Fotos y texto ANDREÍNA MUJICA –
El fundador y presidente del Festival de Biarritz-América Latina, Jean-Marie Lemogodeuc, es doctor en Letras, Ciencias Sociales y Estudios Latinoamericanos, profesor universitario, escritor, diplomático al servicio de Francia en Venezuela entre 1998 y 2002.
Esto dice para Actualy.es:
-El festival de Biarritz representa un encuentro fabuloso en este pequeño balneario francés. Alrededor de 40 mil asistentes comparten literatura, cine, comidas, bailes, música del nuevo continente. Diez cortometrajes, diez largometrajes y otros diez documentales compiten por la primera posición del palmarés.
CRECIMIENTO
-Desde los años 90 hasta ahora es un mundo lo que ha crecido el cine en Latinoamérica. Por ejemplo, Colombia. Nuestra invitada especial de este año ha crecido muchísimo. La directora del Fondo Mixto de Promoción Cinematográfica, directora de Proimágenes, Claudia Triana, lo comentaba: hace 20 años Colombia apenas tenía 2 producciones y ahora tiene 40. Así, el cine chileno, argentino, el uruguayo, el brasilero.
CONTRACORRIENTE
-El único ejemplo contrario es el de Cuba. Lo que producía el ICAIC en los ´70 era inmenso. Muchos eran los directores y productores que se iban a rodar las películas en Cuba. Eso se acabó. Prácticamente ni los mismos cubanos pueden rodar sus películas en Cuba.
-Hoy tristemente veo a Venezuela exactamente igual a Cuba. Lo único es que no es una isla.
LA CENSURA
-Lo que verdaderamente me preocupa es la censura. No lo meramente económico o lo financiero, que es muy agudo, pero la gente no puede expresarse con tantos censores. A escritores, guionistas, gente de teatro, no creo que les sea posible expresarse libremente, tienen que exiliarse para poder expresarse con libertad. Eso, es lo más grave para mi.
«LA FAMILIA»
-He visto «La Familia» (film del venezolano Gustavo Rondón que inauguró este año el Festival) y es interesante, una buena película. Increíble que una opera prima llegue a esta calidad. Buen manejo de imagen, de producción, hay un verdadero proyecto, buen manejo de los personajes, hay una visión, considerando las condiciones en las cuales Rondón tuvo que trabajar. Es extraordinario.
CONSERVATORIO ITINERANTE
-Como consejero cultural de Francia en Venezuela entre 1998 y 2002, conocí a Hugo Chávez. Lo vi con cierta frecuencia y él mantuvo la calidad del CELARG. Fui jurado del Premio Rómulo Gallegos. La ruptura aparece en el 2002, que para mi fue el principio del fin. Todo el equipo con quien yo hablaba desapareció del panorama y apareció «la familia»… El nepotismo lo cambió todo.
-El apoyo de la embajada de Francia era otra cosa; tanto en música como en teatro; eran maravillosas las Master Class que daban los grandes maestros franceses, que iban por 15 días o tres semanas a Venezuela. Maestros de flauta, piano, violín. Su presencia concluía con un gran concierto en distintas regiones del país.
EXCELENCIA Y CALIDAD
-Eso se acabó, pero nos permitió revelar la calidad y la excelencia de los músicos venezolanos.
-Allí estuvieron Gustavo Dudamel, quien se benefició con ese sistema, y el violinista Alexis Cárdenas, que en 1998 pasó por uno de esos talleres itinerantes (y casi 20 años después ha inaugurado la agenda musical del Festival). Allí lo descubrimos, ganó una beca para venirse a estudiar a Francia. La música como lenguaje universal nos permitía esa maravilla.
UN VASCO NEGRO
-En los primeros cuatro años del chavismo tuvimos la mejor comunicación. Recuerdo a un negro vasco, Aristóbulo Istúriz, como ministro de Cultura, que era totalmente abierto a la cooperación cultural.
-Yo hablaba seguido con Chávez, conocí Venezuela y conozco a los venezolanos. Veo complicada la salida en Venezuela.