OMAR PINEDA
¿Hizo bien Julio Borges al escuchar (o soportar) con temple las groserías de este gorila, que no por casualidad pertenece a la promoción militar de Diosdado Cabello, un sujeto cuya tragedia consiste en no poder salir del país, porque sabe que la DEA lo espera pacientemente para ponerle los ganchos?
Un coronel, con prontuario por vejación contra la esposa y la madre de Leopoldo López se hace de pronto famoso, gracias al comportamiento carcelario que exhibió frente al presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges. Todavía hay gente que en las redes sociales se pregunta si el diputado debió responder con igual violencia al empujón propinado por el coronel Bladimir Lugo Armas.
Aún más, hay quienes cuestionan a Borges por no haberse rebajado a la categoría de malandro, y cazar un match de boxeo que habría dado la vuelta al mundo. Peor, leo que una reconocida tuitera ofende sin saberlo su condición femenina al tildar al agredido de “diputado con faldas”, con lo cual solo logra ofender a las mujeres venezolanas, llamándolas cobardes, si era ese el objetivo de ensañarse contra Borges.
¿Hizo bien Julio Borges al escuchar (o soportar) con temple las groserías de este gorila, que no por casualidad pertenece a la promoción militar de Diosdado Cabello, un sujeto cuya tragedia consiste en no poder salir del país, porque sabe que la DEA lo espera pacientemente para ponerle los ganchos?
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No sé cuándo, pero alguien tendrá que escribir un Manual del Gorilismo en Venezuela, esa especie militar conformada por criaturas despreciables que irrumpió en esta accidentada etapa del chavismo, como los malandros que sabotean las fiestas del barrio y ponen fin a los bautizos y cumpleaños a fuerza de balazos, puñaladas y muerte.
Por ahora el “héroe” de ocasión es el coronel Lugo Armas. Si han visto el video, no creo que la esposa e hijos estén orgullosos de dormir con un potencial asesino, cuya autoridad reside en la violencia. Pero en este álbum figura también Vladimir Padrino López, o del comandante de la Guardia Nacional, Antonio Benavides Torres y del director de la PNB, general Carlos Pérez Ampueda, el mismo que autorizó la invasión de Los Verdes y permitir que su tropa destruyera los carros y se robara los objetos de valor en los apartamentos que allanaron.
Maduro sabe que puede contar con el coronel Lugo Armas porque es un spoiler de la película que Nicolás quiere imponerle al país. Solo que ignora hasta dónde llegará la fidelidad de esos gorilas, cuando el festín de la barbarie haya terminado.
