A las ocho de la mañana del miércoles 8-9-21 comenzaron las celebraciones en la parroquia del Santísimo Cristo de la Victoria, en Madrid. Los mariachis llegaron temprano, listos para acompañar el canto de Las Mañanitas, junto a los fieles que se apuñuñaron para la veneración acordada. Cien años cumple la Virgen del Valle desde que fue declarada oficialmente patrona de todos los orientales venezolanos. Y los migrantes criollos, que llegaron a Madrid desde indistintos confines salobres y de agua dulce, estuvieron allí, con sus bandanas y sus banderas. La semana anterior la habían bajado de su nicho, la habían asomado por los balcones, le habían acicalado una vez más y finalmente la colocaron  a la derecha del altar mayor, flanqueada por las enseñas de España y Venezuela. Esa fiesta se comió todo el día, intercalando seis otras eucaristías hasta el anochecer, que al final de los veranos aun tarda en aparecer.

Foto y Videos/Cortesía de Helena Szymzuck

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