Movilizados de mil maneras para silenciar las transmisiones de las protestas, al punto de “dejar caer” la internet por horas, el régimen chavista se enfrenta ahora al imparable fenómeno de las redes sociales. El último gancho al hígado se lo acaba de propinar el Periscopazo que resultó de la rueda prensa de los líderes de la oposición una vez culminadas las movilizaciones en Caracas.

Maduro, tu cara no me suena ni en PeriscopeEs un hecho que, en su desesperación, el régimen de Nicolás Maduro ha venido coaccionando a los medios para minimizar primero, e invisibilizar después, las protestas que durante cuatro días seguidos han estremecido Venezuela.

Cada día que pasa, desde Miraflores no hacen sino encadenar el país con latosos discursos “antigolpistas” y “antiimperialistas” que los mismos partidarios del chavismo no siguen por rancios y repetidos. Esta estrategia de no dejar márgenes para que la cobertura de los medios independientes Maduro, tu cara no me suena ni en Periscopenacionales y la cobertura de prensa internacional no ponga la mirada en las explosivas manifestaciones, tanto en Caracas como en diversas ciudades del territorio nacional, esta vez con la muerte de un joven de 19 años de un disparo al corazón.

En Conatel se llevan las manos a la cabeza. No saben qué hacer para frenar los tornados de tuits, mensajes por WhatsApp, post en Facebook y fotos que dan la vuelta al mundo a través de Instagram. Los mensajes salen desde el más modesto teléfono móvil y se expanden como la verdolaga.

Un solo dato podría demostrar lo inútil que ha sido la política comunicacional de (Ernesto) Villeguita, al frente del Ministerio de la Propaganda: El balance de la jornada del pasado jueves 6 de abril fue transmitido por muchos manifestantes a través de Periscope. (Ver al pie de las capturas de pantalla). Desde la cuenta de Maduro, tu cara no me suena ni en PeriscopeHenrique Capriles esa rueda de prensa la vieron 110 mil personas; y desde la de Henry Ramos Allup se enteraron 37 mil.

Durante la mañana de este viernes 7 de abril fue reproducida, en Capriles, otras 30 mil veces.

Ojo: un móvil, una persona. Esto es conexión personal. Alguien debería avisarles a los redactores del Libro de Guinness, porque podríamos estar en presencia de un récord nacional.

A Maduro le queda bailar salsa otra vez en cadena con Cilia Flores, mientras el general Padrino se vuelve a guindar la banda tricolor y termina de dar el golpe de estado.

Tras del impacto de la inhabilitación de Henrique Capriles y el desarrollo de nuevas concentraciones populares en todo el país, es de esperar que este tipo de «transmisiones personales» se multipliquen.

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