SEBASTIÁN DE LA NUEZ
La Asociación de Jubilados y Pensionados de Venezuela en Madrid está atenta a quien quiera sumarse y recibir asesoría para desarrollar acciones judiciales. Hacerse escuchar es importante en España para que el gobierno español sepa que la lucha continúa

 

Como dice la nota que publicó Actualy.es este lunes: a la gente no le importó, el domingo 4 de febrero a mediodía, el frío y marchó por algunas ciudades españolas para hacerse oír. Gente mayor que no ha visto ni un céntimo en euros de su jubilación desde hace 32 meses.

La idea: protestar por esta situación indigna en la que el principal responsable, cómo no, es el gobierno de Nicolás Maduro. Fue una oportunidad, además, pare intercambiar noticias. Hacerse escuchar es importante aquí, en España, para que el gobierno español sepa que la lucha continúa. Incluso, el profesor Pedro M. Ontiveros asomó la posibilidad de que una delegación de ASOPEJUVECMA se reúna con el rey Felipe para que este esté bien claro sobre los sucesos. Y los sucesos son estos: un grupo nutrido de retornados, o de venezolano-españoles, sufre y padece por culpa de un gobierno con el cual España tiene firmado un convenio que no está funcionando en la práctica. Eso lo debe saber el Rey bien clarito.

El problema del gobierno venezolano —su condición de maula, su ineptitud, su corrupción, esa inercia que lo consume— es también problema del gobierno español, que debe tomar cartas en el asunto pues son sus propios ciudadanos, nacionalizados o nacidos acá, quienes sufren porque su contraparte no paga, infringiendo el convenio firmado hace años. Ya no hay excusas para evadir la responsabilidad.

España debe pagar el monto complementario de las jubilaciones puestas desde Venezuela en España a través del Banco Santander. Las nuevas disposiciones Dicom permiten ver un camino: ese camino indica que, si al cambio oficial, los mayores residentes en España cobrar (aquí o allá, ese es otro problema) el equivalente a 70 u 80 euros, el gobierno español está obligado por Ley a compensarles lo que falta hasta el monto mínimo de la jubilación española, que ronda los 550 euros.

Hay más esperanza ahora en estos venezolanos, o españoles venezolanizados y vueltos a españolizar. Pero la lucha es larga: la deuda acumulada es alta y onerosa para una Estado arruinado como el venezolano. Muchos jubilados en España, en teoría, si todo va bien, podrían cobrar hasta 52 mil euros de un solo golpe si se cumple la Ley, por lo no cobrado durante estos meses.

La Asociación de Jubilados y Pensionados de Venezuela en la Comunidad de Madrid, dirigida por el profesor Ontiveros, está abierta a la lucha. Atenta a quienes quieran sumarse y recibir asesoría para desarrollar acciones judiciales concretas. Su correo es asopejuvecma@mail.com y en otras ciudades españolas con el suficiente número de personas en esta situación debe haber otras asociaciones semejantes. Si no las hay, es hora de crearlas. Y de que todas juntas ejecuten una estrategia compartida, al unísono (seguramente ya lo hacen). También es hora de hacer más ruido en España y en Europa. Cada quien que pueda difundir un buen escándalo con estas noticias abonará a favor de la lucha.

El domingo pasado, en Callao, donde se reunieron los que padecen en Madrid por esta situación, una señora se desmayó. Al parecer, no había comido bien. La Policía madrileña, cercana y atenta, se llevó a la señora para atenderla debidamente en la unidad sanitaria más cercana.

Sebastián de la Nuez, periodista venezolano. Escribe desde Madrid.

 

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