JESÚS COVA –
No hay una razón especial para esta nota, excepto la de traer nuevamente a la memoria el nombre y el recuerdo de uno entre los 100 mejores boxeadores de la historia, el inglés Bob Fitzsimmons, un muy distinguido huésped del Salón de los Inmortales de Canastota, Nueva York, y el primero en los anales del boxeo en coronarse campeón mundial en tres divisiones, en la actualidad algo irrelevante por lo casi rutinario pero impensable cuando él lo logró a fines del siglo XIX en los pesos mediano, semicompleto y completo.
Del añejo e imborrable suceso protagonizado por aquel gran púgil es de lo que trata esta ligera nota escrita hace poco más de un lustro y que hoy reproducimos con un retoque aquí y otro más allá. Continúen leyendo:
“Una muerte cruel proporcionó un golpe de gracia a Bob Fitzsimmons en un hospital de Chicago, esta mañana. El ‘Gran Réferi’ llamó a Bob a que lo asistiera en su esquina, de la cual nunca regresó” (Enquire, de Buffalo, New York, 26 de octubre de 1917).
En tan solo aquellas 36 palabras el diario neoyorquino citado divulgó, 106 años atrás, el fallecimiento de nuestro personaje de hoy. Digamos, de entrada, que Fitzsimmons fue campeón amateur de Nueva Zelanda en el mediano en 1880, con cuatro nocauts ¡en una misma noche! y se coronó, con reconocimiento mundial y oficial para la historia en el campo rentado el 14 de enero de 1891, en el completo –primer peso mediano en ganar el cetro de la máxima división– el 17 de marzo de 1897, y en el semicompleto el 25 de noviembre de 1903.
Es, además –otro dato notable en su brillante carrera– el más peso liviano de todos los que han dominado la categoría reina, la de todos los pesos. La primera faja la ciñó con un KOT 13 sobre Jack Dempsey, alias Nonpareil, en New Orleans. Este Dempsey ningún nexo tiene, salvo en el apellido, con el icónico Jack Dempsey que reinó en el peso pesado en los años 20.
Seis años después de su primera corona Fitz (así abreviaban su apellido los cronistas), de 34 años, subió por la diadema de los pesados en Carson City, Nevada, contra James John Corbett, “Gentleman Jim”, tres años más joven y campeón defensor, quien iba a su segunda exposición del trono ganado 7 años atrás ante John L. Sullivan. El escenario para este histórico encuentro se eligió luego de muchas peripecias superadas hábilmente por el promotor Dan Stuart, pues el boxeo estaba prohibido en todos los estados de la Unión estadounidense.
El libro El boxeo en el cine, 1984-1994, del español Pablo Mérida de San Román, refiere que debió (Stuart) convencer a los gobernantes del estado con la carnada del incremento de la economía regional. Los boxeadores acordaron medirse por una bolsa de $10 mil para c/u, más el 15% por taquilla y cine. La película de la pelea, que se montó el 17 de marzo, llegó a la gran pantalla el 22 de junio de 1897 en la Academia de Música de New York.
Precisa Mérida que en esta fecha el documental “recibió una espectacular avalancha de público. Las imágenes … emocionaron a los excitados espectadores … mientras un hombre narraba … Por primera vez, el público se encontraba ante la figura del comentarista deportivo” (*)
El pleito concluyó con la victoria del aspirante de 167 libras (75,750 kilos), quien tumbó a Corbett, de 200 libras (90,718 kilogramos, es decir 14,968 kilos de mayor peso) con un recio derechazo al plexo solar en el décimo cuarto asalto. Después, el 9 de junio de 1899, Fitzsimmons cedió la faja en Nueva York frente al invicto James J. Jeffries, vencedor por KOT en 11 episodios. JJF pesó 219 libras por 167 de BF, esto es ¡52 libras de diferencia, 23,587 kilogramos en favor del ganador!
“MÁS RUIDO HACEN AL CAER…”
Una particular cualidad de Fitzsimmons que destacaban y festejaban sus admiradores fue la de no temer a nadie sobre el ring. Él solía expresarla sin inocultable arrogancia con la frase del antetítulo precedente (“Mientras más grandes son más ruido hacen al caer”. O, lo que es igual “más daño se hacen…”). La pronunciaba repetidamente y provocaba con ella las ruidosas carcajadas aprobatorias de sus devotos prosélitos.
Fitzsimmons se hizo profesional el primer día de enero de1883 ante Jim Crawford, a quien noqueó en tres vueltas y acumulaba en Sídney, Australia, dos reveses, ambos por nocauts frente a Mick Doodley y Jim Hall, un poco más de una docena de nocauts, 15 sin decisión y 6 a los puntos, cuando viajó a Norteamérica donde el boxeo estaba en pleno y jugoso auge tanto en popularidad como en lo económico. Debutó en Estados Unidos el 17 de mayo de 1890 con victoria en el primer asalto a Frank Allen, en San Francisco, California. Luego dispuso por la vía rápida de 32 contrincantes en fila, incluida la victoria sobre Jack Nonpareil Dempsey que le dio el cinturón universal de los 72,580 kilos, más 3 a los puntos y un nulo.
Después de un ya prolongado transitar en el ring y con 5 nocauts y un segundo revés ante Jeffries en 8 rounds en Los Ángeles, el 25 de julio de 1902, el infatigable Fitzsimmons ganó su tercer cetro, un logro imborrable, tal y como lo indicamos, mediante una decisión en 20 asaltos ante George Gardner en noviembre de1903 con el cetro semicompleto en discusión.
Un año más tarde Philadelphia Jack O´Brien y Fitz cerraron sin decisión una batalla titular el 23 de julio de1904 y O’Brien lo noqueó en 13 tramos el 20 de diciembre del año siguiente para arrebatarle la corona mediana.
Un KO en contra en dos tramos sufrido frente al como él legendario Jack Johnson, primer negro soberano mundial completo, el 17 de julio de 1907, un triunfo ante Jim Paul y un KO a manos de Bill Lang en 1909 en un regreso fugaz a Australia –con 2 sin decisión al regresar a EEUU– le convencieron de que el camino se había terminado.
Al irse del boxeo Fitzsimmons, a quien algunas publicaciones le asignan una marca de 48-8-0, 39 nocauts, concretó, extraoficialmente y según otros medios, 61 victorias con 57 nocauts propinados, 8 derrotas (7 por KO) y 4 tablas. Ocho de sus peleas fueron de campeonato mundial, con un balance de 4 triunfos, de ellos 3 por KO, 3 derrotas por igual vía y una sin decisión. Formó parte, como es de suponerse, por su rutilante palmarés, del primer grupo elevado al Salón de la Fama del Boxeo Mundial, en 1954.
Como es evidente por lo expuesto, Fitz fue un peleador excepcional. Nació en Helston, Cornwall, Reino Unido, el 25 de mayo de 1863 con el nombre de Robert James Fitzsimmons, y falleció a los 54 años en el hospital Michael Reese, de Chicago, Illinois, abatido por una neumonía. Solo tres años antes, el 20 de febrero de 1914, había colgado los guantes después de poco más de 3 décadas en el profesional y algo menos de un lustro en amateur. Se fue con un fallo nulo en 6 rounds ante Jersey Bellew en Pensilvania, el 20 de febrero de 1914.
(*) Ob.Cit. Pp 26-27-Editorial Laertes, Barcelona, España, 1995.
Jesús Cova. Periodista deportivo venezolano. Reside en Caracas, Venezuela