OMAR PINEDA
Autor, junto con Migdaly Aguilera de Rodríguez, del libro “Política, Democracia y Liderazgo. El Fenómeno Mandela”, Omar Alexis Rodríguez apuesta en sus talleres a desarrollar herramientas para afrontar las grandes tareas en el sector público como en el privado. “El liderazgo se aprende como cualquier otra actividad humana; basta empeñarse y contar con la voluntad para ello”, explica este ingeniero agrónomo que ha dedicado más de 20 años a investigar y reflexionar sobre este fenómeno inspirado en el liderazgo de Nelson Mandela
“Es de todos conocida la gran necesidad de liderazgo democrático que tenemos en Venezuela. No sólo de una persona sino de numerosos liderazgos con ejemplos positivos que se contagian. Liderazgos que se diferencian de los caudillos mesiánicos y con solidez espiritual y valores contra todo soborno y corrupción que ha convertido la riqueza nacional en miseria”. La frase pertenece al ex rector de UCAB Luis Ugalde, quien prologa Política, Democracia y Liderazgo. El Fenómeno Mandela (Publicado en Amazon), no como un favor a Omar Alexis Rodríguez, sino porque su pensamiento como ciudadano que apuesta a la democracia coincide con los planteamientos del ingeniero agrónomo que desde hace dos décadas se marchó con su familia al exterior pero que, como él mismo señala, “nunca termino de irme de Venezuela”.
La hoja curricular de Omar Alexis Rodríguez se podría resumir en su trabajo en el Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y como resultado de su desempeño logró una beca de postgrado en Iowa State University. Asimismo, su esposa, Migdaly Aguilera, cursó maestría en Desarrollo Curricular, Nutrición y Estadística. Con este bagaje ambos fundaron en 1996 una empresa consultora para compartir lo aprendido y transmitir sus conocimientos sobre gerencia y liderazgo a jóvenes egresados de las distintas escuelas de ingeniería y arquitectura del país. “Durante más de veinte años hemos impartido conferencias, facilitado Talleres, asistido a foros y conferencias y a la investigación sobre el tema de la gerencia y liderazgo, hasta que decidieron juntar las ideas, enseñanzas, experiencias e información relevante en esos temas”. Esta experiencia queda plasmada en el libro Política, Democracia y Liderazgo. El Fenómeno Mandela.
-Con esta obra que recogen experiencias de ambos en el campo de asesoría de liderazgo democrático formulan un cuerpo de ideas en torno a lo que suponen debe ser el dirigente exitoso ¿En qué le sirve de apoyo lo que denominan el “fenómeno Mandela”?
-La palabra fenómeno está asociada a cosas sorprendentes o sucesos extraordinarios, no comunes, raros de observar. Es más, coloquialmente, se considera fenómeno a una persona cuando destaca notablemente en lo que hace, o sorprende por sus cualidades. Nelson Mandela demostró ser un fenómeno en la forma de liderar. Nelson Mandela es el líder más influyente del siglo XX, su obra y forma de liderar nos ayudó a responder la pregunta recurrente: ¿Es posible conseguir un ser humano que reúna las cualidades que estudiosos del liderazgo señalan debe poseer un líder? Nelson Mandela nos ayuda a conceptualizar que liderar es algo noble y bueno para los involucrados, y cuando se trata de escoger quien puede servir de modelo, Mandela es referencia obligada. Adicionalmente, el régimen del apartheid veía a Mandela como un fenómeno, y pensaron que ese fenómeno seria pasajero, algo que tendría su punto de máxima expresión y luego desaparece. Esto fue una de las razones para su liberación: Mandela fue considerado un fenómeno coyuntural por el régimen del apartheid. Sin embargo, ellos subestimaron la capacidad de liderazgo trascendental de Nelson Mandela.
-¿Cuál es la motivación de los talleres que ustedes imparten tanto en el sector público como en el privado?
