Los reactores solares de Miguel Modestino (31 años) ayudarán a desarrollar una industria química respetuosa con el medio ambiente
La industria química es una de las mayores consumidoras de energía del planeta. La Administración de Información Energética de Estados Unidos calcula que es responsable de más de la cuarta parte del gasto energético de la industria del país. Para sintetizar sus compuestos químicos, la industria depende principalmente de combustibles fósiles, asociados al impacto negativo en las emisiones de gases de efecto invernadero. Paradójicamente, las plantas de la naturaleza llevan cientos de millones de años sintetizando compuestos químicos a partir de CO2, agua, y energía solar a través de la fotosíntesis. Así que el joven Miguel Modestino está decidido a replicar este proceso natural para lograr una industria química sostenible. Para ello, ha diseñado una serie de reactores químicos alimentados por energía solar que le han convertido en uno de los Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2017 de MIT Technology Review en español.
«La eficiencia de las reacciones químicas solares solía ser inferior al 10%. Una baja eficiencia se traducen en una baja tasa de producción y altos costes, por lo que los procesos basados en combustibles fósiles son más rentables», lamenta Modestino. Pero a diferencia de los procesos tradicionales, sus reactores permiten sintetizar sustancias como el hidrógeno, el cloro e incluso el nylon de forma limpia y eficiente.
La mejor eficiencia radica en un estudiado diseño que optimiza los procesos químicos en función de sus necesidades de aporte energético y los máximos de producción eléctrica a partir de la radiación solar. «La implementación directa reduce los costes de conversión [de corriente continua a alterna al pasar del panel solar a la red eléctrica y de alterna a continua de la red al reactor]», explica el ingeniero. En su diseño de reactor, «el proceso químico se adapta a la disponibilidad de energía. A las moléculas no les importa si es de día o de noche».
La carrera profesional de Modestino es de todo menos modesta. Apasionado por la química desde bien joven (llegó a ser medallista en varias olimpiadas internacionales sobre la materia), se graduó en Ingeniería Química en el MIT (EEUU). Para su doctorado se trasladó a la Universidad de California en Berkeley (EEUU), donde participó en la creación del Joint Center for Artificial Photosynthesis y su postdoctorado le llevó a la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL, Suiza), donde realizó la mayor parte de su trabajo en el diseño de los reactores químico-solares.
Ahora, en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Nueva York (EEUU), Modestino dirige un grupo de investigación con el objetivo de lograr sintetizar nylon a partir de CO2 y agua con sus diseños de reactores químico-solares. De tener éxito, la industria textil podría pasar de contribuir al cambio climático a mitigarlo. De momento, ya ha llamado la atención del grupo H&M, cuya fundación ha invertido en el proyecto.
Para el director de Innovación y Tecnología en Braskem, Patrick Teyssonneyre, esta tecnología es «altamente innovadora y aspira a resolver un importante problema». Este miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2017 cree que «ayudará a dar forma a la química del futuro».
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Perfil realizado por Maximiliano Corredor