FIDEL SALGUEIRO –

El equipo de Visionary Innovation de la consultora Frost & Sullivan (F&S), desarrolló el estudio Mega Trends in LATAM, Forecast to 2025, el cual analiza las perspectivas de América Latina. Las consideraciones del mencionado estudio refieren a la región como el continente de la próxima generación y presenta los siguientes resultados:

  • Más del 70 % de la población (489,6 millones) pertenecerá a la clase media, lo que cambiará notablemente tendencias de consumo y le dará una ventaja demográfica frente a regiones como el Medio Oriente, África y países emergentes de Europa.
  • América Latina contará con la población en edad de trabajar más grande, lo que representará el 61% de la población total y su clase media representará más del 57% del total del crecimiento de los gastos de consumo.
  • Más del 82% de la población vivirá en ciudades, lo que la convertirá en la región más urbanizadadel mundo.
  • Las ciudades impulsarán el crecimiento y seis Mega Ciudadesrepresentarán más del 38% del Producto Bruto Interno (PBI) de la región. Caracas, que en algún momento fue una de las mega ciudades más importante del continente, no figura entre estas seis
  • El sector de servicioscontribuirá con casi el 65% del PBI y empleará a más del 60% de la fuerza laboral.
  • Aparecen como destacadas las economías de Chile, Perú y Panamá, mientras que Costa Ricay República Dominicana contarán con las tasas de crecimiento más altas de la región.
  • Un acelerador significativo de la economía será el aumento de disponibilidad y penetración de conectividad móvil, lo cual convierte a la región a nivel global en términos de número de líneas móviles en la segunda del mundo y supone para la economía la aparición de mercados verticales derivados de Internet de las Cosas y como fábricas inteligentes, sistemas de salud digitales y “Smart Cities”.

¿SIGUE SIENDO PARTE DE AMÉRICA LATINA?

Venezuela es un caso dantesco de estudio. Se trata de una historia del rey Midas a la inversa. Como país no es mencionado en el informe de F&S, pese a haber sido por décadas el que exhibió la mayor movilidad social en toda la región.

Para 1990 Venezuela se encontraba entre los países con mayor movilidad social, el Proyecto CASMIN (Comparative Analysis of Social Mobility in Industrial Nation), le asignaba un nivel de movilidad social similar al de Australia, Canadá y EE.UU, países desarrollados considerados “nuevos”. En consecuencia éramos un país que exhibía las menores tasas de desigualdad social de la región. También explica por qué entre 1950 y 1970, tuvimos unas de las tasas de mayor recepción de inmigrantes de América Latina.

Siendo esta nuestra realidad, ¿Qué hace que el estudio F&S no nos mencione? O ¿que lo llevó a creer que éramos tan pobres que “comíamos perrarina” cuando las cifras muestran lo contrario?.

ALGUNOS DATOS

Gracias al petróleo, Venezuela pasó, en la primera mitad del siglo XX, de ser un país predominantemente rural a otro urbano, esto nos llevó a ser el primero de la región en urbanizarse, y el efecto inmediato fue la tercerización de la población (trabajar en el sector servicios). Ello trajo consigo una drástica transformación de nuestras expectativas de futuro, escolarización y, en general, de los proyectos de vida.

Es decir, aunque el informe de F&S presenta como algo novedoso el que la región será para 2025, la más urbanizada del mundo (más del 82% de la población vivirá en ciudades y lo presenta como un indicador de crecimiento), para Venezuela esto no es ninguna novedad. Según estadísticas demográficas del Banco Mundial, en 1961 ya el 62% de la población venezolana vivía en centros urbanos, sobre todo en el eje norte-costero, y para 2015 esa proporción se había elevado a 89%-11%. La pregunta de rigor es: ¿Qué nos pasó?

El Proyecto Pobreza de la UCAB contempla en sus resultados que los llamados sectores medios aumentaron entre 1997 y 2007 de 11,1% a 12,7%. En este trabajo, el estrato medio incluye también la población que reside en zonas populares urbanas: en el año 2007, 52% del estrato medio residía en estos sectores. Pese a este crecimiento, el trabajo de la UCAB reporta una mayor incidencia de pobreza, una clase media menos numerosa, pero que ha crecido en el decenio 1997-2007.

El Centro Gumilla, utilizando la metodología de la Cepal, y empleando como datos los resultados de la encuesta de hogares del INE (Instituto Nacional de Estadística) de los años 2003, 2007 y 2011, arroja como resultados una muy alta incidencia de pobreza en el 2003 y una clase media que representa poco menos del 5% de la población. A partir de 2004 se reinicia un periodo de crecimiento económico y entran en funcionamiento los programas sociales de Mercal y las Misiones (ambos desaparecidos), que se traducen en una importante disminución de la pobreza. El crecimiento se ralentiza a partir del 2007, y desde 2011 en adelante se observa una pérdida de los logros alcanzados hasta 2007, que se agrava asombrosamente a partir del 2013, cuando la pobreza llega a alcanzar niveles del 70%, con una disminución equivalente en la clase media. Contradictoriamente es el momento cuando más ingresos petroleros fluyen hacia Venezuela en su historia.

La dinámica de la economía y el empleo constituyen el marco de las oportunidades que tiene a su disposición la clase media para afrontar sus proyectos de superación a mediano y largo plazo. En materia de empleo los indicadores de desinversión privada de los últimos 10 años solo hablan de la pérdida de empleos de calidad y la persistencia de controles ha llevado al país a tener la mayor inflación del mundo. Es decir, la región consume más mientras Venezuela simplemente no puede consumir. El proceso político vivido durante los últimos 18 años, literalmente ha secuestrado su capacidad de movilidad social.

La oferta de servicios básicos por parte del Estado, que es el piso necesario para que este sector pueda sacar provecho de su potencial, es nula. Venezuela es hoy el país más inseguro de la región. Las cifras hablan por sí solas. Según el Observatorio Venezolano de la Violencia, en los últimos 17 años han muerto 259.944 personas a manos del hampa; la salud pública presenta un terrible estado de abandono, considerado a nivel de crisis humanitaria, y una perdida sostenida del nivel de calidad en la educación.

En materia de servicios de telecomunicaciones, considerado en este estudio como un acelerador de la economía, Venezuela pasó de ostentar los primeros lugares a estar en los últimos. El país presenta un retraso tecnológico en el despliegue de infraestructura, más del 60% de cobertura de las redes móviles de la región están en 4G y se preparan para 5G. En Venezuela el nivel de despliegue 4G es incipiente. Para obtener los beneficios derivados de la conectividad, el país precisa primero ponerse al día.

¿QUÉ HACER?

Venezuela además de requerir un cambio de urgente de su modelo político, cada día que pasa se incrementa el deterioro. Como país precisamos reinventarnos. Eso pasa porque los interlocutores políticos acuerden un pacto de largo plazo para la gobernabilidad del país, acompañado del diseño de una agenda de políticas públicas para los próximos 20 años.

Pienso que esto pasa por aprender de este doloroso proceso, y comienza por cambiar la forma cómo nos vemos y nos asumimos como país.

@fidelsalgueiro

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