RONAL F. RODRÍGUEZ –
El retorno y llegada de colombianos a su país, grupos familiares con los que no contaba, aumenta la presión sobre el actual fenómeno migratorio que involucrac a dos países. Maduro dijo sin demostrarlo en 2015 que en Venezuela hay 5.600.000 colombianos
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Entre la década de los 70 y el 2000, cientos de miles de colombianos cruzaron la frontera con Venezuela, la mayoría buscando mejores oportunidades laborales y otros tratando de huir de las atrocidades del conflicto armado. Nunca se logró establecer con claridad cuántos connacionales se radicaron en el hermano país. Los dos últimos censos del Instituto Nacional de Estadística empadronaron a 609.196 colombianos en Venezuela en 2001 y para el censo del 2011 la cifra llegaba a 721.791.
Durante las últimas décadas, la proporción respecto a la población venezolana se fue reduciendo: 3,5 % en 1981; 2,93% en 1990; 2,64% en 2001 y 2,49% en 2011. No obstante, dichas cifras no reflejan la realidad del fenómeno migratorio colombiano en Venezuela. Un número importante de colombianos se estableció de forma ilegal y vivieron ocultándose de la Guardia Nacional y de la temida Policía Técnica Judicial (PTJ). Muchos colombianos se establecieron en zonas populares del 23 de Enero y Petare en Caracas.
Así las cosas, algunas aproximaciones establecen la cifra entre 1.500.000 y 2.000.000 de connacionales que se radicaron en Venezuela. Hace tres años, el presidente Nicolás Maduro afirmó que eran 5.600.000 colombianos y el entonces defensor del pueblo, hoy fiscal general, Tarek William Saab, llegó a decir que eran 6 millones de colombianos radicados en Venezuela pero no dieron sustento creíble a sus cifras.
La disparidad se podría llegar a explicar por los hijos de los colombianos que al nacer en Venezuela son ciudadanos venezolanos, pero quienes también podrían reclamar la nacionalidad colombiana. Un número importante de ciudadanos binacionales entre los que se incluye el propio Nicolás Maduro.
LA DOBLE NACIONALIDAD
Durante décadas dichos compatriotas nacidos en Venezuela no reclamaron su nacionalidad colombiana, pero de unos años para acá, muchos han cruzado la frontera y han logrado regularizar su situación tramitando la nacionalidad. Algunos han descubierto que son colombianos con plenos derechos, que tienen acceso a los paquetes de política social y que también tienen obligaciones fiscales y tributarias, es decir que son ciudadanos colombianos.
Los procesos migratorios son complejos, la llegada de extranjeros tensiona las sociedades, sin embargo, en nuestro caso muchos de los que llegan son colombianos que están regresando, o mejor, retornando.
Lo cual complejiza el fenómeno, dado que no se pueden contar entre los 600.000 venezolanos que se encuentran en nuestro país según los datos de Migración Colombia, a enero de 2018. El número de retornados aún es incierto, no se tiene claridad de cuántos pueden ser. Una particularidad del reto que enfrenta el Estado colombiano es el retorno de los colombianos que durante décadas hicieron vida en el hermano país, pero que al igual que todos los ciudadanos venezolanos, han visto como sus propiedades, sus pertenencias, sus ahorros, todos sus bienes quedan supeditados a las leyes de la revolución, que todo lo relativizan: precios justos, arrendamientos, movimientos de capital, leyes que hacen imposible regresar a Colombia con el fruto del trabajo de años.
IDENTIDAD CULTURAL
Pero existe otro lado en la historia: no todos los colombianos que están en Venezuela quieren regresar, pues un número importante de ellos no guardan el mejor recuerdo de su patria natal.La mayoría de los que están retornando son los hijos de los connacionales que se fueron a Venezuela, ciudadanos colombianos a los que no se les puede hacer ningún tipo de diferenciación.
No obstante, a los colombianos que hoy reciben a sus compatriotas les cuesta trabajo entender que haya colombianos que no habían vivido un solo día en el país, y que tienen hábitos y costumbres de venezolanos porque también son venezolanos.
Los colombo-venezolanos no son identificados como colombianos por muchos de sus compatriotas, hablan venezolano, tienen hábitos, costumbres de venezolano y les gusta el béisbol. Muchos han regresado, pero se encuentran con una sociedad que no los reconoce como colombianos y que incluso llega a segregarlos. Un país que en el pasado los expulsó, ahora los recibe con desdén y mezquindad.
Si se parte de una de las aproximaciones moderadas y se toma la cifra de 1’500.000 colombianos que migraron a Venezuela, y se proyecta que aproximadamente tuvieron en promedio dos hijos, se estaría hablando de por lo menos cuatro millones y medio de colombianos que podrían retornar al país.
Cifra a la cual se suman sus parejas venezolanas, que tendrían igualmente derecho a ser acogidos. Si solo la mitad de ellos retornara, estaríamos hablando de aproximadamente dos millones de compatriotas que complejizan el fenómeno migratorio que hoy vive Colombia.
Publicado en www.elespectador.com
Ronal F. Rodríguez es profesor e investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, Colombia. @ronalfrodriguez