ELENA SANZ – ELCONFIDENCIAL.COM
Los empresarios venezolanos compraron a destajo más de una decena de inmuebles en el centro de Madrid para rehabilitarlos y poner en el mercado de viviendas de superlujo.

La aventura inmobiliaria en España del clan de los Capriles en Madrid comienza a dar sus primeros frutos. Los empresarios Miguel Ángel Capriles y Axel Daniel Capriles, parientes del opositor venezolano Henrique Capriles, compraron a destajo más de una decena de inmuebles en el centro de Madrid con el objetivo de rehabilitarlos y poner en el mercado viviendas de superlujo.

Muchas de esas transacciones se produjeron hace varios años, antes incluso de que los primeros destellos de la recuperación inmobiliaria fueran aún perceptibles y cuando los inversores internacionales huían de España. Ellos, junto a otros inversores latinoamericanos —mexicanos y colombianos principalmente—, apostaron por nuestro país y ahora, varios años después, han comenzado a recoger los primeros frutos de aquellas operaciones.

Sus 10 proyectos residenciales están ubicados en los barrios más exclusivos de Madrid y suman más de un centenar de viviendas, de las cuales la mitad ya ha sido vendida a compatriotas venezolanos, pero también a compradores nacionales. De hecho, tres de esos proyectos han colgado prácticamente el cartel de ‘todo vendido’.

Una de las promociones prácticamente liquidada es la de Barquillo Doze, una de sus primeras grandes adquisiciones en España y la primera en finalizar las obras y en entregar las llaves a sus ricos propietarios, a finales de 2016. El edificio albergó la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y se ha transformado y rehabilitado de manera integral. Eso sí, manteniendo su fachada e incorporando un ‘parking’ robotizado de tres plantas.

PRIMEROS PISOS ENTREGADOS EN 2016

Por su enorme complejidad, las obras fueron encargadas a Inbisa Construcción, que concluyó los trabajos el pasado mes de diciembre. La reconversión dio lugar a 16 viviendas de alto ‘standing’ y un garaje robotizado de 34 plazas. La única unidad a la venta es el ático, de algo más de 400 metros cuadrados y un precio en el mercado de casi tres millones de euros. Una propiedad, según apuntan fuentes del sector, por la que llegó a interesarse una estrella galáctica del fútbol español, aunque finalmente no se cerró la operación.

La de Barquillo Doze ha sido una obra faraónica, tal y como explica Carlos García, director general de Inbisa Construcción, ya que requirió el desarrollo simultáneo de la ejecución del ‘parking’ y la rehabilitación del edificio. Precisamente, el ‘parking’ robotizado, como sucede en otros proyectos de rehabilitación en marcha en Madrid, ha sido clave en el proyecto, puesto que, tal y como explican los expertos, «no puedes vender una vivienda de superlujo sin plazas de aparcamiento. Eso sí, su construcción se ‘comió’ un tercio del presupuesto de la obra», señalan esas mismas fuentes.

No es el único proyecto prácticamente vendido. De las nueve exclusivas viviendas de Serrano Anguita, solamente está disponible el ático de 170 metros cuadrados. El edificio albergó la sede en Madrid del Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef) y fue adquirido a la Asociación Española de Banca (AEB) en 2015. Más de 4.000 metros cuadrados de superficie por los que pudo haber pagado cerca de nueve millones de euros. Una única unidad —un dúplex— queda también a la venta en el Edificio Lamarca, una antigua fábrica de carruajes situada en el número 10 de Fernando VI. Ambas promociones serán entregadas en 2017.

Los Capriles recogen frutos: 50 pisos de lujo vendidos en Madrid
Fernando VI, 10

Para otras promociones, Gran Roque —la empresa de la familia Capriles encargada de todos estos proyectos inmobiliarios de superlujo— está buscando quién las comercialice en el mercado o, directamente, se están encargando desde la compañía en buscar a sus selectos clientes. Un caramelo, no obstante, que codician compañías de la talla de Engel & Völkers, Knigth Frank o CBRE, encargadas algunas de ellas de la venta de algunas de sus viviendas y de la comercialización de otros grandes proyectos de lujo en la capital.

Precisamente esta última acaba de hacerse con el último gran proyecto de los venezolanos en Madrid, muy cerca de El Viso. Una promoción de apenas ocho unidades en la calle Pablo Aranda, a escasos metros del búnquer de Florentino Pérez, y cuya comercialización —una de las viviendas se quedará en manos del clan— arrancará en las próximas semanas.

Por su parte, proyectos como Españoleto 19 —nueve unidades—, Fernando VI 19 —nueve unidades— o Lagasca 38 —16 viviendas— tienen buena parte de sus viviendas actualmente a la venta, mientras que, al igual que sucede con la promoción de El Viso, el proyecto de Alcalá 84 y Santa María Magdalena 15 están aún por definir.

MÁS DE 20 EMPRESAS VINCULADAS AL LADRILLO

El negocio inmobiliario de los Capriles en España va, no obstante, más allá de estos proyectos de promoción y rehabilitación. Su entramado societario en nuestro país está compuesto por algo más de una veintena de compañías dedicadas a la promoción inmobiliaria (Craski Inversiones, Madriski Inversiones…), a la compraventa de bienes inmuebles por cuenta propia (Gran Roque Capital o Invecap Inversiones Inmobiliarias) y al alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia (MACL Castellana 56). Todas ellas suman unos activos totales de 125 millones de euros, siendo Invecap Inversiones Inmobiliarias la más importante, con unos activos totales de 53,3 millones de euros y de la que cuelgan prácticamente las demás.

Entre las dedicadas a la promoción inmobiliaria, algunas como Españoleto o Fernando VI 10 mantienen el nombre de los proyectos inmobiliarios para los que fueron creadas, mientras que Gran Roque, por ejemplo, es la cabeza visible de todos los proyectos tanto de promoción como de inversión inmobiliaria.

Los Capriles recogen frutos: 50 pisos de lujo vendidos en MadridY es que Miguel Ángel Capriles ofrece a los inversores participar como socios en sus proyectos inmobiliarios a través de Gran Roque Capital. Para ello, es necesario una inversión mínima de un millón de euros, que permite, por ejemplo, participar mediante la adquisición directa de una unidad específica en el proyecto. Es decir, permite al inversor la oportunidad de adquirir a precio de coste una vivienda de superlujo a un precio muy por debajo del mercado, con la posibilidad de quedársela o venderla a través de Gran Roque o personalmente en el momento de su preferencia.

A través de dichas sociedades, los empresarios venezolanos han articulado la compra de la mayoría de los edificios en la capital. Así, por ejemplo, fue Craski Inversiones la compañía que compró en 2014 el Patio Maravillas, en el barrio de Malasaña (Divino Pastor 9). Un proyecto de inversión que recibía recientemente luz verde del Ayuntamiento de Madrid para su transformación en apartamentos turísticos. Por su parte, la propiedad de Pablo Aranda —’Villa San José’ o ‘Casa de Escritores’— se compró a principios de este año a través de Los Canquises Inversiones.

Entre sus inversiones alejadas de la promoción residencial destaca, precisamente, Divino Pastor 9, aunque también cuenta con un proyecto de oficinas en el barrio de Chamberí, un local comercial de lujo y espacios de ‘coworking’. Todos ellos en el centro de la ciudad. Ahora está por ver cuál será su siguiente paso inmobiliario, si es que lo hay.

PUBLICADO EL 15-6-2017 EN ELCONFIDENCIAL.COM

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