CARLETH MORALES – ALDO DE SANTIS –
Adelantar las elecciones regionales en Venezuela es una decisión de la Asamblea Nacional Constituyente con múltiples lecturas. Legalmente inválida y mediáticamente velada, hasta los astros le encuentran una explicación: el régimen no llega a diciembre.
Sábado 12 de agosto. Cuatro de la tarde. La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) decreta de un plumazo el adelanto de las elecciones regionales, pero su disposición es legamente nula. Aun así, apenas consigue obstáculos y sigue adelante.
De nada ha valido el rechazo manifiesto de los partidos opositores, la sociedad civil organizada y distintos actores nacionales e internacionales como Estados Unidos, la Unión Europea y hermanos países reunidos recientemente en Lima que, desde el mismo día de su elección el 30 de julio, dijeron desconocerían sus actos.
La írrita ANC se ha autoproclamado “supra constitucional” y ha confirmado que los “poderes constituidos” no podrán oponerse a sus decisiones (aunque estén fuera de su naturaleza, que no es otra que la de redactar un nuevo texto constitucional). Más que una muestra de la falta de institucionalidad democrática en Venezuela, es una acción estratégica desde las entrañas del gobierno que busca obligar a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a tomar posición definitiva con respecto a su participación, y a cómo será esa participación en los mencionados comicios.
Dicho esto, la realidad es que el decreto de adelantar los comicios regionales es una movida legal muy inteligente en el tablero político ya que genera distintas aristas en un solo pincelazo:
- Si la MUD decide participar definitivamente en las elecciones regionales intrínsecamente estaría reconociendo la validez de los actos emanados de la Asamblea Nacional Constituyente.
- La ANC ha convocado la elección para los cargos a gobernador, pero no se ha pronunciado sobre los Consejos Legislativos, por lo que, de no realizarse las elecciones de estos cargos, se mantendrían los mismos que asumieron en el 2012, y vale recordar que hay una mayoría de legisladores oficialistas en 22 estados del país, lo que dejaría a esos eventuales gobernadores de oposición con una “espada de Damocles” encima.
- Permitiría que se estableciera en el cronograma electoral las elecciones municipales a finales de 2017 o a principios de 2018, según conveniencia de los resultados que puedan o no obtener los candidatos a gobernadores del PSUV en octubre.
Este cambio de fecha se aprovecha, además, de una MUD “desunida” y sin una estrategia precisa, adversario idóneo para un chavismo debilitado pero unido en la intención de mantener los espacios que le convengan. Y así, la razón legal de un adelanto de elecciones regionales tiene mucho sentido.
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Sábado 12 de agosto. Cuatro de la tarde. La Asamblea Nacional Constituyente decreta de un plumazo el adelanto de las elecciones regionales, pero la tendencia en las redes sociales es #SabadoDCorazonXTi y #TrumpNoPodrasConVenezuela.
El “animador consentido de Venezuela Winston Vallenilla” se encarga de desviar la atención con el primer hashtag, retuiteado ese día hasta por la mismísima presidenta de la ANC y firmante del decreto, Delcy Rodríguez; mientras el “oportuno” anuncio de Doland Trump sobre una posible intervención militar, hace el resto.
La humeante estrategia mediática está servida. La noticia más importante del día (y de muchos días) pasa agachada, por debajo de unas mujeres maullando en un musical de gatos y un tupé amarillo que baila también al son de su propia música.
#VenezuelaVotaEn2Meses aparece el 13 de agosto. Los principales motores comunicacionales del régimen se pliegan al mismo. Es domingo, el primero de los dos días que contempla el apresurado calendario para que se formalicen las candidaturas, el Consejo Nacional Electoral no dice ni mu en redes y los medios de comunicación afectos al gobierno apenas hablan de ello, pero sí, y mucho, del cumpleaños de Fidel y del Día de los zurdos, que Chávez lo era. “Comunicación corporativa” diría el profesor Earle Herrera, ahora constituyentista y, para más inri, promotor del adelanto de las regionales, que de esto sabe mucho.
Recordatorio. 15 de diciembre de 1999. Vargas lleva 15 días de lluvias, pero el presidente desdeña su importancia y celebra elecciones para aprobar su Constitución. En cadena nacional parafrasea a Bolívar: «Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca». Durante muchos días, los medios se concentran en los 30.000 muertos del deslave de Vargas. 19 de diciembre, ratifican la Constitución; el 20 de diciembre la promulgan. El país está pendiente de aquello, y el gobierno de esto otro.
Naturales o inducidas, las tragedias nacionales desvían la atención. Y con tanto de este ingrediente mediático ahora, un adelanto de elecciones regionales tiene mucho sentido.
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Sábado 12 de agosto. Cuatro de la tarde. La Asamblea Nacional Constituyente decreta de un plumazo el adelanto de las elecciones regionales, pero los astros tienen un as bajo la manga.
Para nadie es un secreto que babalawos y astrólogos han sido y son determinantes para el chavismo a la hora de tomar decisiones y anunciar las fechas de sus actuaciones. Y todo apunta a que en esta oportunidad también han intervenido. Adelantar las elecciones regionales para el 10-10 (dos meses exactos antes de la anterior fecha anunciada: 10-12), y en martes (algo inédito en Venezuela) se antoja, cuanto menos, raro.
La astróloga y periodista venezolana Jacqueline Rivas afirma que, justo ese día, Júpiter (benefactor) sale de Libra, mientras Venus y Marte en conjunción están generando armonía, pero que a partir del día 11 esto cambia radicalmente. Nicolás Maduro está protegido justo hasta esa fecha y, hacerlas después, sería un suicidio. Además, ese día la luna (el pueblo) está distraída(o), no hay confrontación y los astros, hasta entonces, tienen una buena relación con el poder. “A quien tratan de salvar es a Maduro”, afirma.
Sin embargo, la astróloga está convencida de que el eclipse solar del próximo 21 de agosto podría ser determinante para Venezuela. Asegura que entre esa fecha y el 10-10 los astros anuncian un “golpe” interno o externo que podría cambiar el rumbo de los acontecimientos. “Son días muy delicados. La quinta república nació herida con un deslave y su vigencia, según los astros, es de 17 años. El gobierno sabe que le queda poco, por eso adelanta las elecciones y no le importa que caiga en martes, lo que le interesa es que las fechas cuadren”, señala.
Como en 2012, cuando el CNE adelantó para octubre las presidenciales (también dos meses), todo apunta a que el cáncer que ahora afecta al régimen hará que éste no llegue a diciembre. Y con tanto de este elemento astrológico, un adelanto de elecciones regionales tiene mucho sentido… Eso sí, “los astros ayudan, pero no hacen el trabajo completo”, apunta la astróloga.
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