ANGEL CAMARGO/ Brasilia
Los cancilleres de Brasil y Colombia discutieron las estrategias de cooperación para enfrentar la llegada masiva a sus fronteras de venezolanos que huyen de la crisis alimentaria y sanitaria que golpea a su país
Los cancilleres de Colombia y Brasil, María Ángela Hoguín y Aloysio Nunes, expresaron con profunda preocupación la situación interna de Venezuela, país con el que comparten frontera y que en poco tiempo se ha convertido en un “problema” limítrofe de gran escala.
“Una cosa es cuando uno migra porque quiere ver nuevas oportunidades, trabajo y se le abren las puertas en países; y otra cosa es la migración que estamos viendo de los venezolanos, en situación de hambre, una situación de salud compleja, con -realmente- muchos problemas”, comentó Holguín.
La razón de la reunión: la situación es cada vez más difícil, a pesar de que desde el gobierno venezolano se diga que todo es un montaje, o como el mismo Maduro aseguró, “la migración no es para salir del país sino para entrar”, aunque las fotos demuestren lo contrario.
Muestra de ello son las imágenes de miles y miles de personas intentando salir de Venezuela hacia Colombia, que se volvieron virales en las últimas semanas.
La situación está tocando puntos críticos, al punto que la Cancillería de Colombia registra más de 550.000 ciudadanos venezolanos que residen hoy en el país huyendo del régimen de Nicolás Maduro. El desabastecimiento cada día es mas grande y las oportunidades son prácticamente nulas de salir adelante en lo que muchos analistas catalogan como un “estado fallido”.
Eso teniendo en cuenta solo cifras oficiales, pero se estima que el número es cercano a un millón contando aquellos que cruzan de manera ilegal. A eso se deben sumar los otros 37.000 venezolanos que atraviesan a diario la frontera para intentar adquirir en ciudades como Cúcuta los productos que ya no encuentran en los supermercados de su país y que hoy parecen edificios fantasma.
Un gran porcentaje de los límites del territorio venezolano es con Colombia. Los llanos, la Guajira, santanderes y parte de la Amazonía son los lugares por los que se ha evidenciado un éxodo masivo. Al sur del vecino el panorama no es distinto.
Brasil se ha convertido en el segundo destino preferido por los venezolanos. A la fecha, el gobierno de este país registra más de 40.000 personas que cruzaron la frontera buscando una vida mejor. No es el medio millón que tiene Colombia, pero no por eso deja de ser menos preocupante.
Esto debido a que la espesa selva amazónica es el corredor preferido de estas miles de personas, una zona de difícil acceso y de poco control por parte de las autoridades. En la frontera con Brasil también hay trochas y pasos ilegales, donde los venezolanos llegan a realizar el mismo rebusque que hacen en nuestro país.
Colombia y Brasil no son los únicos. Varios organismos internacionales registran salida de venezolanos hacia Estados Unidos, Panamá, España y otros han optado por Guyana, un país con serios problemas internos que no registra datos oficiales.
Al término de la reunión, los cancilleres resaltaron que la solución no es cerrar fronteras ni deportar a los venezolanos. El plan acordado entre Colombia y Brasil es “poderle dar a esa población venezolana, lo que cada uno de nosotros podamos, que puedan estar en un país que los acoge, un país que les da las condiciones para que puedan vivir tranquilos”, apuntó Holguín.