), Julie Chung se reunió en Bogotá con Julio Borges y Tomás Guanipa, diplomáticos de la oposición venezolana, acompañada de Juan González, asistente especial del presidente Biden y director principal del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Uno de los temas: “coordinación internacional para lograr un cambio en Venezuela a través de elecciones libres”.
