En reunión de febrero pasado del Consejo Permanente de la OEA, el secretario general Luis Almagro estableció una especie de decálogo de condiciones mínimas que el gobierno venezolano debía garantizar en caso de realización de elecciones presidenciales. Para ser creíbles, decía luego de presentar un informe técnico, el compromiso debe ser expreso. Plenas garantías, en primer lugar. Una vez realizadas las elecciones el domingo 20 de mayo, con los resultados anunciados, Almagro ha concluido que dichas medidas no han sido tomadas en cuenta.
En informe de 16 páginas presentado el martes 22, Almagro ha sido terminante e ilustrativo en su juicio sobre la jornada electoral: “La evidencia demuestra que las elecciones estuvieron por debajo de cualquier estándar internacional. Desde su convocatoria, se violaron los principios de legalidad, imparcialidad, certeza, periodicidad y universalidad que todo proceso electoral debe tener.”
“El domingo ha sido una fecha infame para la democracia en las Américas… Ayer Nicolás Maduro demostró que se pueden hacer elecciones sin tener democracia… No lo reconocemos como presidente legítimo”, dijo en un video Almagro durante la presentación del legajo.
Aunque estrictamente el documento no equivale a un informe de una Misión de Observación Electoral, por cuanto la OEA no fue formalmente invitada a formar parte de las entidades internacionales que acudieron al llamado de “acompañamiento” de la autoridad electoral, CNE, sí que “ha sido elaborado con base en declaraciones de actores políticos clave, informes técnicos de observación nacional, comunicados de prensa de instituciones públicas, e información difundida por distintos medios de comunicación así como a través de redes sociales”. El texto abarca la etapa pre-electoral, el día de la votación y la difusión de los resultados. Incluye asimismo una descripción detallada de las irregularidades técnicas y jurídicas evidenciadas en estas distintas fases del proceso.
El informe cuestiona todo el proceso. “En Venezuela quedó demostrado que en las condiciones actuales no hay garantías para que la voluntad del pueblo se vea reflejada en las urnas. Para que existan elecciones legítimas, se debe cambiar la actual composición del Consejo Nacional Electoral, se debe habilitar la participación de todos los partidos políticos y candidatos, y se deben promover mecanismos para garantizar mayor equidad en la contienda, así como permitir la fiscalización y auditorias de cada uno de las actividades establecidas en el calendario electoral. Por último, se debe volver al voto manual para que el control ciudadano pueda ser eficiente.”
Por si fuera poco, el informe proclama que “Todo esto debe ir de la mano de la observación electoral internacional imparcial de la Organización de los Estados Americanos.”
He aquí el informe de la OEA (PDF): OEA – Informe_Elecciones_presidenciales