[fbvideo link=»https://www.facebook.com/dw.espanol/videos/1554698771230873/» width=»720″ height=»500″ onlyvideo=»1″]
CARLOS MORENO –
Los puentes internacionales se le cierran al Gobierno de Nicolás Maduro, y hoy, el Parlamento Europeo ha reforzado barreras con una resolución conjunta aprobada con 450 votos a favor de un total de 585 votos suscritos por los diputados del grupo liberal demócrata, los populares y los socialistas para exigirle elecciones y el cese de la represión en las calles de Venezuela.
La moción ha obtenido solo 35 votos en contra por las formaciones de izquierdas, entre las que se incluye al grupo español Unidos Podemos. 100 eurodiputados se abstuvieron.
El documento demanda igualmente la liberación de los presos políticos, la restauración del orden constitucional y la apertura de un canal humanitario, todos argumentos calificados por el chavismo como injerencistas, aunque hacen coro con las peticiones expresas de la mayoría de países de la Organización de Estados Americanos (OEA), Unasur y Mercosur.
El pronunciamiento europeo ocurre en momentos en que los ataques del Gobierno chavista por vía policial o de colectivos (bandas armadas) a las manifestaciones de oposición suman unas 29 personas fallecidas y más de mil detenciones desde el inicio de abril.
Beatriz Becerra, vicepresidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, y quien guió el apoyo a la resolución, ha confirmado el respaldo en la plenaria: «Aprobada la moción sobre Venezuela en el Europarlamento contra la brutal represión, por la vuelta al orden constitucional y la liberación de los presos políticos».
ESPACIOS PARA LA AYUDA HUMANITARIA
El parlamento Europeo también respaldó los intentos de la OEA para mediar en el proceso venezolano y pidieron a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, que explore otras medidas a nivel internacional para establecer la democracia plena en Venezuela.
Por último, reiteraron asimismo que es «urgente» enviar una delegación del Parlamento Europeo a Venezuela para poder dialogar con todos los sectores en conflicto cuanto antes, así como facilitar la entrada de ayuda humanitaria internacional para ayudar a las personas más vulnerables del país.
LAS OTRAS INSTANCIAS
El reclamo viene precedido de un día armado de condenas en el extranjero contra el oficialismo venezolano. Tan solo ayer el Senado Español aprobó con una mayoría de 218 votos una moción para exigir la liberación de presos políticos, la restitución del orden constitucional y rechazó la represión contra opositores. Y en paralelo el Congreso Permanente de la OEA convocaba una reunión de cancilleres para tratar el crítico escenario venezolano, lo que condujo a la canciller Delcy Rodríguez a anunciar, avalada por por Nicolás Maduro, el inicio del proceso de desconexión de Venezuela del bloque americano, una amenaza perpetua del fallecido Hugo Chávez que pareciera buscar más oscuridad en las horas de represión y desestimar el aislamiento que crece.
«Sabemos que detrás de este cónclave, de esta coalición de una facción de Gobiernos está la mirada puesta sobre la soberanía de nuestra patria, con la pretensión de intervenir y tutelar a nuestro país, algo que nunca ocurrirá”, declaró en Caracas la canciller Rodríguez.
Ayer también la Organización de Naciones Unidas y la CIDH, emitieron rechazos contra el régimen por las cruentas represiones colmadas de gases lacrimógenos y perdigonazos por cuenta de las Fuerzas Armadas y policías locales manejadas por el oficialismo, y aderezadas con balazos a discreción por parte de los «colectivos de paz».
Los documentos incluyen la condena a los ataques a la prensa. El número de reporteros detenidos o heridos crece en una Venezuela donde cubrir una marcha de oposición es convertirse en objetivo del Gobierno. Al menos 12 reporteros venezolanos e internacionales han pasado por la celda. La práctica del bloqueo a medios, el retiro de credenciales y las asfixias con el papel se incrementan por igual.
«Tanto antes como después del quiebre del orden constitucional y democrático denunciado por organismos internacionales, el espacio para las voces críticas de periodistas, representantes de la sociedad civil, defensores de derechos humanos y representantes de la oposición se ha deteriorado de forma continua», advirtieron desde la ONU.
Aunque sea posible reconocer la intención del mundo de apoyar y pronunciarse a favor de Venezuela, parece que aun hay un desconocimiento acerca de la dimensión de lo que ocurre en nuestro país, que además se aprecia cuando el periodista Alberto Fernández habla de «algunos muertos». Van dos meses de protestas, y un saldo de más de 60 asesinados. No es una cifra menuda, cuando se habla de un Gobierno de Paz, que enfrenta a los manifestantes desarmados con armas de fuego cargadas con metras y otros objetos que, son precisamente los que han cegado la vida de la mayoría de estas personas, potencialmente jóvenes.
Pudiera ser esto un elemento que marque la diferencia en muchos gobiernos, el desconocimiento de la realidad cruda y nefasta que azota a la naci+on y, en consecuencia, la perciben como un asunto de menor relevancia.
Todo ello, sumado a lo que justamente ha motivado a las movilizaciones, a la resistencia en la calle y a la exigencia de la renuncia de Nicolás Maduro: hambre, insalubridad, pobreza, corrupción, poderes públicos a favor del Gobierno, y un largo etcétera.