EZIONGEBER ÁLVAREZ
Barinas, si. No se le pueden dar par de brochazos al asunto y listo. Pensar en cada uno de esos tipos, que es un poco pensar también en nosotros, concita la más honda reflexión. Sendervalle… ¿Hasta dónde puede arrastrarse una persona? ¿Qué nos faltará por ver? «Bueno, depende de con cuánto lo indemnicen a uno», dirá cualquiera de ellos. Ahora bien, para no dármelas de Ciriaco el sabroso, solo diré que tirarse una raya de este calibre, debió costar un platal. Será que Claudio Fermín tiene un rascabucheo de incógnito por ahí, y coño, mantener un vacile de esos, a todo trapo, está difícil. «Qué pasión tan inútil», diría Sartre. Aparte, estos genios han dejado al descubierto fisuras muy importantes. Es tan obvio, que provoca entrarles a palo a todos los vendidos que tratan de impedir que salgamos de este infierno. Pero bueno, manito querido. Como en las pelis, colarnos entre las sombras hasta el portón de la prisión, cosa de alcanzar «la bonita libertad», que así soneaba el pana Tabaco, me acuerdo yo. El primer impacto ha sido ver la desesperación de los tipos por alzarse con la gobernación. Cosa perdidosa. Inútil. Acto pueril, como de niños. Se lanzaron con todos los excesos conocidos, «cometiendo pecado a pecado». Así, decía mi abuela, cuando reunía a los nietos para leernos pasajes de la Palabra, como en rigor se expresaba:
– ¡Chino, zafiooo! ¡Eso es lo que hay que evitar! ¡No cometáis una fechoría tras otra! ¡En el infierno se escucha el crepitar de las almas ardiendooo! ¡Bota ese pocote de revistas de mujeres desnúuudas!
Nojoda, abuela.
Si ella, mi amada Ignacia, estuviera viva, se iría al Cuarto de lo Imposible a hacerle rimas burlistas a Arreaza y a cantarle melodías de Hernán Marín:
Furruco, ¿por qué no tramas?¿Por qué no tramas, furruco? porque el que no está tramando, tiene su cuerpo malucooo…
Qué vaina tan arrecha, sinceramente. Era preferible aguantar la pela en noviembre, y en enero estuviesen tratando de caernos a muela con otra cosa y todo, tipo la cuña de Imgeve: «Disfrute ya y en diciembre la inicial».
Pero, no. Al experimentar una conmoción revoliática sin precedentes, que les interesó de lleno en esa región ignota y por tanto indeterminada, que llaman comúnmente la pichinga, los señores torcieron aun más, lo que ya estaba torcido. Eméisin. «El Gobierno está volcado en Barinas», dijo Diosdado. Y dicho y hecho, secuestraron todo el estado, pero igual perdieron. Qué curioso. Un momento Kodak. Qué poderoso mensaje, cuando quien se arrodilla, es precisamente el poderoso. Diosdado obligó a todo el que pudo, los embulló en su paranpanpan y lo que logró fue envainarlos compartiendo con ellos generosamente su derrota. Jorge Arreaza, por su parte, me recuerda un poco a Prudencio Aguilar, aquel fantasma triste y solitario que se le aparecía a José Arcadio Buendía. Buscando aquí y allá, que lo acepten palgunavaina. Ver a un tipo cayendo tan bajo, mi hermano, da grima. Pero, no es nada. Pensando en esto, resulta que recordé a Carlos Puebla:
«… y en eso llegó Fermín».
Caramba, ñero. Estos monigotes qué se creen, me pregunto.
Si se hizo, se puede. Recuerdo perfectamente cuando, en un parcial de Castellano en bachillerato, me preguntaron que cuáles eran los elementos agoreros en el poema «El hijo», de Quiroga. Respondí que Horacio mismo, era como el gran pájaro que en su volar, describía elipsis llenas de una tristeza infinita. Raspao. Así van a quedar algunos de mis amigos, que ya andan repartiendo volantes en las plazas, para convencernos de que todo fue un parapeto y de que igual, las elecciones o el Revocatorio, no son la salida. Yo mismo llegué a pensar que no teníamos mucho chance con esos 25.000 gorilas encimados, más, los jefes militares de la Zodi de cada estado, que por Dios y mi madre, ni fueron, ni van, ni irán a Barrancas del Orinoco a defender a nadie. Cobardes, nojoda. Pero, si los chavistas se están jugando a Rosalinda, por algo será, pensé. Casi nadie, salvo el pueblo barinés, contaba con que la gente, hablando de jugar, les jugaría vivo a los condenaos y que se la aplicarían bien feo.
Entonces, es donde uno profundiza en una sola idea. A la democracia hay que verla como realmente es y no como un ideal de cartón y pega Elefante. La democracia surge, permanece y rinde frutos, si entendemos que debemos vigilarnos unos a otros mediante mecanismos legales que determinen puntualmente hasta donde podemos vivir en paz, sin transgredir los derechos del otro. Debe haber división de poderes, porque cualquiera se vuelve loco y no avisa, como es el caso de Diosdado. Cuando le entregas a un dictador tu destino, él intentará que creas que mereces la dádiva que te ofrece. Que toda ayuda es desinteresada. Que los culpables de tu desgracia son otros, que nunca te regalaron un coño. Piensa por un momento, de dónde surge esa idea. Piensa en la postulación del compañerito para tal cargo. Piensa en la Reforma Agraria de Betancourt, mediante la cual se le adjudicaron tierras y se regalaron tractores a los campesinos. Piensa en todo lo que hicieron estos labriegos vendiendo las prendas agrarias y los tractores. «A bebé ron pa Cumanacoaaa», concluyeron. Sacarnos eso del coco, será difícil. Pero más balurdo es calarnos a juro esta dictadura. Por alguna razón, no sé si divina, no sé si maldita, a los venezolanos nos toca siempre, redefinir el camino libertario de la América Latina. Hoy, cuando el Foro de Sao Paulo, se regodea con todo lo que puede llegar a hacer en Chile, en Brasil o en Colombia, los barineses nos refieren que nada bueno sale del comunismo y lo hacen con los pelos en la mano. Y votando, pamásñapa. Y si tú crees que ese triunfo no traerá un cambio dramático en nuestra situación, apercíbete: nos llevaremos por delante a quien sea que se ponga con vainas. Eso incluye a mucha gente que en la sombra chupa, pero que, en la luz monta el paro:
-Epa, Chino…dame una palomita porque yo quiero cantar.
-Argenis, si te dejo hacer, que sepas que igual vas pa’esa. Zúmbate por ese tobogán:
– ¡Arpaaaaaaaaa!
¡Aaahhh!
Pajarillo, pajarillooo,
Que vuelas por dondequieraaaa
Es que desde aquí yo pillo,
Que se armó la sanpablera:
Trajeron a Jorge Arreazaaa,
También a Claudio Fermín
Me latieron en la casa
Y mire, sendo botín.
Te digo, pensé ahí mismito:
¿Que vamojacé por fin?
Estos son par de bichitos,
Dos vivianes de postín.
Entonces, me quedé quieto
viendo que aquel Sanedrín,
se esmeraba muy nervioso
ayudando al patiquín.
Y Diosdado dijo: «Espera,
achantemos un pelín.
Hasta que no vea las actas
soportaré este motín».
Es que esa pela es enorme
Arderá todo confín,
De Maracaibo a Turmero
De Mérida a Maturín.
Y todo pueblo pequeño,
Incluyendo Bergantín,
Se alzará con lo que tenga
Pa tumbar al malandrín.
Yo le digo, señor Chinooo
que esas tropas de Putín,
se irán por dónde vinieron
Igual, con las de Pekín…
(Espera Argenis, te veo la oreja blanca… tú cantas como si no has roto un plato…)
Es que los grandes carajos
Están pelando el patín.
Aquíseacabóelrelajo,
Ni que venga el Chapulín…
Y a la prueba me remitooo,
borracho no escupe lejos
Venezuela, de Barinas,
será un hermoso reflejooo
¡Ahhhhh!
-Entonces, ahora eres «oposicionista»…
-No sé. Pero de gafo no tengo na.
-Eso sí es verdad.