JUAN IGNACIO CORTIÑAS –
Pedro Sánchez (que no es santo de mi devoción) ha hecho una jugada audaz que lo puso en la presidencia de gobierno de España en solo una semana. Y lo hizo tan bien que no necesitó negociar apoyos: después de la sentencia sobre el caso Gürtel (uno de los muchos en los que está embarrado hasta el cuello el Partido Popular), era un clamor nacional sacar a Rajoy (y al PP) del gobierno.
Era lo único en lo que todos esos partidos estaban de acuerdo. Y en eso fue donde se apoyó: todos los partidos que votaron por su nombramiento como presidente de gobierno lo hicieron para echar a Rajoy, no para obtener a cambio ministerios o prebendas. Búsquese en internet los índices de valoración de Rajoy y se entenderá por qué todo pasó tan rápidamente: no lo quería ni el gato.
Esto de lograr apoyos sin siquiera negociar, quiere decir que Podemos (que me caen de la patada) no va a lograr entrar en el gobierno, por más que ellos quieran, deseen o pataleen. Sánchez ya lo ha dicho muy claramente: «este va a ser un gobierno PSOE». Y no van a ser tan idiotas (después de lo que sucedió en 2016, cuando Pablo Iglesias manipuló hasta el hartazgo, y una segunda elección en la que salió reelecto Rajoy) de volver a negociar apoyos a cambio de sillones.
Duélale a quien le duela, el PSOE tiene los mejores cuadros técnicos de cualquier partido político español. Y eso es un hecho. Tan hecho que los españoles que han brillado luego en las instituciones europeas provienen en su mayoría del PSOE. Es un partido que nunca ha tenido problemas en elegir personas independientes como ministros. Esta no va a ser la excepción.
Sánchez ha dicho que convocará elecciones el próximo año. Y yo creo que así se hará, porque mantener en pie un gobierno con apoyos precarios no es algo que se pueda hacer por mucho tiempo. Lo que han hecho es buscar la manera de desinflar ese suflé llamado Ciudadanos, que fue a buscar lana y salió trasquilado: Aparte de los del PP, Álbert Rivera y Ciudadanos fueron los únicos que votaron no en la moción de censura; y ese apoyo tácito a Rajoy se lo van a echar en cara en un futuro. Ahora podrán liderar las encuestas, pero vamos a ver en qué posición quedan dentro de unos meses.
Zapatero no pinta gran cosa en el PSOE de hoy en día. Pinta tanto como Felipe González. Que varios de sus ministros puedan formar parte la próxima semana del gobierno de Sánchez no le va a dar a él ningún poder decisorio sobre Sánchez. Esos ministros, como he dicho antes, son personas muy valiosas que le darán soporte a un gobierno en minoría. Son gente seria sin ningún tipo de sombra.
Sánchez no va a ser tan tonto como para no aprovechar estos meses de gobierno y hacerlo lo mejor posible para, en las próximas elecciones, lograr un mejor resultado que en los dos comicios anteriores, en los que el PSOE apenas alcanzaba 22% de los votos.
Son muchos los temas que se pueden encaminar de mejor manera. Cataluña, por ejemplo, que empezó a convertirse en problema a causa, primero, de las ofensas del PP contra el Estatut y, después, por la inacción de Rajoy, que dejó que las cosas se salieran de cauce y se consolidara la deriva.
A aquellos venezolanos que buscan analogías entre lo que está pasando en España y la tragedia venezolana, se los diré en criollo: no meen, por favor, fuera del perol. Un gobierno del PSOE no va a apoyar a Maduro ni va a ser «neutral». La posición institucional de España con respecto a Venezuela se mantendrá casi sin cambios, porque es ya una posición europea. Y el PSOE es el partido con más vocación europea de todos los que habitan en el espectro español.
Y ahora se dirá que esto que escribo es un pasquín a favor del PSOE. No es así: ese partido ha cometido muchos errores (empezando por Zapatero, que no llevó a referéndum las exigencias europeas de recortes al gasto público, y él mismito se ahorcó con eso en 2010), ha tenido problemas de corrupción (aunque el caso de los EREs andaluces, ya lo verán, va a terminar con casi todos los implicados inocentes, porque ha sido politizado y judicializado por el PP a más no poder) y falta de sintonía con los nuevos tiempos. Pero, insisto, tienen los mejores cuadros técnicos y van a llevar a buen puerto estos meses de gobierno que quedan antes de que se agote la legislatura y se llamen a nuevas elecciones.
Juan Ignacio Cortiñas, periodista venezolano. Escribe desde Ámsterdam, Holanda.