CARLOS HERNÁNDEZ –

Comenzó la campaña electoral en España por la Presidencia del Gobierno y ya en las calles los posters de los presidenciables están colgados de los postes en las avenidas y calles de la capital.

Pero además de los candidatos a Presidente, las paradas de autobuses y otras vallas ya exhibían, días antes, los retratos de Khaleesi y Cercei, con el lema “Vota. Por una mujer en el Trono”, en alusión a la temporada final de la serie de HBO, Juego de Tronos, que comenzó a transmitirse en España a mitad de Abril, a escasos días de las elecciones generales, en un golpe realmente efectista y oportuno de los publicistas de la serie y de la operadora que la transmite. Las dos protagonistas femeninas de la serie están retratadas en un plano medio, con símbolos de su poder, pero no de frente sino de medio perfil y sin mirar fijamente a cámara, más bien como mirando al futuro trono que espera por una de ellas. Y sin embargo, no se sienten tan lejanas de los telespectadores.

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A diferencia de los países latinoamericanos, la propaganda electoral española no copa todos los espacios, es visible pero sin estridencias.

Desde que llegué a España, mi impresión de la mayoría de los políticos jóvenes, a nivel de imagen, es que parecen otra cosa menos políticos. Delgados, bien vestidos a la moda y elegantes, tanto hombres como mujeres, parecen actores de cine.

Y los posters que cuelgan de los postes del alumbrado público no muestran lo contrario.

IMÁGENES DECISIVAS

Paso ahora a analizar lo que me transmiten, como fotógrafo, las fotografías de los candidatos y los lemas de campaña que acompañan a las fotos.

Mi experiencia en campañas electorales me dice que no hay nada dejado al azar en la publicidad de los candidatos. Incluso en Latinoamérica, muy pocas veces las imágenes de los políticos han llegado por azar y se han aprovechado debido al impacto producido al publicarlas en medios, como el caso de aquella famosa fotografía de Carlos Andrés Pérez saltando un charco de agua en plena campaña o la imagen de video de Luis Herrera Campins, arremangándose la camisa del safari, cuando visitaba de improviso a Carlota Flores en Caucagüita, el día en que la policía derribaba los ranchos de esa invasión. Esas imágenes definieron el carácter de los candidatos que se convirtieron en Presidentes de Venezuela.

Pero en la campaña española por la Presidencia del Gobierno, todas las fotos son de estudio, muy pensadas para lo que querrían transmitir.

Hay coincidencias, aunque no creo que se hayan puesto de acuerdo.

Pablo Casado, del Partido Popular, y Albert Rivera, de Ciudadanos, usaron el color en sus retratos y sus fotos son de frente, pero no miran a cámara. Las fotos tienen mucho detalle, muy enfocadas, pero la mirada está dirigida a un punto más arriba del lente, y, a pesar de que ambos sonríen, sus miradas no ven a quien tienen enfrente, o sea, el votante español.

Las fotos del candidato del Partido Socialista Obrero Español, PSOE, Pedro Sánchez, son en blanco y negro, una escogencia muy rara y quizás un tanto artística para una campaña electoral. Tienen muy poca profundidad de campo, esto es muy poca zona enfocada, pero lo enfocado es muy preciso: la mirada, que mira de frente a quien lo observa, y por eso transmite cercanía con el votante. Esta foto de Sánchez recuerda la de la portada de su libro, Manual de Resistencia, lanzado poco antes de dejar la Presidencia del Gobierno y convocar elecciones.

TRES PRESIDENCIABLES

Hasta allí, como toda campaña publicitaria política, tenemos unos retratos, unos muy primeros planos cerrados como el de Rivera y el de Sánchez, y otros en plano medio como el de Casado.

Los lemas de campaña que acompañan a las fotografías, en el pendón a su lado, reflejan toda la estrategia electoral, lo que quieren transmitir al electorado.

Albert Rivera usa la palabra ¡Vamos! en el color naranja de su partido acompañada del nombre de su organización: Ciudadanos, lo que se lee como un llamado a votar: ¡Vamos! Ciudadanos.

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Pero además del retrato en primer plano Rivera tiene un poster gigante, solo exhibido en los andenes de algunas líneas del Metro de Madrid y en la parte trasera de algunos autobuses, que lo muestran de cuerpo entero, caminado decidido hacia adelante y viendo, esta vez sí, a cámara, con un fondo desenfocado de lo que parecen ser banderas color naranja, con el mismo lema de ¡Vamos!

Y en la esquina superior derecha, resalta lo que parece ser su marca personal, usada en su web, que es su nombre en vertical y volteado al lado de una “R” mayúscula.

Pablo Casado usa un espacio en blanco sobre su cabeza, para identificarse con su nombre: Pablo Casado, en letras azules. Ni Rivera ni Sánchez incluyen su nombre completo sobre los retratos. Intuyo que será porque piensan que son conocidos por todos los votantes. El lema de Casado es “Valor Seguro” en blanco sobre fondo azul, y en la parte de abajo del pendón el nuevo logotipo del PP. No queda claro sí el Valor Seguro se refiere al candidato o al partido.

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La campaña de Sánchez se diferencia no solo en el uso del blanco y negro. Hay una combinación de frases y  de fotografías. El lema de campaña es “La España que quieres”, en pendones rojos con letras en blanco al lado de fotografías muy documentales, que muestran a una gran variedad de ciudadanos españoles.

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Pero al lado del retrato de Sánchez el pendón tiene la frase “Haz que Pase” en mayúsculas. Así que al final el lema del PSOE viene siendo: “La España que queremos, HAZ QUE PASE.” Y debajo Vota PSOE.

Hay menos fotos de Sánchez, en una cuadra, que de los otros candidatos, quizás menos personalismo y dando más importancia a los retratos de españoles, donde, por cierto, predominan las mujeres.

Un aspecto interesante de la propaganda electoral española, es el uso, al menos en Madrid, de espacios públicos que dependen de entes gubernamentales, como los postes del alumbrado, las paradas de autobús de la empresa municipal de transporte e incluso en los propios autobuses, tanto en el costado como en la parte trasera, y también en algunas instalaciones exteriores del Metro, e incluso en los contenedores usados por la municipalidad  para el reciclaje de vidrio.

Y en las principales calles y avenidas madrileñas, los pendones de cada partido están repartidos ordenadamente en cuadras enteras. Cada candidato tiene una cuadra entera, en ambas aceras.

Hasta aquí el análisis de las fotografías de los “presidenciables” de la campaña electoral a la Presidencia del Gobierno Español. Hasta el momento de escribir esta nota, no hemos visto en Madrid ninguna fotografía de Pablo Iglesias, de Unidos Podemos, ni de Santiago Abascal, de Vox.

Carlos Hernández es fotógrafo venezolano. Reside en Madrid.

 

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