Los ferroviarios franceses desafían al poder, los sindicatos paralizaron el país ayer martes 3 de abril, la huelga ha sido tan efectiva como perturbadora, pero el presidente Emmanuel Macron ha tenido tiempo, entrada la noche, para recibir en Les Champs Élysées, en París, a la oposición venezolana que exige a Europa mayor determinación en su rechazo formal al gobierno dictatorial de Nicolás Maduro.
En el encuentro con Julio Borges, Antonio Ledezma y Carlos Vecchio, Macron afirmó que “Francia está dispuesta, junto a sus socios europeos, a adoptar nuevas medidas si las autoridades venezolanas no permiten que se lleven a cabo elecciones democráticas”.
En septiembre pasado, Macron ya le había endilgado a Maduro la calificación de «dictador» y en su reciente reunión en París con el presidente argentino Mauricio Macri, volvió a manifestarse sumamente resuelto sobrfe la situación venezolana.
La cancillería venezolana respondió: “Presidente Emmanuel Macron debería usted dar respuesta a la grave crisis social y migratoria que sufren en Europa, y no violar el Derecho Internacional al inmiscuirse en asuntos de Venezuela, procurando beneficios personales para su debilitada popularidad en Francia”, expresó el ministro Jorge Arreaza.
Fuentes en Caracas dijeron que el embajador de Francia, Romain Nadal, fue citado a la Cancillería por las declaraciones del presidente de Francia. Se supone que le entregarán una nota de protesta. Podría repetirse el enfrentamiento diplomático que llevó a Maduro a expulsar al embajador español Jesús Fernández Silva, en enero pasado, y la contraréplica correspondiente que consistió a expulsar de España al venezolano Mario Isea.
Las circunstancias son casi idénticas y las respuestas de la cancillería venezolana también.
Maduro había acusado al presidente de gobierno español Mariano Rajoy de azuzar las sanciones aplicadas por la Unión Europea en contra de siete altos personeros de su gobierno, “siguiendo instrucciones de Trump”. En este caso, Arreaza ha hecho lo mismo, al instar al Presidente de Francia a no subordinarse a los designios guerreristas de su homólogo estadounidense, “ni mucho menos cumplir sus órdenes”.
En esta oportunidad, Macron “lamentó las repetidas ofensas al Estado de derecho y a los derechos humanos y recordó que las condiciones de organización de las elecciones presidenciales en Venezuela, el 20 de mayo, no permitían, en su estado actual, una elección justa, libre y transparente”, según comunicado publicado por el Elíseo.
En el encuentro con los dirigentes opositores venezolanos, el presidente francés también “destacó la preocupación de Francia frente a la degradación de la situación humanitaria en Venezuela y sus repercusiones en los países vecinos, lamentando que las autoridades venezolanas continúen rechazando cualquier ayuda internacional”.
Tras varias paradas en América Latina, Julio Borges empezó en Francia, junto a Ledezma y Vecchio, una gira europea para intentar aumentar la presión internacional contra el gobierno de Nicolás Maduro. Los tres opositores llamaron este martes a la comunidad internacional a no reconocer los resultados de las próximas elecciones presidenciales en su país, que consideran un “fraude” para perpetuar en el poder a Maduro.
A los dirigentes de la oposición venezolana, bastante fragmentada en política interior, no se les veía en acción conjunta internacional desde diciembre del año pasado, en ocasión de la entrega del premio Sájarov, otorgado a la Asamblea Nacional por el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia.
Lea aquí la entrevista que hizo Radio Francia Internacional a Julio Borges, Antonio Ledezma y Carlos Vecchio poco antes del encuentro con el presidente Macron:
