JORGE TORRES MORENO
Para el 26 de abril, fecha de mi último resumen, Provea había contabilizado 28 muertos en el contexto de las protestas que hubo desde inicios de ese mes. Para el momento de terminar el presente texto, esa cuenta ya va por 45 muertos. El portal Runrunes eleva la cifra hasta 55. Es decir, casi una muerte diaria como consecuencia de las protestas. Para efectos de este y los resúmenes que sigan, me ceñiré al conteo de Provea, que a su vez se basa en las muertes reconocidas por el Ministerio Público o bien por autoridades locales.
Antes de empezar, conviene entonces hacer un inventario superficial de esos 17 muertos adicionales y las circunstancias en que perdieron la vida.
El 26 de abril, Eyker Rojas, de 20 años de edad, se convirtió en el quinto muerto del estado Lara desde que comenzaron las protestas. El joven participaba en la jornada de protestas de ese día, en el oeste de Barquisimeto. En la calle 59 con carrera 15, varios manifestantes habían improvisado barricadas y quemado cauchos como parte de sus acciones. Rojas, el segundo de seis hermanos, vivía en la calle 61 con carrera 13. Como detalla El Impulso, “se encontraba en su casa (…) y a pesar de que sus hermanos le dijeron que no saliera porque la situación estaba violenta y por la zona rondaban los colectivos, este no hizo caso, fue catalogado como un muchacho terco y salió con otro hermano de 19 años para la calle”.
Eyesnay Salas, hermana del joven, explicó al medio larense que su hermano no participaba activamente en las protestas del sector sino que “iba pasando por el lugar cuando funcionarios reprimían a un grupo de manifestantes y fue alcanzado por un proyectil. El joven herido fue recogido por personas que se encontraban en el lugar y lo trasladaron al Seguro Social Pastor Oropeza, en donde ingresó sin signos vitales. Rojas Gil era padre de un niño de 8 meses”.
Testigos aseguran que ese proyectil salió de un fusil Kalashnikov y le dio al muchacho en el pómulo izquierdo. Sin embargo, un funcionario de la GNB comentó extraoficialmente que mientras el piquete de funcionarios repelía a los manifestantes con gases y cartuchos de goma, “en la zona se acercó un vehículo blanco, el cual observó un poco lejos y por ello no distinguió características, pero sí llegó a ver que disparó en contra de los presentes y fue en ese momento cuando se dispersaron las personas del lugar. [El funcionario] confiesa que se enteraron que había un herido porque una vecina les dijo e indican que no vieron caer a ese joven”.
Sea cual sea la versión, la autopsia confirmó que el joven recibió un tiro de fusil en el rostro. De hecho, en la necropsia le extrajeron el proyectil. Y El Impulso informa que funcionarios de la Unidad Criminalística Contra la Vulneración de Derechos del Ministerio Público estuvieron en el lugar donde cayó el muchacho y allí recogieron nueve conchas de fusil calibre 7.62. Estos cartuchos son percutados por armas de guerra, de uso exclusivo de la FANB.
Hasta el 6 de mayo, había 18 funcionarios de la GNB prófugos de la justicia pues tribunales larenses los habían hallado responsables de la muerte de Eyker Rojas y Gruseny Antonio Calderón, también en Barquisimeto. Detalla El Impulso en una nota fechada ese día: “Según fuentes extraoficiales, estos guardias están siendo protegidos en la Comandancia General de la GNB, en Caracas”.
En las protestas del 2 de mayo (en las que la MUD había convocado un trancazo en las principales ciudades del país), Yonathan Quintero, de 21 años de edad, engrosaba la lista de defunciones en el contexto de las protestas. El joven, aparentemente, estaba participando en un acto de vandalismo al sur de Valencia.
Relata una nota de El Carabobeño, del 3 de mayo: “Un grupo de personas ingresó violentamente al Abasto Villa Florida, de la parroquia Miguel Peña al sur de Valencia, y el propietario presuntamente disparó su arma de fuego. Se defendió de no ser atacado físicamente junto a su mamá y su esposa embarazada. Pero uno de los impactos causó la muerte de [Yonathan] Quintero, señalado por la comunidad como uno de los ejecutores de la acción vandálica. Falleció en el sitio”. El Ministerio Público, por su parte, dijo en Twitter que la muerte del muchacho se había producido “durante situación irregular en Valencia”.
Ese no fue el único deceso del 2 de mayo. En total, cinco personas cayeron ese día, indica Provea. Carlos Eduardo Aranguren, de 30 años de edad, es otra de ellas. No participaba en las protestas, como le ha ocurrido a otras víctimas de la lista. Salió a eso de las 8:00 am de su vivienda, en el barrio Unión, en Petare, rumbo a Puente Baloa, para comprar queso y empanadas para desayunar.
Aranguren iba acompañado de su hermana, de 15 años de edad, cuando se encontraron de frente con un enfrentamiento entre manifestantes y la GNB y PNB. La muchacha declaró así a Crónica Uno: “Nosotros bajamos a comprar empanadas para el desayuno de mis hermanas menores. En Puente Baloa había un desastre, si hubiésemos sabido que Petare estaba así no bajábamos. Estaban lanzando botellas y la Guardia, bombas. Sonaron unos tiros y yo me escondí detrás de un camión asustada, cuando volteé estaba mi hermano en el piso”.
Añade Crónica Uno: “La adolescente de 15 años vio a Carlos Eduardo Aranguren Salcedo caer herido. Nunca pensó que estaba muerto porque aunque no le hablaba tenía los ojos abiertos, viéndola. Nadie le prestó ayuda, recordó que todos observaban lo que pasaba, pero nadie se acercó a ella para ayudarlos”.
“No me imaginé que estaba muerto porque él me veía y pensaba que no iba a pasar nada malo”, dijo la muchacha. “Sin embargo, el joven de 30 años recibió dos tiros en el costado derecho que le quitaron la vida casi de forma instantánea. Falleció en el sitio”, concluye Crónica Uno.
El portal Caraota Digital ofrece complementos a esa información: “María Aranguren, madre de la víctima, se enteró cuando la llamó un vecino. Ella se fue de prisa al sitio pero ya no estaba su hijo. Fue al hospital Domingo Luciani, en El Llanito, pero no estaba allí. Aún pensaba que solo lo habían herido hasta que acudió al Cicpc, donde le dijeron que el fallecido ‘estaba guarimbeando’, relató. Ella les explicó que no era cierta esa versión, ya que su hijo salió con su hermana a comprar ‘un salado’. Estaba en pantalón de mono y franelilla. Solo llevaba su cédula de identidad y el dinero para pagar el queso. La mujer exigió justicia. Por su parte, César Pérez, padre de Carlos Aranguren, reiteró que los guardias estaban disparando y que también hubo detonaciones con armas largas. ‘No me atrevo a asegurar quien le disparó a mi hijo, pero exijo que determinen si fue un funcionario o un civil’, indicó”.
Ángel Enrique Moreira, nadador de 28 años de edad, es otra de las víctimas en la jornada del 2 de mayo. Se desplazaba en su moto cuando, en la autopista Prados del Este a la altura de Las Mercedes, una camioneta que circulaba en contravía se lo llevó por delante. El impacto fue tan violento que el vehículo le desprendió una pierna al muchacho. El conductor de la camioneta se dio a la fuga. En la búsqueda de datos, me tropecé con la foto del cadáver de Moreira en la vía. Hay cosas que, definitivamente, es mejor no saber ni ver.
Hay una víctima, del 2 de mayo, no identificada, de la que el Ministerio Público informa: “Falleció en un hecho de tránsito ocurrido en el km 174 de la autopista Valencia – Puerto Cabello, a la altura del distribuidor Girardot, producto de un choque contra una barricada que se encontraba en la vialidad”. Runrunes, sin embargo, sí le da identidad a esta persona: María de los Ángeles Guanipa Barrientos, de 26 años de edad.
El quinto y último deceso de ese día también se produjo en las mismas circunstancias de la víctima del párrafo anterior y de ella no conseguí casi información, excepto que respondía al nombre de Ana Victoria Colmenárez y tenía 43 años de edad. Runrunes tampoco aporta mayor información sobre esta víctima.
Una de las muertes que más conmocionó a la opinión pública y que tuvo mayor cobertura por parte de los medios fue la del joven Armando Cañizales. Este muchacho era músico, tocaba la viola y formaba parte del Sistema Nacional de Orquestas. Con 18 años de edad cumplidos en marzo, Armando era muy querido por sus compañeros de la Orquesta Sinfónica Juvenil José Francisco del Castillo. El 3 de mayo, el muchacho protestaba en la avenida principal de Las Mercedes, cerca del puente Veracruz, cuando fue alcanzado en el cuello por un proyectil que, luego se supo, era una metra de plomo. Cuando la metra le dio al joven, este usaba una máscara antigás. El impacto fue tal que el filtro de esa máscara quedó deshecho.
Hay un video de Caraota Digital que rodó por las redes, del momento en que suben el cuerpo de Cañizales a la ambulancia y se oyen voces desesperadas de muchachos que protestaban junto con él exclamando “¡¡Armando, no, Armando!! ¡No te mueras!”. Como ese, hay decenas de videos de la despedida que sus compañeros de orquesta le dieron, con lágrimas en los ojos, al interpretar el Himno Nacional en una capilla repleta de familiares, amigos y gente que quiso participar en el homenaje que se le dispensó al joven caído.
Sobre este caso, no podían faltar declaraciones del lado del gobierno. El vicepresidente ejecutivo, Tarek El Aissami, declaró el 5 de mayo al respecto y comenzó por decir que el joven violinista estaba en la línea de fuego de una manifestación “de carácter violento”.
El Aissami aseguró que del cuerpo del muchacho se extrajo un balín de plomo y en el sitio donde cayó fueron recolectados otros seis balines que —así lo dijo— iban dirigidos a los efectivos de la GNB. “Esos seis plomos que se encontraron en las adyacencias de donde se encontraba la GNB (…) coinciden también con un plomo (…) que se encontró cerca de donde cae este joven asesinado”, dijo el alto funcionario oficialista.
Rubén Blades dedicó una larga carta al joven músico caído. Esa misiva cierra con este párrafo: “Hoy con su innecesaria muerte, quizás Armando haya escrito la mejor de las melodías que como músico siempre procuró ofrecer en vida. La de un venezolano que cree en su país y que aún confía en la posibilidad redentora del mañana”.
Incluso Residente, el cantante del grupo Calle 13, se manifestó al respecto y dijo vía Twitter: “Latinoamérica está incompleta sin Armando Cañizales. Los culpables represores van a caer con todo el peso de la historia #FuerzaVenezuela”. Por su parte, el director Gustavo Dudamel le dedicó un concierto al muchacho en Los Ángeles. Hay quien dice que esta muerte en particular fue la que impulsó a Dudamel a manifestarse en contra de la violencia en Venezuela, primero con un video y luego a través de un texto en su cuenta de Facebook.
En el escrito de Facebook, Dudamel dijo: “Hago un llamado urgente al Presidente de la República y al gobierno nacional a que se rectifique y escuche la voz del pueblo venezolano. Los tiempos no pueden estar marcados por la sangre de nuestra gente. Debemos a nuestros jóvenes un mundo esperanzador, un país en el que se pueda caminar libremente en el disentimiento, en el respeto, en la tolerancia, en el diálogo y en el que los sueños tengan cabida para construir la Venezuela que todos anhelamos”.
El 4 de mayo en la madrugada también hubo un deceso. Se trata de un funcionario de la policía regional de Carabobo, de nombre Gerardo Barrera (38 años de edad). Había recibido un tiro en la ingle, durante las protestas del 3 de mayo. Una nota de prensa del Ministerio Público explica: “El hecho ocurrió en horas de la tarde del miércoles 3 de mayo, cuando un grupo de personas se encontraba manifestando en la urbanización La Pradera del municipio San Joaquín, lugar en el que el funcionario resultó herido luego de recibir un disparo. Posteriormente, fue trasladado al Hospital Central de Maracay, sitio en el que falleció”.
Una muerte tan chocante como la de Armando Cañizales fue la de Hecder Lugo, ocurrida el 5 de mayo. El muchacho de 20 años de edad protestaba en la urbanización El Tulipán, San Diego, estado Carabobo, el 4 de mayo, cuando recibió un disparo en la cabeza… por parte de un funcionario de la GNB. Un video prueba que fue un uniformado de este cuerpo de seguridad el que ultimó al muchacho, que yacía en el suelo cuando el GNB se le acercó y le disparó. Agonizó durante 24 horas.
El 8 de mayo sería el turno del mototaxista Anderson Dugarte, en Mérida. Ese día, Dugarte (32 años de edad) pasaba por una zona donde había protestas, en el viaducto Campo Elías. Allí recibió un tiro en la frente, que lo mantuvo debatiéndose entre la vida y la muerte hasta el 10 de mayo, cuando finalmente murió.
Este caso fue bastante explotado en los medios oficialistas, dado que la víctima era de esa tendencia. Al menos así lo aseguró, entre lágrimas, un tío de Dugarte en un contacto telefónico a VTV, como lo recogió el portal web de Panorama: “Él es chavista, antiimperialista, madurista, como lo soy yo, como lo es la familia”.
Anderson Dugarte compartió fecha de fallecimiento con el joven Miguel Castillo, víctima de un disparo en el pecho mientras protestaba en Las Mercedes. Como pasó con Armando Cañizales, Miguel Castillo recibió el impacto en las cercanías del puente Veracruz. Como pasó con Cañizales, a Castillo lo montaron en una moto —aún con un hilo de vida— para trasladarlo a la policlínica Las Mercedes.
Un detalle fue captado por un video de Caraota Digital: hay un momento en donde el cuerpo del joven de 27 años de edad pierde tono muscular y se desmadeja en la moto, incapaz de sostenerse erguido. Varios muchachos y auxiliares médicos mueven al muchacho para obligarlo a adoptar una postura más firme en la moto y de pronto lo zarandean de tal modo que su cabeza cae hacia atrás y Castillo queda mirando, totalmente desmayado, al cielo. Ese instante fue captado por un fotógrafo de la agencia Reuters. La gráfica es sobrecogedora.
Miguel Castillo llegó sin signos vitales a la policlínica Las Mercedes. Cuando sacaron su cuerpo de ese centro de salud, hubo que hacerlo en una ambulancia: los presentes no dejaron entrar a la furgoneta de Medicina Forense. Fue despedido por protestantes que lloraban a gritos y exclamaban “¡¡Eres un héroe de la Patria!! ¡Te amamos!”. Esos gritos hicieron contrapunto con el Himno Nacional que fue entonado allí mismo. La desgarradora escena quedó registrada en otro video de Caraota Digital.
Miguel Castillo era Comunicador Social, egresado de la USM apenas tres meses antes. Obtuvo su título de bachiller en el colegio San Ignacio, lo cual explica que la comunidad ignaciana hubiera quedado particularmente afectada por esta muerte. Algunas personas aseguraron a medios digitales que Castillo participó en las protestas de Las Mercedes el día que Armando Cañizales fue ultimado. Fue sepultado el 12 de mayo en el Cementerio del Este.
Este conteo se reactivó el 15 de mayo, con otras dos muertes. Ambas provenientes del estado Táchira. Uno, Luis Alviárez Chacón, de 18 años. Explica Runrunes: “Manifestaba junto a un grupo de personas en Palmira cuando recibió un impacto de bala en el tórax disparado por un funcionario de la PNB. Fue ingresado sin signos vitales a un centro asistencial de la localidad”. Esta misma versión es confirmada por El Nacional y por Crónica Uno.
El otro deceso ocurrió en Capacho. Una nota de Crónica Uno detalla: “Diego Hernández falleció en Capacho. No participaba en las protestas pero pasó por donde había una confrontación y recibió un disparo”. Runrunes agrega: “El hombre de 33 años de edad recibió un disparo en el pecho por parte de un PoliTáchira en una manifestación en el municipio Capacho Nuevo de Táchira. El Ministerio Público acusó al funcionario Luis Oviedo por el asesinato”.
Llegamos al 16 de mayo con dos muertos más. El primero de ellos, un menor de 17 años identificado como Natanael Mora Castillo. Manifestaba en Ciudad Bolivia (estado Barinas) el 15 de mayo y, como detalla Caraota Digital, “intentó agarrar una bomba lacrimógena que no estalló cuando fue lanzada por los funcionarios policiales a los manifestantes, momento en el cual recibió un impacto de proyectil esférico en la cabeza, presuntamente disparado a quemarropa por uno de los uniformados”.
La versión del disparo a quemarropa fue confirmada por el portal El Pitazo y por Runrunes. El Pitazo explica en una nota: “Al joven herido lo trasladaron a una clínica privada de Barinas, donde recibió los primeros auxilios y le diagnosticaron traumatismo craneoencefálico producto de herida de fuego con entrada por la región infraorbital derecha con orificio de entrada sin salida; luego lo llevaron al hospital Luis Razetti en una ambulancia de los Bomberos Universitarios”. El Estímulo, además, informa de otro detalle: “Fuentes médicas (…) divulgaron una tomografía donde se aprecia un objeto esférico en el interior del cráneo de la víctima”. Natanael Mora murió el 16 de mayo en la madrugada.
El otro deceso del 16 de mayo es Diego Arellano Figueredo, biólogo de 31 años de edad. Como lo relata María Emilia Jorge en El Estímulo: “Fue asesinado durante la tarde de este martes, tras un recibir un balazo en el pecho al mediodía mientras participaba en una protesta contra el gobierno de Nicolás Maduro en San Antonio de los Altos. Hace algunos años (…), había emigrado a Portugal en busca de mejores oportunidades, pero decidió regresar al país al no encontrarlas en su área de especialización, contó a El Estímulo una amiga cercana, quien prefirió no revelar su nombre (…). El muchacho era padrino de un niño de 4 años, karateca y scout”.
Runrunes explica cómo murió Arellano: “Según testigos, un Guardia Nacional persiguió a Arellano y le disparó en el tórax con un arma de fuego. Fue llevado a la Policlínica El Retiro, donde murió mientras era atendido”.
Antes de dar inicio a los hechos del 17, dejo acá mismo los muertos de ese día. Los dos, nuevamente, los puso el Táchira. El primero es un menor de edad. José Francisco Guerrero tenía 15 años de edad y había salido a cumplir un encargo que le hizo su mamá, en Sabaneta, a las afueras de San Cristóbal.
María Elizabeth Guerrero narró cómo murió su hermano menor, en medio de la congestión que le produjeron el llanto y la ira: “Mi mamá lo mandó a un abasto a comprar una Harina PAN para la cena y no llegó más. Cuando nos llamaron, ya lo tenían aquí, en quirófano, con una bala y llegó diciendo que habían sido los GNB”.
En el video, la mujer llena de insultos tanto a la GNB como al gobierno y luego dice: “Me lo quitaron. Era un niño de 15 años. Estaba empezando a vivir”. No pudo decir más nada porque se quebró.
El portal El Pitazo publicó una nota a la que adjuntó el video con el testimonio de la hermana del muchacho. De ese texto se extrae lo siguiente: “Según lo narrado por quienes lo atendieron cuando ingresó al centro asistencial el joven decía ‘Fue la Guardia Nacional quien me disparó, sálvenme, yo quiero vivir’ pero no fue así, la bala había ingresado en su abdomen y no fue posible salvarle la vida”.
El segundo deceso no aparecía en la lista de Provea hasta el momento de subir este texto, pero sí estaba confirmado por el alcalde del municipio Cárdenas, donde se produjo el hecho. Manuel Felipe Castellanos tenía 46 años de edad y estaba en el sector de Tucapé, comprando pañales en un establecimiento.
El alcalde de Cárdenas, Rubén Hernández, le relató lo sucedido a la periodista Lorena Bornacelly, quien lo dejó asentado en una nota en El Pitazo: “Él —Castellanos— estaba en el Sambilito comprando alimentos, pero cuando escuchó lo que pasaba se acercó a mirar. Los manifestantes corrían de un lado a otro porque supuestamente desde una camioneta de la Guardia Nacional empezaron a disparar. En vista de que los protestantes se dispersaron los militares dispararon a todos lados y una bala perdida lo alcanzó”.
Concluye la nota: “Una vez que recibió el disparo a la altura del cuello, fue trasladado por personas de la zona hasta el Hospital Central, pero en el camino pidió que le entregaran los pañales a su esposa y que le dijeran que la quería mucho, según relató una persona que estaba en el sitio”.
ADVERTENCIAS NECESARIAS
Hecho este largo y necesario recuento de muertos, ahora viene lo ocurrido hoy. Ya conocen las advertencias, pero las repito. Uno: Lo escrito aquí no pretende abarcar la totalidad de los hechos. Si acaso, es una síntesis de las jornadas en Caracas, con una que otra incidencia en el interior del país. Dos: Puede haber gazapos en mi redacción a lo largo de este resumen. Yo trato de evitar que eso ocurra, pero a veces se me escapan errores. Tres: Este es un texto MUY largo.
Hay una nueva advertencia. Si bien todos mis resúmenes (lo mismo que este) se basan casi exclusivamente en información sacada de redes sociales y portales web, antes los escribía desde Venezuela, así que además de manejar los datos extraídos, yo estaba inmerso en la realidad en que se desenvuelven estos hechos. A partir de este texto eso ya no es así y, por tanto, el trato de los datos quizá haya sido más frío o más distante. También me he esmerado en evitar eso pero es algo inevitable y hasta inconsciente.
EL DIA 17 DE MAYO
* La muerte de Diego Arellano parece no haber sido suficiente para las autoridades, que el 17 de mayo amanecieron atacando con todo a Los Nuevos Teques y San Antonio de los Altos, ciudad donde murió el biólogo. Como la MUD invirtió el horario de convocatoria y pidió una concentración nocturna, entonces las fuerzas represoras también invirtieron sus horarios (supone uno). A una hora como las 7:22 am ya había baños de gases lacrimógenos para los edificios en San Antonio. A esa hora la periodista Yasmín Velasco (@1YasminVelasco) ya había subido a Twitter un video donde se registra el exagerado ataque con gases a los vecinos de Las Minas en San Antonio. Otro video recibido y publicado por Elyangélica González (@ElyangelicaNews) muestra cómo una de esas bombas disparadas le dio directo a una persona que grababa el ataque desde el balcón de uno de los apartamentos afectados.
* En Los Teques tampoco escampaba y a esa misma hora había protestas y bloqueo de vías, como lo dijo la cuenta de Twitter de Reporte Confidencial (@RConfidencial). Igual escenario se veía en Montaña Alta.
* Estas protestas —y sus correspondientes contrapartes represivas— se mantendrían durante prácticamente todo el día, con breves treguas. El clímax llegaría poco antes de las 7:00 pm cuando un grupo de manifestantes tomó la sede de la Guardia del Pueblo, en Los Teques, y le prendió fuego. Al respecto, Javier Ignacio Mayorca tuitearía lo siguiente: “Ante la extensión del vandalismo en Los Teques, las policías regional y municipal se replegaron. GN no aparece. Mie 19:30h”. Y Elyangélica González escribiría más tarde: “9:57 pm desórdenes en Los Teques rebasan cuerpo policial de la zona. Reportan daños a la Alcaldía del Municipio y decenas de comercios”.
* Los Altos Mirandinos no fueron la única zona del país que estuvo agitada en la noche. En San Cristóbal volvieron a presentarse saqueos, disparos y colectivos sueltos. La periodista Lorena Arráiz (@lorearraiz) lo resumió en este tuit a las 9:59 pm: “Estamos viviendo otra noche de terror en #SanCristóbal con detonaciones, saqueos, atracos, encapuchados armados #Táchira”.
* En el boletín de voz del servicio de información pública de las 10:00 pm, se relató lo siguiente: “La ciudad de Los Teques está tomada por sujetos motorizados. Sin embargo, solo unos pocos kilómetros antes de llegar a Los Teques, en San Antonio de los Altos, está la GNB reprimiendo a manifestantes”.
* A las 11:20 am, mientras tanto, un grupo de trabajadores de la salud iniciaba una marcha cuyo punto de llegada iba a ser el ministerio de Salud. El periodista Rafael Hernández (@sincepto) subió a su cuenta un video del inicio de esa marcha que no llegó a su destino. El mismo Rafael Hernández explicaría en otro tuit publicado a las 11:55 am que la PNB impidió el paso de esa marcha “por haber marcha oficialista en la ruta al ministerio y no poder garantizarles la seguridad”.
* Alrededor de las 12:30 pm apareció en VTV el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López. Anunció que se activaría la segunda fase del plan Zamora en el estado Táchira. ¿Qué significa eso? El envío de unos 2.600 uniformados a ese estado, entre GNB y “600 tropas de operaciones especiales”. En las declaraciones del uniformado hubo más espacio para quejas por el “asedio” a unas instalaciones militares o “el ataque con una metra” contra un teniente coronel que para la muerte de manifestantes en esa entidad federal. Eso del ataque con metra da para pensar si no fue que el subconsciente traicionó al ministro y habló de metras cuando las víctimas por esos proyectiles han estado sobre todo del lado de los manifestantes opositores.
* El ministro salpicó a Colombia en sus declaraciones, para variar. Dijo estar “seguro, seguro, seguro” de que el ataque con metras era “una práctica importada del vecino país”. Y se atrevió a decir que en las manifestaciones “no usamos armas de fuego letales”. Es decir: las metras, los balines de plomo y las bombas lacrimógenas disparadas en horizontal no son letales. Letales son los usos que se les dan. ¿Así o más indignante? Añadió: “No hay fusiles. No hay pistolas. No hay ametralladoras”.
* Mientras el ministro hablaba, llegaba la noticia del herido (y luego muerto) en Tucapé, estado Táchira.
* A la 1:45 pm comenzó a regarse el video con las declaraciones de la hermana mayor del joven José Francisco Guerrero, de 15 años, muerto de un tiro en el abdomen.
* A partir de las 5:30 pm comenzaron a sumarse manifestantes en los dos puntos de concentración señalados por la Unidad para la protesta nocturna. Tanto Parque Cristal (este de Caracas) como el centro comercial La Villa (Montalbán, oeste) se fueron llenando de manifestantes para participar en una concentración que se llevó a cabo sin sobresaltos y con el Himno Nacional al final de la actividad. Tan multitudinaria fue esta concentración (sobre todo en Parque Cristal) que el canal de corte chavista Telesur usó las imágenes tomadas en ese lugar para hacerlas pasar como una concentración chavista a favor de la Asamblea Constituyente propuesta por el presidente Nicolás Maduro.
* El cierre de esta jornada —o el cierre más llamativo— tuvo lugar en la autopista Francisco Fajardo, a la altura del distribuidor Altamira. En ese punto, manifestantes bloquearon esa arteria vial con cauchos quemados y dos gandolas atravesadas transversalmente. La periodista Jenny Oropeza (@jennyoro1) subió un video con estos hechos a las 10:55 pm. El boletín de voz del sistema de información pública de las 10:00 pm informó que este bloqueo había comenzado después de las 9:00 pm.
DETALLITOS
1) Consulados y embajadas venezolanos en el exterior han sido objeto de una forma creativa de protestas: cuando no amanecen llenos con lápidas y cruces, están llenas de pancartas con pintas contra el gobierno de Maduro. El 17 de mayo, el turno fue para el consulado venezolano en Madrid. Una tela negra gigantesca, pintada con leyendas blancas, prácticamente tapizó toda la fachada de las oficinas diplomáticas. En la tela se leían las inscripciones “No + Muerte. No + Dictadura”. Varias lápidas dibujadas completaban el decorado de la tela.
2) El gobierno venezolano está aislándose poco a poco. ¿Señales? El anuncio, por ejemplo, de la canciller colombiana, María Ángela Holguín, de que el embajador de ese país no regresaría a territorio venezolano. O el hecho de que el consejo de seguridad de la ONU se hubiera reunido el mismo 17 a discutir la situación venezolana. Tras la reunión —que se llevó a cabo a puertas cerradas y sin periodistas—, la embajadora de EE UU en la ONU, Nikki Haley, declaró: “En lugar de esperar a una situación seria (…), ¿por qué no adelantarnos? ¿Por qué no tratar de detener un problema antes de que empiece?”. Como no podía ser de otro modo, la canciller Delcy Rodríguez echó mano de su cuenta en Twitter para tuitear (no: rebuznar, chillar, berrear, barritar) que tanto la “oposición fascista venezolana” como EE UU habían fracasado en el consejo de seguridad. Esto tuiteó la diplomática: “Fracaso de EEUU y la oposición fascista venezolana en el Consejo Seguridad de la ONU. Venezuela no está en la agenda de este organismo”.
3) El periodista Javier Ignacio Mayorca escribió en su cuenta en Twitter: “Por la muerte de Carlos Moreno (17) que recibió tiro durante protesta San Bno el 19-4 hay 3 miembros colectivo 5 de Marzo presos x Cicpc”. Para recordar un poco, Carlos José Moreno era el joven que iba a practicar deporte con unos amigos y, al pasar por la plaza La Estrella, en San Bernardino, recibió un tiro en la nuca. Otros periodistas como Darvinson Rojas y Jenny Oropeza ampliaron la información al explicar que uno de los detenidos es Jonathan Camacho, funcionario de la policía del municipio Sucre e integrante de un colectivo. Este funcionario es señalado como el responsable de haber accionado el arma que mató a Carlos José Moreno.
4) Otra de Javier Ignacio Mayorca en dos tuits: “MinDefensa convocó a toda la oficialidad joven del Ejército para asistir a ciclo de charlas en la Comandancia, desde el jueves. Las charlas intentan convencer a los oficiales de promos 06 a la 16 de que la Constituyente preserva ‘el legado del Cdte Supremo”.
4) El diputado opositor Freddy Superlano dio a conocer un video donde aparecen uniformados de la GNB en Socopó (Barinas) prendiéndole fuego a una moto de ese cuerpo. Varios periodistas y usuarios de la red social difundieron ese video, que hace preguntarse por las intenciones de la GNB al ejecutar ese acto.
5) A las 2:17 pm, el periodista Alberto Rodríguez (@AlbertoRT51) subió un video donde aparece el gobernador de Amazonas, Liborio Guarulla, activando la maldición de Dabucurí.
6) A las 2:18 pm se conocía la noticia, por el periodista Román Lozinski, de que en el aeropuerto internacional en Maiquetía habían sido retenidos el periodista y locutor César Miguel Rondón y su esposa Floralicia Anzola. A ambos les anularon sus pasaportes con la excusa de que habían sido reportados como perdidos.
7) Nuevo estudio del CENDAS arroja que la canasta alimentaria trepó a Bs 867.772,05 en abril, informó Manuel Trujillo (@Truja) en Twitter. Hacen falta 21,4 salarios mínimos de Bs 40.368,15 para poder adquirir esa canasta.
8) El periodista Anatoly Kurmanaev publicó una nota para The Wall Street Journal. El texto trata a fondo el agotamiento de los funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado tras mes y medio de protestas opositoras. Este trabajo ofrece datos más que reveladores. Por ejemplo: Una funcionaria de la GNB (que pidió ser identificada solo por el nombre de Ana) dijo que “uno de estos días me haré a un lado y me retiraré para perderme en la ciudad. Los oficiales medios ya no apoyan más a este gobierno”. Esa misma oficial espetó: “Me da vergüenza decir que soy funcionaria policial. Si Dios quiere, este gobierno caerá pronto y todo esto pasará”.
En ese mismo reportaje, otro funcionario confesó estar “harto de todo: la falta de sueño, el constante bombardeo de piedras y molotovs”. Este mismo uniformado se quejó con el periodista de que le obligaban a participar en la represión y dispersión de protestas a pesar de tener una pierna lastimada por un botellazo que un encapuchado le había tirado días atrás.
Otro datico de ese reportaje (la traducción es mía): “A veces, al control de las protestas le siguen guardias nocturnas de emergencia para contener brotes de saqueos. En las mañanas, se pueden ver cada vez más guardias y policías durmiendo en las calles de Caracas antes de que las concentraciones ganen ritmo”.
LÁPIDAS
lista actualizada (17-5-2017) de muertos, según Provea y el Ministerio Público:
1) Carrizal, Johan Ortiz (19 años de edad), un tiro en el pecho.
2) Valencia, Daniel Queliz (20 años), un tiro en el cuello.
3) Barquisimeto, Miguel Ángel Colmenares (36 años), 11 tiros.
4) Barquisimeto, Brayan David Principal Jiménez (14 años), un tiro en el abdomen.
5) Barquisimeto, Gruseny Antonio Calderón (32 años), descarga de perdigones en el abdomen a menos de medio metro de distancia.
6) Caracas, Carlos José Moreno (17 años), un tiro en la nuca.
7) San Cristóbal, Paola Ramírez (23 años), un tiro en la cabeza.
8) San Antonio de los Altos, Neomar José Barrios Clemente. El Defensor del Pueblo asegura que un francotirador lo asesinó.
9) Caracas, Mervins Fernando Guittian Díaz (26 años), un tiro en el abdomen.
10) El Valle, Jairo Ramírez (45 años), electrocutado.
11) El Valle, William Marrero (33 años), electrocutado.
12) El Valle, Robert Centeno (29 años), electrocutado.
13) El Valle, Jonathan Meneses (27 años), electrocutado.
14) El Valle, Elio Pacheco (20 años), electrocutado.
15) El Valle, Estiverson Zamora (29 años), electrocutado.
16) El Valle, Kevin León (30 años), un tiro.
17) El Valle, Francisco González (34 años), un tiro.
18) El Valle, Ramón Martínez (29 años), un tiro.
19) El Valle, Yorgéiber Barrena Bolívar (15 años), electrocutado.
20) El Valle, Albert Rodríguez Aponte (16 años), asfixia por inhalación de gases lacrimógenos.
21) La Candelaria, Almelina Carrillo (47 años), impacto de botella con agua congelada en la cabeza.
22) Mérida, Jesús Sulbarán (42 años), un tiro en el cuello.
23) Barinas, Renzo Rodríguez (54 años), un tiro en el pecho.
24) El Tocuyo, Orlando Medina Águila (23 años), un tiro en la cabeza.
25) Mérida, Luis Alberto Márquez (52 años), un tiro en la cabeza.
26) Valencia, Christian Ochoa (22 años), un tiro (o dos, no confirmado) en el abdomen. Murió en la noche del martes 25 de abril.
27) Caracas, Juan Pablo Pernalete Llovera (20 años), impacto de bomba lacrimógena en el pecho. El Ministerio Público confirmó que el joven tenía un hematoma en el pectoral izquierdo, pero no llegó a decir que ese hematoma hubiera sido causado por una bomba.
28) El Valle, Kenyer Aranguren (20 años), electrocutado. Este muerto aparecía en la lista de decesos que RunRunes recabó en su reportaje, que inicialmente no habían sido reconocidos por el Ministerio Público. En el boletín emitido por este ente el miércoles en la tarde, ya estaba confirmado.
29) Barquisimeto, Eyker Rojas (20 años), un tiro de fusil en el pómulo izquierdo.
30) Valencia, Yonathan Quintero (21 años), un tiro.
31) Caracas, Carlos Eduardo Aranguren (30 años), dos tiros en el abdomen.
32) Caracas, Ángel Enrique Moreira (28 años), arrollado.
33) Valencia, María de los Ángeles Guanipa (26 años), choque contra una barricada.
34) Valencia, Ana Victoria Colmenárez (43 años), choque contra una barricada.
35) Caracas, Armando Cañizales (18 años), balín de plomo en el cuello.
36) San Joaquín, Gerardo Barrera (38 años), un tiro en la ingle.
37) San Diego, Hecder Lugo (20 años), un disparo de balín a la cabeza, a quemarropa.
38) Mérida, Anderson Dugarte (32 años), un tiro a la cabeza.
39) Caracas, Miguel Castillo (27 años), un balín de plomo en el pecho.
40) Palmira, Luis Alviárez (18 años), un tiro en el tórax.
41) Capacho, Diego Hernández (33 años), un tiro en el tórax.
42) Ciudad Bolivia, Natanael Mora Castillo (17 años), impacto de balín o metra a la cabeza, disparado a quemarropa.
43) San Antonio de los Altos, Diego Arellano (31 años), un tiro en el pecho.
44) Sabaneta (Táchira), José Francisco Guerrero (15 años), un tiro en el abdomen.
45) Tucapé, Manuel Felipe Castellanos (46 años), un tiro en el cuello.