La política venezolana nuevamente “zapaterizada”, sobre todo en los predios de la oposición. Un agrio debate en la Asamblea Nacional terminó ayer en un Acuerdo, adoptado por mayoría, en el que se ha declarado “no admisible” cualquier intervención del expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero en cualquier probable mediación en la crisis política que calcina a Venezuela. Sin embargo, los proponentes del Acuerdo evitaron incluir expresamente la declaración de Persona Non Grata que desde hace meses habían propugnado.
En medios tradicionales y redes sociales, una vez adoptado el acuerdo -producto de una votación 53 a favor, 43 en contra y una abstención-, están pidiendo con inusitado ardor la cabeza de quienes se opusieron a tal declaración, obviando que ni siquiera sus más tenaces propulsores en el parlamento mantuvieron su postura inicial.
En la sesión fueron presentadas tres propuestas de Acuerdo, que abarcaban importantes puntos sobre cuestionen internacionales, las cuales solo diferían en cuanto al Tema Zapatero, incrustado como astilla maniquea en el debate político. Algunos voceros de oposición llegaron a dividir al espectro parlamentario entre una virginal Fracción Venezuela y otra denostada Fracción Zapatero, según considerasen o no Non Grato al español.
La primera propuesta fue presentada por Acción Democrática, la segunda por Voluntad Popular y la tercera por Cambiemos, que a la postre fue retirada para adherirse a la primera.
En el curso del debate, AD logró el apoyo de Un Nuevo Tiempo, Cambiemos, Avanzada Progresista, Movimiento Progresista y el exdirigente de Voluntad Popular Luis Florido. No incluía el nombre de Zapatero. En cambio, señalaba que “cualquier proceso de mediación solo será posible con representantes de organizaciones y países que hayan demostrado su imparcialidad”.
La segunda propuesta, que resultó ganadora, contó con el apoyo de Primero Justicia, La Causa R, la Fracción 16 de julio y del diputado adeco Hernán Alemán.
La diputada de Un Nuevo Tiempo Delsa Solórzano se abstuvo.
DECISIONES
El séptimo y último considerando del Acuerdo dice así:
“Considerando: Que desde que el Señor José Luis Rodríguez Zapatero dio inicio a la actuación presuntamente mediadora, claramente parcializada a favor del régimen, en los diálogos de éste con representantes de la oposición, sus gestiones han tenido lesivos efectos prácticos sobre las luchas civiles que por una causa democrática venezolana libran los ciudadanos, así como el hecho de que el Señor José Luis Rodríguez Zapatero ha desestimado las exigencias de investigaciones forenses independientes sobre hechos criminales cometidos contra líderes de la dirigencia opositora, tal como en el caso del Concejal Fernando Albán.”
El punto cuatro y último del Acuerdo aprobado establece lo siguiente:
“Cuarto: Afirmar que la única mediación posible en las actuales circunstancias sería para establecer de manera definitiva las garantías que permitan el inicio inmediato de la transición democrática, el pleno restablecimiento del orden constitucional y la celebración de unas elecciones generales que le devuelvan la soberanía al pueblo de Venezuela. En este sentido, declarar no admisible la mediación del señor José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha demostrado en reiteradas oportunidades su incondicional parcialidad a favor de los intereses autocráticos del Gobierno nacional, sino de personalidades internacionales debidamente respaldadas por sus gobiernos de origen, de inobjetable imparcialidad, de incuestionable interés por la solución democrática de la crisis en favor del bien del pueblo venezolano y que no sean susceptibles de ser manipuladas por el régimen de Nicolás Maduro Moros”.
El señalamiento a Zapatero, a pesar de su figura haberse constituido en centro de polémica, no fue objeto de una resolución especial ni se encontraba en el orden del día que rigió la sesión del martes 6 de noviembre. Al contrario de la posición adoptada por la pasada Asamblea Nacional, controlada absolutamente por el régimen de Maduro, que en abril de 2015 declaró Non Grato al expresidente español Felipe González, y además aprobó un acuerdo en “rechazo a las declaraciones injerencistas del Congreso de Diputados del Reino de España, de la Cámara del Senado de la República de Chile y la Cámara del Senado de la República de Colombia, en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela”.
EN EUROPA
En la Unión Europea, que ayer mismo aprobó por un año más las sanciones contra 18 personeros del régimen venezolano y también ratificó el embargo de armas y equipos que pudieran utilizarse para la represión interna, seguramente lamentarán (Les vénézuéliens doivent être fous, dirían los franceses) que haya pasado a segundo plano en el horizonte de la oposición la trascendencia de una resolución de la Asamblea Nacional, oficialmente denominada “Acuerdo en respaldo de la resolución del Parlamento Europeo mediante el cual esta institución manifestó su compromiso con el restablecimiento de la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos en Venezuela”.
En un ambiente internacional de total rechazo al régimen venezolano, en el que se busca por los rincones alguna salida negociada, sería inconsistente que la oposición, aún en su fragmentación, dedique tanta atención a un personaje que en la actualidad ni por asomo forma parte de los escenarios de diálogo propuestos por la Unión Europea, Estados Unidos, la OEA o el Grupo de Lima.
También. En su comparecencia de ayer ante la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado de España, el canciller Josep Borrell se volvió a desmarcar de la actuación de Rodríguez Zapatero en Venezuela, aunque no la considera ni non grata ni no admisible, sino todo lo contrario, con bemoles. Señaló que su gobierno le trata con la deferencia que merecen todos los expresidentes, “pero no corre con los gastos de sus gestiones”. A la posición del gobierno español sobre Venezuela el Partido Popular la calificó de “tibia”, mientras que Podemos la tachó de “hipócrita, sencillamente hipócrita…”
Lea aquí el texto del Acuerdo de la Asamblea Nacional
