El pasaporte venezolano podrá ser prorrogado hasta por dos años, a partir de su fecha de vencimiento, según decreto ejecutivo N° 3.097, firmado por Nicolás Maduro en el marco del Estado de Excepción que rige en Venezuela desde 2016.
La medida fue publicada en la Gaceta Oficial N° 6.333 del 8 de octubre de 2017, fecha a partir de la cual el decreto ha entrado en vigor.
Los lineamientos para la implementación del decreto estarán a cargo de los ministerios de Relaciones Exteriores y de Relaciones Exteriores. El primero se ocupará de sus propias dependencias (SAIME, Servicio Administrativo de Identificación Migratoria y Extranjería), y el segundo lo pondrá en marcha a través de las secciones consulares de las misiones diplomáticas de Venezuela en el exterior.
El artículo 3 del Decreto advierte que «los procedimientos utilizados para la prórroga del pasaporte no podrán vulnerar los demás elementos de seguridad del Documento de Viaje establecidos en el ordenamiento jurídico nacional ni las recomendaciones de la Organización Civil Internacional (OACI».
LA IDENTIDAD ES UN MARTIRIO
El gobierno venezolano ha sido sobrepasado por cuanto no ha sido capaz de satisfacer la inmensa cantidad de solicitudes de prórroga del pasaportes que constantemente son entregadas en los centenares de consulados de Venezuela en el exterior. Y tampoco las solicitudes de emisión de nuevos pasaportes que abarrotan las oficinas del Saime en el país. La «matraca dolarizada» se ha instituido para los nuevos pasaportes. Hasta 3 mil dólares exigen los funcionarios por garantizar su expedición, aun cuando, previo pago de tasas exorbitantes, en marzo de este año había sido establecido un procedimiento «express». El diputado Luis Florido, presidente de la Comisión de Exteriores de la Asamblea Nacional, ha estimado en tres millones el número de venezolanos que esperan por su pasaporte. “Hay personas que van a emigrar, otros para visitar familiares, por trabajo o por asuntos médicos ahora que hay familiares porque afuera hay más posibilidades de atenderse”, dijo al diario El Nacional de Caracas.
Desde hace varios años los venezolanos en el exterior han sido sometidos a largos períodos de espera para que les sea asignada cita para validar datos y pagar tasas, y un lapso superior para la entrega final del único documento de identidad válido fuera del país.
Voceros oficiales han indicado que la razón del embotellamiento de solicitudes se debe a la carencia de papel y de tinta para su elaboración. Pasaportes, ¡tampoco hay!
Entre el año 2000 y el presente (llamado Revolución Bonita) han sido emitidos tres formatos de pasaportes. En 2007 se implementó el pasaporte «Biométrico» y en 2015 el pasaporte «Mercosur».
Según convenios bilaterales, la empresa cubana Albet Ingeniería y Sistemas es la encargada de la gestión de los registros civiles, notarías y servicios migratorios venezolanos. Albet vende a Venezuela software para servicios de identificación, registros mercantiles y públicos, el control de operaciones de la petrolera PDVSA, la Presidencia, las cárceles, la policía, y el censo de población nacional.
El gobierno no explica en el Decreto las motivaciones que le han llevado a promulgarlo. Simplemente anota “que en este contexto se hace necesario adoptar medidas especiales que permitan garantizar la expedición del documento de viaje, así como un mecanismo que permite la prórroga de su validez”. No señala nada sobre «el contexto».