-La idea básica es generar aprendizaje significativo mediante la conexión de ideas, experiencias y motivaciones del participante. En este sentido, enfocamos nuestra tarea de transmitir conocimientos y diseñar oportunidades de aprendizaje, concentradas en el que aprende. Consideramos que el participante posee un conocimiento, una idea en el tema a tratar, por lo cual nos esforzamos en suministrar espacios e ideas que contribuyan a expandir la sabiduría que se posee. Pretendemos que al final de la jornada haya un resultado aplicable en la vida personal y laboral de cada participante. Por eso, procuramos sean dinámicos con actividades de razonamiento, aplicación de conocimiento y exploración y manejo de datos e información. En la preparación de cada taller meditamos sobre distintas formas de aprender: visual, auditiva, kinestésica, entre otras. En consecuencia, empleamos apoyos visuales y pedagógicos para la comprensión y relación de temas y conceptos entre sí. El taller es conducido de tal forma que los participantes, además de conocimientos, realicen actividades para el desarrollo de habilidades variadas en pro de su desempeño y aplicables rutinariamente: entre ellas la habilidad de relación social, de comunicación, de pensamiento crítico y uso adecuado del material instruccional pertinente para el tema de estudio. Es importante resaltar que la obra: Política, Democracia, y Liderazgo; El Fenómeno Mandela, es un buen ejemplo de material instruccional para estudios sobre esos temas pero, además, para temas sobre valores, historia contemporánea y otros. Liderar se aprende y mientras más temprano mejor. Recomendar también el uso de esta obra a padres y maestros, en los temas contenidos, sería adecuado como material para el diseño de oportunidades de aprendizaje significativos.
-Como ustedes lo señalan en la introducción del libro ¿es posible aprender a liderar?
-En el primer capítulo explicamos que el liderazgo no es una destreza rara ni exclusiva para un grupo selecto de personas. Toda persona tiene potencial para liderar de la misma manera que se tiene potencial para el deporte, la actuación o la pintura. Las personas nacen con depósitos en la cuenta de talentos y dones. Según los estudiosos del liderazgo, Warren Bennis y Burt Nanus “el liderazgo parece ser el acopio de las destrezas que la mayoría posee, pero que solo una minoría usa”. Sin embargo, generalmente la mayoría de los talentos se quedan sin desarrollar. Para que esto no suceda se requiere de la combinación de compromiso, entusiasmo, motivación, carácter y oportunidad. Si se nace con talento y se crece en el ambiente idóneo es una bendición para la persona y para los que están a su órbita de influencia. El liderazgo se aprende como cualquier otra actividad humana. Basta empeñarse y contar con la voluntad para ello. En consecuencia, el primer deber de un futuro líder es aceptar el peso de la formación inicial y permanente, de acuerdo con sus intereses en este campo. Es importante reconocer que existen personas dotadas por la Providencia para el liderazgo, como las hay, dotadas para brillar sin previo estudio ni preparación, pero ello significa más bien la excepción a la regla. Más importante aún es reconocer que además de aquellos que poseen unas cualidades innatas para el liderazgo, existen personas a escala o nivel medio, en posesión de cualidades suficientes para alcanzar la meta deseada en el dominio del ejercicio del liderazgo. Es por ello, por lo que se considera fundamental la voluntad de querer cultivar y dominar los elementos que convierten a una persona en líder. Es común observar personas cultivadas intelectual y académicamente, que son solo eso, pero no ser consideradas líderes, por la carencia de formación en esta área fundamental de la vida. El desarrollo cognitivo es uno y el desarrollo personal es otro, si se complementan engalanan la función del liderazgo.
-¿No resulta arriesgado o, al menos, exigente apoyarse en la vida y obra de Mandela para desarrollar estos planteamientos, dado que se trata de situaciones y acontecimientos muy distintos como los que atraviesan nuestros países?
-Se puede considerar como un riesgo calculado. Más que un riesgo fue un atrevimiento ponerle rostro humano al liderazgo. Es arriesgado sino estas en conocimiento de la vida y obra de Nelson Mandela y el significado del ejercicio del liderazgo exitoso. Es también, un atrevimiento el cuestionar algunos planteamientos y proponer ideas, todas apoyadas con su correspondiente razonamiento. Es exigente porque amerita combinar la teoría con un caso práctico como lo es el liderazgo de Mandela. Nelson Mandela sin que fuese un ser humano perfecto, demuestra un conjunto de cualidades, virtudes y destrezas de líder, no usuales en una sola persona. Su ejemplo brinda algo a lo que vale la pena aferrarse: un conjunto de valores y principios que sirven de guía en momentos críticos. En contextos distintos, a través del tiempo podemos observar que el contexto del liderazgo ha cambiado notablemente pero el significado y contenido de liderar no cambia. El comportamiento fundamental, las acciones y las prácticas de los líderes permanecen en su esencia iguales.
-¿Cómo surgió la idea de plasmar en un libro que, como usted advierte, no pretende ser un manual teórico sino una contribución a problema de la ausencia de liderazgo en Latinoamérica, en particular en Venezuela?
-Durante más de veinte años hemos impartido conferencias, facilitado Talleres, asistido a foros y conferencias y a la investigación sobre el tema de la gerencia y liderazgo. Cada preparación de un curso o conferencia sobre gerencia y liderazgo, además de ser una experiencia de aprendizaje, dejaban interrogantes que esperaban ser respondidas. Entre ellas: la recurrente ¿Es posible conseguir un ser humano que reúna estas cualidades que estudiosos del liderazgo señalan debe poseer un líder? Adicional a esta surge otra interrogante ¿Es posible aprender a liderar? Si la respuesta a esta cuestión es afirmativa entonces ¿Quiénes pueden servir de modelos a seguir para el aprendizaje del liderazgo? Otra interrogante es ¿Se puede identificar quien es líder y quien no lo es? Con ese esquema en mente se diseñó el plan de trabajo. Finalmente decidimos juntar las ideas, enseñanzas, experiencias e información relevante en esos temas. De igual modo, la realización del libro se hace con la finalidad de ayudar a desarrollar cualidades, fundamentadas en principios y valores, para el ejercicio del liderazgo e incidir positivamente en la creación de ciudadanía. En décadas anteriores Venezuela y muchos países de Latinoamérica gozaban de sistemas de gobiernos, muchas veces imperfectos, pero democráticos. Vivir en democracia implica aprender a ser demócrata y libre.
-¿Hay que educar acerca de lo que significa la democracia?
-Evidentemente, la educación sobre democracia no ha sido lo eficiente que debió ser ya que durante estas dos o más décadas hemos vistos nuestros países contaminados con regímenes autoritarios. Nuestros pueblos aún no culminan en aprender a vivir en libertad y democracia, este déficit de aprendizaje es debido a la carencia de líderes políticos comprometidos con esos principios y la incomprensión de su rol. Es importante el compromiso que debe tener el líder político en encaminar a la humanidad hacia la conquista del bien común. Se señala que un conductor político auténtico es aquel capaz de concebir el bien y ejecutarlo, para bienestar de todos. Así mismo, se concluye que un líder político por definición es un demócrata.
-En el caso venezolano, la salida de la etapa del chavismo y la reconstrucción del tejido económico y social ¿requiere de un liderazgo individual, de alguien que sirva de referencia o guía, o es preferible una suerte de liderazgo colectivo?
-Esta pregunta vale la pena responderla como lo haría Nelson Mandela: ¿Por qué no los dos? Para salir de la etapa nefasta del chavismo y la reconstrucción del país se necesitará tanto del liderazgo individual como del colectivo, del liderazgo político, empresarial, sindical, gremial, religioso, académico y social. Por ejemplo, para el derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez fue necesario el liderazgo individual y colectivo, de militares y civiles. Luego para el establecimiento de la democracia hubo que contar con el liderazgo de Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba por el lado civil y el de Wolfgang Larrazábal por el militar. También se va a requerir el concurso entusiasta de los venezolanos, de su compromiso con un nuevo pacto social, como el de Punto Fijo, que fue referencia para el Pacto de la Moncloa y su implementación llevo a España a superar la pobreza y convertirse en un país desarrollado. Un pacto social que no solo procure preservar la democracia, sino que propenda al progreso y bienestar del pueblo venezolano. Así mismo el apoyo internacional será fundamental, no solo para salir de esta tragedia, producir el cambio político, sino para la reconstrucción del tejido económico y social que se requiere para el bienestar y prosperidad de los que viven en el país.
-El ex rector de UCAB Luis Ugalde advierte “hay que nacer de nuevo para la formidable tarea de reconstrucción con reconciliación democrática y una nueva tarea productiva en todas las áreas: económicas, políticas, sociales y culturales”. ¿Tan corrompida está la sociedad venezolana que resulta casi imposible creer en la dirigencia política actual?
-Lo primero que hay que reconocer es que nos enfrentamos a un enemigo inteligente para la maldad, inescrupuloso, con recursos; dispuesto hacer cualquier cosa por mantenerse en el poder. Una de ellas es el establecimiento de la hegemonía comunicacional. El régimen por diversas vías se ha adueñado de medios de comunicación y obligado a otros a la autocensura. Lo que implica que no hay información sobre la realidad nacional, el régimen establece así la agenda pública. De igual modo ha intervenido en las redes sociales con cuentas fantasmas y miles de bot, de esta manera el régimen genera confusión, dispersión, división, desesperanza y lo mas importante desconfianza en el liderazgo opositor. Es una forma de control social. Creo que, en Venezuela, un componente más de la tragedia es la crisis de liderazgo. Se observa la falta de sentido de la realidad, cómo esta es percibida, y el distanciamiento del entorno. Esto impide estar en condiciones de proponer y liderar el cambio. Según el profesor Manuel García Pelayo: un líder debe saber lo que se quiere, que se puede, que hay que hacer, cuando hay que hacerlo y cómo hacerlo. A esto se le debe añadir que, en el seno del grupo de dirigentes democráticos, hay personas con el ego exacerbado, otros dispuestos a ir en contra de puntos de vista alternativos, y también quienes tienen impedimentos para ver como los diferentes elementos encajan en un rompecabezas. La arrogancia, la insensibilidad a escuchar otros puntos de vistas y la incapacidad para ver el contexto e interpretar la realidad contribuyen a las crisis de liderazgo y lo más grave es que los involucrados ignoran los danos que causan.
-Tanto usted como su esposa lleva tres años en el exterior ¿Sirve este distanciamiento físico con el país para observar y analizar mejor la situación de Venezuela?
-La experiencia política como la profesional capacitan para mirar en varias direcciones. Jacobo Borges afirmó una vez que: hay que mirar afuera y desde afuera mirar hacia adentro y aconseja que nunca vivas las cosas en un solo plano, porque las cosas no existen en un solo plano. En Venezuela, atender el día a día conspira contra mirar el contexto. La rutina, el lamento, sufrir la maldad intencionada del régimen, generalmente, te conduce a no ver el bosque. Cuando eso pasa hay que salir y mirar desde fuera, o como hace el jugador de futbol: levantar la cabeza y mirar a donde va a colocar el balón.
Estar fuera del país ayuda a ver las aristas que componen la realidad. Se medita y razona sobre comportamientos y ejecutorias tanto del régimen como de quienes se oponen. La redacción del libro ayudo mucho a esta comprensión, no solo a observar y analizar la situación en Venezuela, también nos permite concluir sobre la dificultad que se tiene para salir del régimen. Después del 14 de abril del 2002, Chávez, con su socio Fidel Castro, se dedicó a establecer una red criminal internacional que incluye aliados políticos, organizaciones terroristas, partidos políticos radicales, narcotráfico, lavado de dinero y otras mañas. Por eso insistimos, a los venezolanos nos toca unirnos en el propósito común, actuar coordinadamente y seguir palateando hasta que la melcocha tenga punto, pero necesitamos toda la ayuda internacional posible, para salir del régimen. Países estratégicos con trayectoria democrática, y liderazgos exitosos darán aportes significativos a nuestra labor de acabar con el régimen que tiene secuestrado a los venezolanos.