El gobierno venezolano pretende recaudar millón y medio de dólares (5 billones y medio de bolívares al cambio paralelo actual, o 54 millones de bolívares si se le quitan cinco ceros), a costa de 30 mil venezolanos que se encuentran en Chile en situación irregular. Es un atraco masivo a mansalva a un contingente de por sí desamparado.
Para obtener el visado de trabajo (proceso extraordinario de regularización migratoria), el migrante venezolano debe presentar ante las autoridades chilenas un certificado de antecedentes penales. Hasta el presente dicho documento podía ser obtenido a través de Internet (http://certificacioninternacional.mijp.gob.ve/paginas/CU_login/). Pero desde la semana pasada el consulado de Venezuela en Santiago de Chile está exigiendo un abono de US$50 por concepto de apostilla del referido documento, sin el cual no tiene validez. Este monto equivale a 32.140 pesos chilenos, o Bs 180 millones, al cambio actual. Se les exige validar ese papel en sede diplomática, previo pago «en dólares americanos».
Los afectados (en su mayoría ciudadanos que han escapado del horror venezolano con una mano adelante y otra detrás) comenzaron a quejarse ante las autoridades migratorias chilenas y venezolanas, pero una dice que Venezuela pone las reglas y las venezolanas dicen que, efectivamente, nosotros ponemos las que nos apetezcan.
«El cambio se debe a información nueva que nos llegó desde el consulado de Venezuela, que solicita apostillar el documento desde ahora», ha explicado el Departamento chileno de Extranjería y Migración (Ministerio del Interior). De manera que no están aceptando el documento obtenido vía Internet, el cual contiene un código que permite su verificación online.
El lunes 23 de julio apareció un cartel a las puertas del consulado en Chile: “Costo: Cincuenta (50) dólares americanos de arancel consular a ser depositados en el banco. (Se le indicaran los datos del mismo en nuestras oficinas, después de revisada la documentación)”
El tema emergió hoy a escena cuando el diario El Mercurio lo resaltó en su primera página. El resto de la prensa chilena se hizo eco de la inédita situación.
El atraco está siendo ventilado en Twitter a través de la etiqueta #NIUNCENTAVOMAS.